Grande Amore [Gianluca Ginoble] Il Volo // TERMINADA //

Capítulo 31

Al día siguiente, Isabella está en la Universidad. Tras las tres horas de clase en grupo grande – donde se imparte clase para los 80 alumnos de la carrera –, llega la hora de ir a los grupos reducidos – que dividen al grupo grande en tres grupos de 20 a 25 personas para que las clases sean más participativas y se refieren a esas como "prácticas" porque ponen en práctica lo que dan en el grupo grande.

Solo desea que el grupo de compañeros con los que ha establecido una relación, estén en el mismo grupo reducido. Se lleva una sorpresa al ver que solo Lorena coincide con ella en clase. Por lo menos, no va a estar sola, que es lo que se temía.

Isabella se lleva una desilusión cuando ve a Melissa y a su grupo faldero en la misma clase. Se miran con odio cuando Isabella pasa por su lado. Las clases van a ser interesantes...

Lorena y ella se sientan en la mitad de la clase y poco tardan en hablar con dos compañeros. Lorena los conoce personalmente pero Isabella solo de vista. Sus nombres son Dylan y Jesús.

- Eres británico, ¿no? –le pregunta Isabella a Dylan.

- Sí. ¿Tanto se me nota? –pregunta riendo.

- Tu acento y tu aspecto físico. Eres muy rubio –le explica Isabella.

La profesora comienza a nombrar a los alumnos para apuntar quién falta, porque las clases reducidas son obligatorias, no como las de grupo grande; que son voluntarias. Por último, nombra a Isabella.

- Eres nueva, ¿verdad? –pregunta Leonora.

- Sí.

- Vale. Mañana te traigo una ficha para que rellenes con tus datos –le informa con una sonrisa.

- Vale –Isabella asiente con la cabeza.

- ¡Ah! Una cosa: hay que entregar un trabajo grupal – Isabella mira a Lorena pidiéndole con la mirada si se puede juntar con ella.

- Leonora, métela en nuestro grupo –le comunica Lorena e Isabella se lo agradece con una sonrisa.

- Perfecto –Leonora lo apunta en su agenda –. Vamos a continuar con la clase.

Mientras Isabella se aburre en clase, Gianluca aprovecha para ir a jugar al tenis con sus amigos. Él y su amigo Chris van ganando a Pietro y a Jon. Durante el juego, se ríen por las tonterías que se le ocurren y por los fallos cometidos.

- Ha sido un buen partido –dice Pietro agotado mientras se sienta en un banco para recuperar el aire perdido. El resto hace lo mismo.

- Ya te digo –coincide Chris riendo.

- Además, nos hemos ganado una cena –Gianluca choca los cinco con Chris. La apuesta era que los perdedores invitaban a cenar a los ganadores.

- Porque Pietro y yo estuvimos jugando ayer y no nos hemos recuperado totalmente –se excusa Jon riendo.

- Sí. Sí –vacila Chris –, pero la cena nos las debéis igual.

Una vez recuperado el aliento, regresan a sus casas. Nada más llegar, llama a Isabella para saber si pueden quedar esa tarde para estar juntos, pero Isabella no puedo porque tiene que hacer un trabajo de la Universidad.

- Lo siento, cariño. Me gustaría estar contigo, pero mi obligación me llama –se lamenta.

- Lo entiendo, preciosa. No te preocupes.

- Pero puedes venir a cenar a mi casa, si quieres –le sugiere Isabella.

- ¡Me encantaría! –Gianluca se apoya con los codos en la mesa de la cocina. – ¿Llevo algo?