Capítulo 72

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*NARRA ED*
-Yo iré con ella, Harry-le dije mientras lo hacía a un lado.
-Ed, yo…
-Harry.
Suspiró y se apartó del camino de la ambulancia.
Sara fue estabilizada en la ambulancia, estaba perdiendo mucha sangre y se había desmayado antes de llegar a la ambulancia. Tuvo que entrar a cirugía para que le sacaran las balas y fue necesaria una transición de sangre.
-¿Usted es familiar de la señorita Sara Marie Parker?-preguntó una doctora de ojos verdes y cabello rubio recogido en una cola alta.
-Se puede decir.
-¿”Se puede decir”?
-No tiene familia, ni novio, ni esposo, ni hermanos, ni abuelos, ni tíos. Sólo estoy yo. Vivimos juntos, soy Ed Sheeran.
Ella me miró, no confiaba en mí.
-Venga conmigo-pidió-. Lo llevaré a la habitación de Sara.
La seguí por los pasillos, pero caí en cuenta que no me estaba llevando a la habitación donde estaba mi amiga, y me detuve.
-¿A dónde me está llevando?
-Señor Sheeran, me temo que tengo una mala noticia-dijo antes de morder su labio. Al ver mi rostro se obligó a relajarse-… Oh, no, ella está bien. Está en recuperación, está estable.
-¿Y entonces?
-El bebé no lo logró, lo lamento.
Los oídos comenzaron a zumbarme. ¿Un bebé? 
-¿Cómo dijo? ¿Un bebé?
-Sí, lo lamento mucho. Las balas…
-¿Cuántos meses tenía?-la interrumpí mientras mis ojos se llenaban de lágrimas. Ella apretó los labios y me miró con lástima.
-Tenía un poco más de un mes. ¿Ella no tiene la menstruación regulada?
-No, no la tiene…
-Lo más seguro es que no supiera nada. ¿Quién es el padre del bebé? ¿Usted?
Las manos comenzaron a temblarme. Un bebé. Un mes. Ella no debía enterarse, no debía decirle nada.
-El padre del bebé falleció hace como un mes-dije con un hilo de voz.
La doctora se quedó en silencio, sacó una paleta de su bolsillo y me la entregó. La miré confuso, a lo que ella respondió:
-Me gusta darle algo dulce a mis pacientes después de una noticia desgarradora, para subirles el azúcar. Puede entrar a ver a Sara, habitación 103. Hasta luego, señor Sheeran.
Me di a mí mismo un tiempo antes de entrar a ver a Sara. Debía calmarme, comer la paleta y no parecer triste, solo preocupado por ella. Recibí una llamada de Anna justo cuando estaba a punto de entrar.
-Anna, ella está bien. Ya deja de llamarme cada cinco minutos.
-Ed, ella es…
-¡Me vale un comino, Anna! Ya sé que es importante para ti y toda esa mierda, pero déjame respirar y déjala respirar-exclamé y le corté. Arreglé mi cabello y mi ropa antes de entrar a la habitación. Sara estaba despertando y una enfermera le preguntaba si quería algo de tomar.
-Yo me encargaré-le dije amablemente. Ella asintió, sonrió y salió-. Hola.
-Hola-dijo casi en un susurro.
-¿Quieres agua?-pregunté mientras me acercaba y le servía un poco-. ¿Cómo te sientes? ¿Te duele algo?
-Es como si despertara de una pesadilla, Ed. Jamás pensé que… Viví con él mucho tiempo. Éramos amigos de niños… Yo…-su voz se quebró y comenzó a gemir, las lágrimas salían de sus ojos y juntaba las manos sobre el vientre debido a la herida.
-Sara…-¿qué le decía?-, sabías que él tenía problemas y…
-Fue mi culpa. Por mi culpa se salió de control, Ed. Hazme un favor-dijo después de una pausa-: quiero enterrar su cuerpo, ¿bien? Que guarden su cuerpo mientras me encargo de todo…
-Sara, Sara-la detuve-. Debes descansar.
-Pe—
-Yo me haré cargo. Pero descansa, ¿te parece?
Ella asintió y volvió a cerrar los ojos.
*NARRA SARA*
Había dormido mucho más de lo normal desde que llamaron del asilo de papá y me dijeron que había fallecido. Su corazón había dejado de latir así nomás. Primero Luke y ahora Tom. Todos a mi alrededor morían, todos. Ya si que no tenía familia. Ni un hermano o un primo, ni una madrastra ni nada por el estilo. Solo me quedaban las fotografías.
Tocaron a mi puerta, lo cual me distrajo de mis pensamientos. Había crecido como persona, ya no había vuelto a intentar suicidarme; salía a trabajar todos los días y siempre veía a mi sobrina, quien me había ayudado a recordar a mi hermano con su forma de ser. Juntas habíamos visto las fotos de mi hermano, le había contado las cosas que le gustaban, entre ellas su madre, lo que no le gustaba, quería saber todo de él.
-¿Sara?-llamó Ed.
-Adelante-dije mientras dejaba el violonchelo de lado. 
-Estás tocando-dijo feliz al verme con todo el cuarto lleno de partituras.
-Estoy un poco oxidada, y la pequeña me hace tocarle-dije mientras miraba una foto que tenía junto a ella.
-Sara, debo confesar algo que no puedo guardar por un segundo más-entró, caminó hacia la cama y se sentó en el medio de ella.
-¿Qué pasa?-me senté frente a él y sonreí.
-Sara, hace tres meses cuando… Cuando pasó lo que pasó… En el hospital…
-Ed, habla de una vez, no sabes cuanto me molesta que no completes las ideas.
-Sara, la doctora… ¿Habías intentado quedar embarazada, cuando estabas con Adrianno?
Mi sonrisa se desvaneció. Negué con la cabeza.
-Sara, la doctora dijo que estabas embarazada-mis ojos se llenaron de lágrimas-, lo lamento tanto-Ed se atacó a llorar, lo abracé y comencé a llorar con él.
-Está bien, Ed, tranquilo, estoy bien… Gracias por…por decirme…

