Secrets.

Capítulo 49

-¡ANNA!-grité desesperado mientras golpeaba la puerta.

-¡ABRE LA PUERTA BASTARDO!-gritaba Harry molesto.

Me giré a ver donde estaba Sara, estaba en un rincón, abrazando sus pies, con la mirada ida.

-¡¿Qué haces así?! ¡Es tu mejor amiga la que está ahí!-grité.

-¡Déjala, no está bien!-me gritó Harry mientras intentaba derribar la puerta con su hombro.

*Narra Anna*

-¿Qué haces?-pregunté cuando finalmente me sacó el pañuelo de la boca.

-Cambié de idea, me divertiré un poco contigo-dijo mientras dejaba la pistola de lado.

-¡No te atrevas a tocarla!-gritó Niall.

-¡CÁLLATE O LA MATO!-gritó Luke.

-¡NO!-volvió a gritar Niall.

*Narra Sara*

No podía pensar o moverme; estaba en blanco, paralizada.

Solo podía escuchar los gritos de Niall, Harry, Luke y los gritos de miedo de mi mejor amiga; de mi hermana, que estaba a punto de ser violada.

*Narra Niall*

-¡No me toques! ¡NO!-gritaba desesperada.

-¡Deja de moverte o te mato!-gritaba.

-¡NO ME TOQUES! ¡NO ME TOQUES!

Harry comenzó a empujar la puerta, pero la desesperación se adueñó de él y no podía hacer nada.

-¡No la toques!-grité.

Escuché un balazo.

-¡No le hagas nada!-escuché a Sara gritar.

Harry y yo nos giramos a verla, se levantó con enojo, nos obligó a quitarnos y de una sola patada se abrió la puerta.

Harry y yo nos miramos sorprendidos al ver que una chica pudo abrir la puerta de un golpe y nosotros, hombres con el doble de su estatura, con más músculo, no pudimos.

No había nadie, la ventana estaba abierta y ni Anna ni el desgraciado estaban.

Sara salió corriendo de la habitación, Harry fue tras ella; yo me quedé ahí y me senté en la cama, triste, frustrado.

Alguien agarró mi tobillo, me asusté, me alejé y después vi que era ella.

-¡Anna!-exclamé mientras la ayudaba a salir de ahí.

-¡Niall!-dijo llorando una vez que estaba afuera.

-¿Estás bien? ¿Te lastimó?

Tomé su cara entre mis manos para observarla con cuidado.

-Tenía tanto miedo de que te hiciera algo. ¿Te tocó? ¿Te lastimó?

Ella negaba con la cabeza ante lo difícil que se le hacía hablar.

-Tenía tanto miedo de que te lastimara, Anna.

-¿Ah si?

-Anna, eres lo más importante para mí. Eres la mujer que más amo en este planeta, en el universo, moriría si te llega a pasar algo. Te amo más que a nada, eres el motivo de mi felicidad.

Ella sonrió tímidamente y me besó.

-No está en ningún la—Sara se interrumpió- ¡ANNA!-corrió abrazarla y besarle la nariz, las mejillas y hasta un ojo.