MI NOVIO ES UNA MENTIRA *Completa*

38. CAMBIO

Hoy es mi segundo día en Swansea.

Hoy iré a un festival con Angelique y la Sra. Adelene. Mientras Anna formaba todo un drama de que no sabía que vestido usar o el peinado y maquillaje, yo me dispuse a comer mi desayuno en silencio.

—Bueno, chicos, mamá se va al trabajo. —Comentó la señora Adelene usando una falda de tubo negra que llegaba unos dedos más arriba de sus rodillas y una camisa palo de rosa.

—Ten buen día, mamá. —dijo Anna mientras soltaba dos hermosos tacones.

—Adiós Sra. Adelene. —Respondí formalmente mientras ella me regaló una sonrisa cálida.

—Nos vemos luego, Andy. —dijo la señora con su habitual sonrisa, mientras Andrew hacía un gesto de despedida con su mano izquierda, mientras con la derecha llevaba un vaso de agua a sus labios. Ese gesto hizo que la sonrisa de Adelene aumentara.

— ¿Qué pasa? —Preguntó Andrew al ver como Anna lo observaba fijamente.

—Nada, nada. —Respondió con una sonrisa. —Iré a ver que estilo de maquillaje utilizaré.

Aunque Andrew no diga nada, puedo ver un pequeño progreso con su madre. La atmosfera ya no es para nada tensa.

—Deja de mirarme así. —Espetó incomodo mientras abandoné mis pensamientos. Estaba viendo fijamente a Andrew con una sonrisa en mi rostro.

— ¿No iras al festival? —Pregunté mientras tomaba un sorbo de mi taza de café.

—No iré. Ir a un lugar así es una molestia, lo único que conseguirás es que la gente te aplaste. —Espetó alzando sus hombros.

—Erika, ¿Esto te pertenece? —Preguntó Anna mientras depositaba en la mesa el delicado collar de oro con un dije en forma de corazón y la pequeña campanita. Ese collar era el que Andrew me había regalado hace un año. —Estaba en el baño. —Respondió mientras yo tomé el collar. Maldición lo había olvidado. —Siempre lo tienes contigo ¿Eh? ¿Es muy valioso para ti?

—Sí. —Murmuré mientras sentí el calor hacerse presente en mis mejillas.

— ¿No me digas que Andrew te lo dio? —Inquirió pero de forma retórica. — ¿Eh? Así que ese es tu gusto Andrew ¿Cosas como corazones? —Se burló sonoramente

—No lo es, es solo un collar que escogí al azar. —Espetó.

—Vamos si escogiste uno al azar, pudiste haber buscado uno con una piedra exótica y rara. —Comentó con una pequeña risa mientras apoyaba su cabeza en la palma de su mano observando a Andrew. —El precio de un regalo coincide con el peso del amor. —Andrew rodó sus ojos de irritación al escuchar el comentario de Anna.

—El negocio de las buenas marcas está asegurado con mujeres tan superficiales y frívolas rodeándolos. —murmuró mientras apoyó su cabeza en la palma de su mano observando a su hermana, imitando su acción.

—Creo que el collar es precioso. —Mencioné rompiendo la tensión que había creado los hermanos. —Me gusta a pesar que haya sido escogido al azar o no. —Comenté soltando una pequeña sonrisa.

Claro que personalmente sé que no fue escogido simplemente por la suerte. Después de todo la campanita de oro del dije revelaba otra cosa.

Collar de perro o no... Simplemente me gusta este collar.

—Si es tan importante no deberías dejarlo por ahí descuidadamente ¿Cierto? —Murmuró Anna cerca de mi oído. —Si llegas a perderlo va a ser realmente problemático lidiar con este chico ¿Sabes? —Sonreí nerviosamente. —Bueno, no importa. Tengo que comprar unos zapatos así que iremos de compras. —dijo con un pequeño chillido mientras prácticamente me arrastraba de la mesa.