Secrets.

Capítulo 43

-¿No puedes marcharte mañana?

-No, debo volver por unos asuntos y después vendré a verte-me dijo en la entrada del aeropuerto.

-Te amo. 

-No me hables como si no me fueras a volver a ver, como si fueras a morir...

-Pero...

-Ven conmigo.

-Sabes que no puedo.

-Sólo hasta el sábado.

-Es en una semana-dije levantando la ceja.

-¿Y?-rió.

-Creo que ya debes irte-dije apoyando mis manos en su pecho y mirando hacia ellas.

Puso sus manos en mi cintura y me acercó a él, pegó su frente junto a la mía y ambos cerramos los ojos.

Tragué saliva.

-Avísame cuando llegues a Inglaterra-ordené subiendo la mirada para encontrarla con la suya. 

-Te llamaré-dijo mientras comenzaba a acercarse lentamente-, pero debes prometer que me vas a contestar.

-Lo prometo-dije parándome de puntillas para besarlo.

-¿De verdad no quieres venir?-dijo haciendo pucheros.

Reí ante su expresión y lo volví a besar.

-Adiós-dije mientras me ponía los lentes y me giraba para despedirme de todos menos de Anna.

Anna se despidió de Niall y de los demás, se puso los lentes y me tomó del brazo para caminar hacia la salida.

-¿Y ahora eres feliz?-me dijo después de un gran suspiro. 

-Si-le respondí después de un suspiro.

-Hey,-dijo frenando nuestra caminata-es sólo un año, se pasará rápido-sonrió débilmente. 

Le devolví la sonrisa, fingida, y seguimos caminando.

-Hola-nos detuvieron unas chicas a la salida del aeropuerto-,¿son ustedes Anna y Sara?

-Sí-respondimos al mismo tiempo.

-¿Ustedes son las novias de Niall y Harry?

Asentimos y las chicas sacaron la cámara y se tomaron una foto con nosotras.

-¿Dónde los conocieron?

-Liam me atropelló y después Eleanor les presentó a Anna, ella era mi amiga desde antes.

-Crecimos juntas-dijo Anna mientras apoyaba su cabeza contra la mía y ambas sonreíamos. Ellas tomaron otra foto.

-¿Quieren venir a tomar un café con nosotras?

-Pues...-comencé.

-Debemos irnos-me interrumpió Anna, ya que sabía que yo podía perfectamente acceder-. Fue un placer-me jaló hacia el auto y me entregó las llaves.

Miré las llaves con miedo.

-¿Ya sabes conducir?-dijo burlona mientras se subía a su asiento.

-Claro que sí-refunfuñé entrando al asiento del conductor.

-Bien, mañana me llevarás al hospital para que me quiten el yeso.

-No soy tu chofer y tengo cosas que hacer-exclamé mientras encendía el motor del Ferrari que Harry me había comprado hacia un día.

-¿Porqué mi novio no me regala un auto?-dijo bromeando.

-No lo sé, por que eres un peligro tal vez-dije mientras aceleraba y salía de ahí.