Capítulo 66

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Caminé bordeando el cementerio hasta que encontré un lugar por el que podía pasar. Imaginé que habrían fotógrafos detrás de mi, así que entré con todo el glamour que me quedaba, y tomando pequeños traguitos de la botella.
Caminé y caminé hasta que, por instinto, llegué a la tumba de Derek.
-Es un cabrón-le dije mientras me agachaba y me sentaba-. Creo que siempre lo tuve en mente, ¿sabes? Pero jamás pensé que podría llegar a pasar, no conmigo, no él.


*NARRA ED*
-¿Has visto a Sara?- le pregunté a Anna.
-Creí que estaba contigo en la barra.
-Se fue hace rato, no la he visto.
-Debe estar afuera.
Ambos salimos. Vi a Harry sentado en una hamaca, con su cabeza entre sus manos.
-Iré a preguntarle a Harry-dije.
-Yo voy a preguntarle a Perrie.
Caminé hacia él, le sonreí y él también lo hizo.
-Amigo, ¿sabes dónde se fue Sara?
-No.
-Pensé que dormía en tu casa hoy.
-No.
Me quedé callado un rato.
-¿Qué pasa...?
Anna llegó donde estábamos, con la molestia escrita en su rostro.
-¿La encontraste?
-Se fue hace media hora. Empapada. Y con una botella de vodka.
Harry mostró cierto interés.
-¿Empapada?
-¿Vodka?-dije atónito.
-Le terminaste, ¿no? Has roto con ella, Harry.
No respondió.
-¿Le terminaste, hoy?-dije sorprendido.
-Sí, le terminó hoy. Muy bien, Harry, muy bien-dijo Anna y le tiró su refresco-. Ahora, sólo Dios sabe donde está. 
Harry se limpió el refresco de la cara y miró a Anna con odio.
-¿Qué le dijiste? ¿Por qué le terminaste?
-Mira, es algo entre ella y yo. Si ella no te dijo nada no es mi culpa.
Apenas me dio tiempo de tomar a Anna, quien se había tirado sobre Harry.
-¡Anna, esto no es una fiesta de adolescentes, somos adultos!-exclamé mientras la tiraba a un lado.
Ella me miró con odio y dijo:
-Bien, como adultos que somos, Harry y tu se encargarán de buscarla mientras yo la espero en la casa.

*NARRA SARA*
-Oh, otra drogadicta-escuché que decía una voz femenina-. ¿Crees que esté muerta?
-Claro que no está muerta, mírala, abre los ojos poco a poco-respondió otra. 
-¿Cómo te llamas?
-Sara Parker-respondí débil mientras me incorporaba poco a poco. 
-Ah, eres la chica de Harry Styles.
-Era-la corregí-. Era la chica de Styles. Terminamos.
Ambas mujeres se miraron, no dijeron nada durante un rato, hasta que me levanté.
-Te están buscando, Sara. Llevan horas buscándote, será mejor que regreses.
-¿Qué hora es?
-Casi media noche, dieron la alerta de que habías desaparecido hace casi veinticuatro horas. 
Oh, mierda.
-Será mejor que regrese-concordé mientras me acomodaba el abrigo y el vestido.
-Suerte, Sara-dijo una de ellas.
-Gracias, ¿cuál es su--?–al levantar la vista me di cuenta que ya no estaban. ¿Habían sido producto de mi imaginación?-Tendré que ir al psiquiatra-me dije en un susurro. 

Había comenzado a amanecer y todos iban a ver el desastre en el que me había convertido. Así que fui a la única peluquería abierta a esas horas de la noche, teñí mi cabello de negro y lo corté. Lo corté igual al de Anne Hathaway cuando hizo Les Misérables, y me fui caminando con la botella en la mano.
Caí en la cuenta de que había olvidado las llaves en mi cuarto ayer, porque había pensado en volver con Ed...o con Harry. Toqué el timbre del intercomunicador y esperé.
-¿Quien es?-preguntó Anna violentamente.
-Heeey, ayer olvidé mis llaves en la mesa de noche. 
-¡Sara!-exclamó y abrió el pequeño portón.
Cerré y seguí caminando mientras terminaba la botella de vodka. Al abrir la puerta de la casa, me encontré con Anna, Ed, Danielle y Harry esperando de brazos cruzados. 
-¿Qué rayos le hiciste a tu cabello?-atacó Danielle. Puse los ojos en blanco y comencé a subir las escaleras. 
-¿Dónde estabas? ¡Te llevamos buscando casi 24 horas!-dijo Anna. 
-Gracias.
-¿"Gracias"?-replicó con sarcasmo. 
-¿En dónde te habías metido, Sara? ¿Tienes idea de lo preocupados que hemos estado?-dijo Ed y me obligó a girarme para verlo. 
-¿Qué hace él aquí?-dije señalando a Harry con desprecio. 
Nadie supo responder, así que retomé mi camino a mi habitación. 
-¡Madura, Sara!-gritó Anna-. ¡No vas a ahogar tus estúpidas penas en alcohol! ¡Supéralo, ya te han terminado antes y nunca hiciste tanto drama!
-¡Oh, no vengas a darme un maldito sermón! Tu estuviste igual hace un tiempo, te lo recuerdo; la única diferencia es que no te gusta beber, pero ¿adivina? ¡A MI ME ENCAAANTA EL ALCOHOL! Así que cierra la maldita boca de una vez Anna, me tienes harta. Haces más drama que yo y no te digo nada. Si Niall se alejó es por algo, ¿no?
-No metas a Niall en esto porque Harry...
-¡Lo que pasó con Harry es diferente y no tengo porque contarte nada; de igual forma no entenderías!-grité y arrojé la botella contra la pared. Todos se quedaron en silencio-. Ah, no puedo ahogar mis penas, saben nadar-dije mientras seguía caminando. 

