Isabella se dirige a la casa de su mejor amigo para celebrar la Nochebuena con él. Los dos están muy emocionados e ilusionados por compartir este día juntos. Es muy especial para ellos, porque se han hecho uña y carne desde el primer día que se conocieron. Este día se "debería" celebrar en familia, pero los amigos son la familia que cada uno escoge y eso es lo que alegan para no pensar en esos momentos en los que estaban bien con su verdadera familia.
Nada más que Paolo abre la puerta, le pone un gorro de Navidad y le abraza efusivamente. Acceden al salón e Isabella se queda maravillada al ver el árbol de Navidad decorado con luces y adornos.
- Y eso que no tenías tiempo para montarlos bien –ironiza Isabella mientras se acerca al belén que está junto al árbol, en una mesa.
- He tenido ayuda –chulea Paolo colocándose al lado de su amiga.
- ¿Ah, sí? ¿Compañero especial? –le da codazos mientras sonríe.
- Todavía no pero...
- ¡Puede surgir el amor! –exclama Isabella aplaudiendo ilusionada –Tienes toda la noche para hablarme de él.
Isabella ayuda a su amigo a sacar la cena de la cocina al salón, donde ya está preparada la mesa con elegancia. Se sirven un vino Rioja y comienzan a cenar la comida que ha cocinado Paolo.
- Lo conocí –comienza a explicar Paolo.
- En un taxi –canta Isabella interrumpiéndole la canción de Pitbull.y Osmani Garcia "El taxi". Los dos se ríen.
- Lo conocí en el restaurante donde trabajo. Fue un flechazo mutuo –confiesa sonriendo –. Cuando fui a recoger su cuenta, me entregó un papel con su número de móvil. Me atreví a llamarle y comenzamos a conversar, salir a la calle, a vernos –comenta orgulloso –... Le conté que no me daba tiempo a montar el árbol y él se ofreció a ayudarme.
- ¿Y qué tal el momento? –Isabella encarna la ceja.
- ¡Increíble! –rueda los ojos encantado e Isabella se alegra mucho –Es un chico encantador. Hablamos de nuestros problemas y nos apoyamos mutuamente. Es un chico que merece la pena.
- ¿Y habéis hablado sobre ser novios?
- No –hace una mueca –. Lo conozco de hace poco. Ninguno se atreve a dar ese paso.
- ¿Por? Eres tú el que me anima a que haga cualquier cosa por amor.
- Él no le ha dicho nada a sus padres sobre su orientación sexual...
- ¡Ouch! –se lamenta Isabella –Sabes que cuesta mucho reunir el valor para confesar un asunto así y que, depende de la ideología de los padres, cuesta el doble. Lo sabes en primera persona.
- Lo sé. Estoy ayudándole a que se dé cuenta de que tiene que dar ese paso para que se sienta liberado, sea sincero con sí mismo y con su familia. Y, aunque mis padres no me acepten, no quiere decir que los suyos hagan los mismo.
- Exacto. Muchos dicen que no aceptarían a los homosexuales pero luego la práctica es diferente. Además, si no lo confiesa, nunca sabrá cómo reaccionarán e, igualmente, se lleva una sorpresa y ha estado bastante tiempo comiéndose la cabeza pensando en el rechazo que sentiría.
- Sí. Es más el miedo que nosotros mismos creamos que el miedo real.
- ¿Le has explicado lo bien que te sentiste cuando se lo confesaste? –Paolo afirma con la cabeza –No tiene nada de malo ser homosexual. El amor es un sentimiento independiente del sexo. Si dos corazones se aman no somos nada para prohibirlo o aborrecerlo. Compartimos el mismo sentimiento: amar a otra persona.
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Grande Amore [Gianluca Ginoble] Il Volo // TERMINADA //
FanfictionIsabella tiene planeado quedarse solo el verano en Roseto degli Abruzzi (Italia) para reunir el suficiente dinero que le permita continuar sus estudios universitarios en su ciudad natal: Nápoles. Pero en su estancia ahí conoce a Gianluca Ginoble, el...