MI NOVIO ES UNA MENTIRA *Completa*

30. NO ES UNA CITA

— ¿Vas a ir hoy a la casa de Eli? —Le pregunté a Andrew. Como respuesta asintió indiferentemente. —Voy contigo.

—La última vez te dormiste. —Dijo tranquilamente mientras caminaba hacia la cafetería.

—No me dormiré. —dije secamente mientras Andrew arqueó una ceja. ¿El habrá notado que Eli está enamorada de él? 

— ¿Qué? —Preguntó al ver que lo estaba viendo fijamente.

Tal vez debería disimular un poco más.

¡Nah! Eso no va conmigo.

—Nop, nada. —comenté con una sonrisa señalando la P del no.

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—Realmente estoy sorprendido, si mantienes estos resultado creo que aprobaras el examen. —Andrew le dijo a Eli mientras revisaba un cuestionario que él había elaborado y ella desarrollado.

— ¿En serio? —Preguntó con una gran sonrisa en sus labios y un pequeño rubor en sus mejillas.

—Probablemente. —Mencionó en un murmuro.

—Definitivamente me esforzaré. Lograré pasar el examen de ingreso. —dijo mostrando sus relucientes dientes blancos.

—Tienes que hacerlo, de otra forma todo lo que tú y yo hemos hecho sería para nada. —Alzó sus hombros mientras seguía leyendo el cuestionario.

—Mmmm. Tengo un favor que pedirte Andrew. —dijo la pequeña haciendo que Andrew alzara su mirada y bajando el papel que estaba leyendo. —Para la próxima sesión de estudio tengo un lugar al que quiero ir. ¿Me llevarías al museo de historia? —Dijo mientras mostró dos papeles de entrada al museo. —Tengo los Tickets.

— ¿Museo? —Inquirió Andrew.

—No soy buena en historia, así que creo que ver cosas reales podría ayudarme.

—Bien. Entonces vamos. —dijo Andrew. A la grandísima...

Tomé un suspiro para poder controlarme.

Eli no ve esto como una salida de estudio.

No sé si Andrew es ingenuo o solo me está tomando del pelo.

—Yo también quiero ir. —Comenté con una risa nerviosa.

—Solo tengo dos Ticket. —Afirmó la pequeña con una gran sonrisa.

—Compraré mi entrada. —dije imitando su sonrisa.

—No vamos a ir a jugar. —Volvió a insistir.

—No voy a jugar, quiero ver las piezas de Jean-François Millet. —De nuevo le sonreí a Eli. Por parte era cierto, hace tiempo he querido ver las obras del Francés. Sus pinturas muestra la inocencia del hombre campesino en contraposición a la degradación que acompaña al ciudadano inmerso en la sociedad industrial. Sus obras no están en ningún museo de Catania.

Después de irnos, Andrew me acompañó hasta la mitad del camino a mi casa, puesto que después de un punto, nuestro sector se separa. En todo el camino observé el pavimento sumisa en mis pensamientos, así fue hasta que llegué a casa. Caminé con pequeñas zancadas hasta mi cuarto, busqué esencias y aceites para un relajante baño mientras abría la llave de la tina. Mientras esperaba que el agua ocupara parte de la tina tomé mi celular para revisar un par de mensajes de Becca y April.