Grande Amore [Gianluca Ginoble] Il Volo // TERMINADA //

Capítulo 30

Hoy es el primer día de Universidad de Isabella en su nueva ciudad. Se viste con pantalón vaquero normal, una camiseta blanca ajustada, unas sandalias negras y una chaqueta vaquera.

Se maquilla un poco y conduce hasta la Universidad. Es más grande que la de Nápoles. Se introduce y comprueba en el papelito que escribió ayer cuál es la clase a la que tiene que ir.

Entra un poco nerviosa, porque tiene que hacer nuevos amigos y los compañeros se conocerán desde que empezaron la carrera y no sabe si será bienvenida en el grupo que crearon hace dos años.

Observa la amplitud de la clase y la gente que está ocupando los asientos. Pasa por un grupo de chicas que están sentadas en círculo en la segunda fila, que la miran de arriba abajo. Seguro que la están juzgando. Isabella se acomoda el pelo detrás de la oreja nerviosa y sigue su camino hacia el asiento que quiere ocupar pero una chica rubia, maquillada hasta la médula hace que se detenga:

- ¡Estás ridícula con esa ropa! –se burla la que parece la líder del grupillo y las otras chicas se ríen siguiéndole la corriente. «Menuda bienvenida».

- Habló la que tiene que maquillarse para parecer guapa, aunque realmente tenga el efecto contrario –ataca Isabella. No soporta que se metan con ella así a la ligera.

La chica rubia se levanta y se encara a Isabella, molesta por el comentario de la recién llegada.

- Lo que te pasa es que me tienes envidia. –Se cruza de brazos y mira fijamente a Isabella para intimidarla, pero no lo conseguirá.

- ¿Envidia? ¿De ti? –Isabella suelta una carcajada y se pone en la misma posición que la otra.

- Sí –responde segura de sí misma.

- Para nada –Isabella niega con la cabeza –. No tengo envidia de una persona creída, chula y que insulta a otra para sentirse mejor porque en su interior sabe que es realmente pequeña aunque quiere aparentar que es grande; y que necesita un grupo de personas detrás de su culo para reírle todas las gracias a pesar de que no les agrade lo que hacen. No creo que tenga que tener envidia de una persona así.

Isabella se encoge de hombros y se marcha, dejando a aquella chica ahí plantada; sin creerse lo que acaba de oír y asimilando todo lo que Isabella le ha dicho. «Primer día de clase y ya me ha ganado unas enemigas». Isabella suspira y se sienta en la mitad de la clase.

- ¡Hola! –le saluda un chico alto, rubio, de ojos azules, linda sonrisa y complexión delgada mientras Isabella saca su cuaderno y estuche de la mochila –Me llamo Enzo –se presenta.

- Isabella –se dan dos besos –. ¡Encantada!

- He escuchado tu discusión con Melissa –informa Enzo e Isabella ya sabe el nombre de su principal enemiga. Isabella asiente con la cabeza –. Quiero decirte que no te preocupes, ella tiene unos aires de superioridad que nos saca de quicio a todos. Te has comportado muy bien plantándole cara y no dejando que te comiera –le felicita –. Seguro que te ha dicho eso porque eres nueva y quiere seguir teniendo las riendas del barco que se ha montado ella por su cuenta...

- Ya veo –dice Isabella haciendo una mueca.

- Lo mejor es que no te relaciones mucho con ella –le aconseja Enzo.

- Tranquilo, no lo haré... No es de mi agrado.

- Vale. ¿Quieres venir atrás conmigo? Así te presento a mis amigos.

- Vale –responde Isabella sonriendo.

Isabella se echa la mochila al hombro y recoge sus cosas. Se alegra de que Enzo se haya presentado y se haya ofrecido a presentarle a más compañeros. Enzo ha comprendido que el ser nueva puede costarle hacer amigos; puede sentirse extraña y ha ido a ayudarla.