Me encerré en mi cuarto y me senté contra la puerta hasta que recordé donde guardaba el LSD que me había quedado de la fiesta en el bar gay a la que había asistido antes de la llegada con Harry. Aunque no había consumido jamás esa droga, me pareció perfecta para ese momento. 
Una idea bastante idiota. 
*NARRA ED*
-Muy bien, Anna, la acabaste de cagar-dije en cuanto Sara se metió al cuarto.
-¿Qué quieres decir con eso?-dijo con indignación. 
-¡Que la cagaste! Sabes como es ella y sabías que llegaría destrozada y aún así le dices cosas.
-Pues no es una bebé, puede soportarlo.
-¡No, no puede, mierda!-grité y todos abrieron mucho los ojos ante la sorpresa-. ¡Maldita sea, Anna, sabes lo débil que es esa mujer-dije señalando hacia la puerta de Sara-, y aún así no piensas antes de actuar! Ya deja de comportarte como su madre, Anna, eso ya ella lo superó. Ya pasó por esa maldita etapa, ¿bien? Ella no tiene porque decirte todo lo que le pasa en su maldita vida, tiene derecho a tener secretos y aún así, la fuerzas a que te los diga, ¡dale espacio!
-¡Tú también dale espacio, Edward!-gritó en su defensa.
-¡Yo le doy espacio: no la presiono para que me diga a dónde sale y con quien sale todo el tiempo, no la juzgo cuando hace algo, no sabes tratarla por el amor a Dios, Anna, abre los malditos ojos! Al tú no poder lidiar con lo que pasa con Niall o con las fans, ¡siempre encuentras la forma en la que ella salga y de la cara por tí! SIEMPRE HA SIDO ASÍ.
Pero cuando Anna estaba a punto de replicar, algo se quebró en cuarto de Sara. 
Harry fue el primero en reaccionar y corrió a la habitación de ella, entró sin pensarlo y gritó. 
-¡Edward, ven acá!
Anna subió dos escalones, Danielle la jaló hacia atrás y dijo:
-Harry llamó a Ed, no a ti.
Dios bendiga a Danielle. 

Subí y Harry cerró la puerta cuando entré a la habitación. 
-No sé que hacer-me susurró con cierto miedo. Lógico: nunca se sabe como puede reaccionar Sara. 
Sara estaba sentada en un rincón del cuarto de baño con vidrios a su al rededor, se veía extraña, como si no supiera donde estaba. 
-¿Sara?-dije y comencé a caminar hacia ella. 
-¿Mhm?
Aparté unos vidrios del suelo y me acuclillé junto a ella. Tenía los ojos desorbitados, se veía extraña. 
-¿Qué te pasa?
-Encontré lo que buscaba y después el jarrón se cayó-respondió. 
Miré su mano y descubrí que estaba apretando un vidrio.
-Sara... Debes soltar el vidrio...-tomé su muñeca y noté que estaba sangrando. Suspiré. No otra vez. Se lo quité-. ¿Qué consumiste?
-LSD y...-su voz se apagaba, se estaba desmayando.
-Sara, ¿qué más? Sara, abre los ojos-decía mientras le daba pequeños golpes a su mejilla. 
Me giré para ver a Harry, con sus ojos llenos de lágrimas, mordiendo su labio, sentado en el suelo. 
-Harry, ocupo que revises a ver si consumió algo más. Mira en el basurero o en el lavabo o algo, tengo que mantenerla despierta. 
Con mucho esfuerzo se puso de pie y sorbió los mocos, entró al baño y comenzó a buscar.
-Sara, abre los ojos. Cuéntame algo.
-Yo...-su cabeza se iba de medio lado.
-¿Dónde te fuiste? Cuéntame donde fuiste después de la fiesta...
-Derek-susurró y abrió un poco los ojos-, me está esperando, Ed...
-¡Ed, consumió antiestamínicos!-exclamó Harry y me mostró la pequeña caja vacía.
Me quedé helado. Una caja entera de antiestamínicos. 
-¡Llama a una ambulancia!-gritó Harry mientras me hacía a un lado y levantaba a Sara con fuerza-. ¡No te mueras, no te puedes morir!-gritaba y lloraba mientras la metía en la ducha-. ¡ED, MUÉVETE!
Me paré y fui corriendo hacia el teléfono de la habitación y marqué a emergencias. 

*NARRA HARRY*
-¡No te mueras, Sara Marie!-grité y abrí la regadera para que el agua comenzara a salir-. ¡Abre los malditos ojos!-abrí su boca e introduje los dedos para hacerla vomitar-. ¡ED, ¿QUÉ DIJO LA AMBULANCIA?! 
-¡Vienen en camino, ya abrí los portones!-gritó y salió de la habitación. Escuché el grito de dolor de Anna, probablemente de culpabilidad. Sabía que Danielle no gritaría o se movería, estaba en shock.
-Vamos, Sara, por favor no me hagas esto ¡no mueras aquí, no ahora!
Esto se vería muy mal. Yo estaría muy mal si no podía salvarle la vida. 
-¡Tienes que vomitar!-dije mientras volvía a meter mis dedos en su boca. Esta vez funcionó: vomitó un poco, pero seguía inconsciente.

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