Las palabras "ingenua" e "inocente" no paran de resonar en la mente de Isabella, a pesar de sus amigos tratan de animarla. Ella no les presta atención, esas dos palabras le han llegado al alma. ¿Ingenua por creer en una promesa? ¿También es ingenua por creer en todas las promesas que Gianluca le ha dicho?
Dolor. Mucho dolor. No del físico, del moral, del psicológico. El dolor más fuerte que existe. El dolor psicológico. No quiere pensar en lo que acaba de ocurrir. No es que no quiera, es que no puede. No puede sentir otra vez dolor psicológico. No. No le gusta para nada esa sensación.
"¡Qué inocente! ¿O ingenua diría yo?"
Isabella niega con la cabeza para hacer desaparecer la voz de Gianluca, pero es imposible. Las ganas de llorar y de gritar le invaden, pero no es el momento ni el lugar indicado para hacerlo. Necesita desahogarse con alguien. Pero ese alguien no puede ser ni Ignazio ni Mabel. Tiene que ser una persona ajena al círculo de amigos de Gianluca. También se ha dado cuenta que, por más que quiera enfrentarse a las cosas y permanecer allí y comer con sus amigos, como estaba planeado, no puede. Demasiado dolor siente ahora que no está como para que se aumente cuando él esté presente.
¿Qué les dice ahora a sus amigos?
― No tengo muchas ganas comer. Mejor os dejo que disfrutéis los tres de la comida –Isabella se levanta.
― ¿Estás bien? –Mabel se acerca a ella, preocupada –Siento haber insistido, si no lo hubiera hecho esto no hubiera ocurrido –se disculpa Mabel, arrepentida.
― No es tu culpa –le asegura Isabel –. Se lo iba a contar igualmente y la reacción sería la misma.
― Pero, ¿estás bien? –insiste Mabel.
― Lo estaré cuando me marche de aquí y piense las cosas, detenidamente.
― ¿Puedo acompañarte? –se ofrece Mabel –No me gusta verte así por algo que empecé yo.
― Mabel, ¡qué cabezota eres! No tienes la culpa de nada. Quizás la culpa sea mía. Solo mía –admite Isabella, tristemente.
Quizás sea culpa de Isabella creer que Gianluca iba a "mejorar". Quizás sea culpa de Isabella permitir que el mismo error de Gianluca se repita una y otra vez y sufra por esos. Quizás sea culpa suya no decir basta y confiar en que todo mejorará cuando en realidad todo sigue igual. Está enamorada de Gianluca, pero le molesta que se meta en quién puede ser su amigo o no. No le gusta que dude de ella y menos cuando claramente no lleva razón. Siempre es igual: le perdona, pasan unos meses y vuelve a ocurrir.
― ¿Y a dónde vas a ir? –Mabel está afectada. Aunque Isabella le ha dicho que ella no es culpable, no puede evitar sentirlo.
― No lo tengo muy claro, aún –responde Isabella –. Siento que haya ocurrido esto –Isabela sonríe apenada –. Cuando esté bien, regresaré. No os preocupéis. ¡Adiós!
Isabella entra de nuevo a su casa para coger las llaves del coche y de casa. Sale y se monta en su coche. Tenía pensado ir a casa de Andrea pero recuerda que estaba trabajando en una sesión de fotos. Así que decide ir a casa de Enzo.
― ¿Estás libre? –pregunta Isabella cuando su amigo abre la puerta.
― No, ya sabes que tengo novia –bromea Enzo e Isabella rueda los ojos, divertida. Por lo menos, le ha hecho reír. Algo que necesita hoy –. Sí, estoy libre –responde ahora sí a la intención verdadera de la pregunta.
― Vale. Necesito hablar contigo –le informa Isabella cuando entra a su casa.
― ¿Algo grave? –la cara de Enzo se vuelve preocupada.
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Grande Amore [Gianluca Ginoble] Il Volo // TERMINADA //
Fiksi PenggemarIsabella tiene planeado quedarse solo el verano en Roseto degli Abruzzi (Italia) para reunir el suficiente dinero que le permita continuar sus estudios universitarios en su ciudad natal: Nápoles. Pero en su estancia ahí conoce a Gianluca Ginoble, el...