*DOS MESES DESPUÉS*
-Sara, no te vayas-me suplicaban Anna y Dani mientras caminábamos por la calle.
-Aún no sé si me voy a ir-les dije mientras me reía.
-Quédate hasta diciembre.
-Estamos en diciembre, Anna.
-Hasta febrero entonces-dijo.
-Miren yo— me vi interrumpida por una multitud de adolescentes gritonas.
-¡HARRYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYY!-gritaban-¡Harry, por favor una foto!
Mis dos amigas se giraron para verme. 
-¿Qué?-pregunté. 
-¿Sara?-dijo una voz dulce y ronca.
Me giré para verlo. Las fans habían dejado de gritar y nos miraban con sus celulares en mano.
-Hola Harry-dije educada. No le había hablado, visto o escrito desde que me rescató.
-Sara, ¿podemos hablar?
-Estamos hablando.
-En privado.
-Claro-dije después de que Anna me pelliscara.
Señaló su auto con su cabeza y ambos comenzamos a caminar hacia él, nos montamos en el auto y comenzó a manejar.
-¿A dónde vamos?
-No sé, solo estoy conduciendo. Prefiero que hablemos en el auto-dijo.
-Bien… ¿De que quieres hablar?
-Escuché que te irás a Italia.
-Eso no es seguro aún.
-No quiero que te vayas. No lo hagas, por favor.
Lo miré confundida.
-Sara, yo sé que la cagué y todo eso, pero me encantaría disculparme contigo. Yo… Fue algo estúpido, fui un estúpido, pero te amo. Siempre te amé y pensé que no lo hacía y…
-¿A dónde quieres llegar, Harry?
-¿Podemos volver a intentarlo? Esta vez seré un mejor novio. Ya no estaré en tour, nos dimos un descanso de la música, un descanso de varios años. Los chicos quieren hacer sus vidas y… Sara, lo, lo lamento muchísimo-las lágrimas corrían por su rostro.
-Detén el auto.
-Pe—
-Harry, no conduzcas así, estaciónate y hablemos.
Lo hizo; me giré para verlo, limpié sus lágrimas y lo besé.
-Sí, Harry. Te daré una última oportunidad.
Recordé aquellas fotografías que le había comprado a Chita hacía un tiempo, aquellas que estaban olvidadas en el ático. Sonreí.
-Te amo, Harry.

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