MI NOVIO ES UNA MENTIRA *Completa*

4. MI PRIMER AMOR -2-

EL ENGAÑO ES TEMPORAL, LA TRAICIÓN ES INSTANTÁNEA Y SUS CONSECUENCIAS SON DEVASTADORAS Y PROLONGADAS.

—Ya, con esto está bien. —dijo mientras ajustaba la gasa, es doloroso pero lo soportaré.

—Gracias. —En ocasiones como estas muestro mi sonrisa que practiqué antes de llegar a esta Universidad. —Eres muy amble, Aaron.

—Solo lo hago porque eres tú. —Su perfecta tez se sonrojó de nuevo, lo hace ver tan lindo cuando lo hace y, ¡Lo hace por mí! En cualquier momento podría vomitar arcoíris de la felicidad.

—Oye... Ya casi es domingo, ¿te gustaría ir conmigo a algún sitio? — ¡Baam! Lo tengo.

— ¡Cla-! Me encantaría. — Intenté mostrarme lo menos emocionada aunque mi sonrisa lo delatara.

—Qué alegría, ¿te parece si nos vemos en la estación central de Cardiff a las 13:00? —Asentí algo emocionada aunque ¿Dónde mierda queda eso? Ya que, no le di más importancia, mi emoción radica en estar a su lado. —Te daré mi número.

—Yo también. —Después de intercambiar números y dirección, mi corazón no podía dejar de palpitar.

—Pareces que te estás divirtiendo Erika. —La puerta de la enfermería abrió de golpe y escuché una dulce y gentil voz, claro que una voz farsante.

—An-Andrew ¿Qué haces aquí? —Dije un poco nerviosa pero luego intenté sonar segura.

—Rebecca y April dijeron que estabas en la enfermería, estaba preocupado. —comentó con una gran y perfecta sonrisa en su rostro como cualquier príncipe de Disney. Tsk, ¿Por qué siempre se meten donde no las llaman a esas dos? — ¿Y quién es este? —dijo todavía en su faceta falsa.

—Él es Aaron Black, de ingeniería —dije mientras lo miraba, sus ojos verdes grisaceos son intensos al igual que los avellana de Andrew, por lo menos Aaron no es un farsante. —El otro día me salvó de unas chicas horrorosas y hoy me raspé la rodilla. —mostré una sonrisa igual de perfecta que la de Andrew.

— ¿Eh? Vaya, vaya Espero que también me permitas agradecértelo. —Pude observar que los ojos de Aaron se entre cerraron y se opacaron al ver a Andrew ¿Se conocerán? Andrew antes de irse brindo una de sus típicas sonrisas.

—Vamos Erika. — Su voz cambió nuevamente, sí, al del Andrew sarcástico y oscuro. ¡Y que pensé que hoy me dejaría libre! Bueno, espero terminar esto pronto.

— ¿Eh? Bueno, de acuerdo. —dije después de un suspiro y en acto seguido me despedí de Aaron mientras él respondía el gesto con su mano, ¡Es encantador!

—Oye, dame tu celular. —Prefiero escucharlo con su voz hipócrita de perfecto. ¿Para qué quería mi celular? —Solo dámelo. —Le entregué mi Samsung Galaxy S4 blanco que compré hace tres años en Italia. En acto seguido ¿Qué? Escuché como cayó al suelo seguido del estruendo de su zapato con mi viejo pero útil celular.

— ¡¿Qué estás haciendo?! —M-Mi celular se ha roto, intenté prenderlo pero era inútil, es caso perdido... no... Será difícil que mis padres me compren otro. En este segundo me imaginé mil distintas maneras de querer matar a ese imbécil, amo y amaba ese pedazo de chatarra porque ¡Era mi celular! ¡Yo misma lo compré con mi esfuerzo!

—Es tu culpa. No andes por ahí meneando tu cola a otros tipos. —De seguro lo ahorcaré, él no es nadie para impedir que salga con Aaron, él es dulce y amable no como otros de corazón tan negro como su alma. —No vuelvas a hablar con él.