Capítulo 8: Reto Inesperado

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Terminamos de bajar del avión y nos estábamos registrando por parejas.

Una vez registrados nos sentamos en el autobús que finalmente nos dejaría en el campamento. Amanda se sentó junto a mí, ya que somos compañeros de habitación. Note algo que hasta ahora no había visto, en su muñeca, había una pulsera de plata con un corazón delicado en el medio, luego seguía un pequeño cascabel y un corazón y un cascabel, y así hasta que llegaba al corazón del medio.

-¿Qué es eso? –Pregunte, sin ocultar mi curiosidad–

-Mi pulsera de pureza –Respondió como si fuese lo más normal del mundo–

-¿Pulsera de pureza? –Dije sin entender–

-Sip, emmm cuando... mi madre aún vivía–Empezó a explicar– Mi padre y ella me la dieron. Es un "símbolo" de pureza sexual.

Al ver la confusión plasmada en mi rostro, ella siguió hablando.

-Es decir, que reservare mis pensamientos y mi cuerpo para la persona que me ame y a quien yo ame–Dijo con franqueza–

-¿Cómo reservar? ¿No tienes... ya sabes... relaciones con ellos? –Dije con curiosidad–

Su cara se tornó roja y volteo rápidamente su cabeza a la ventana.

-Eh, no. Dios creo el sexo como un regalo para el matrimonio. Es algo importante, y no una cosa que puede hacerse a diestra y siniestra con cualquiera. Sé que quizás no me entiendas, pero miralo así: tú eres una manzana, y cada persona con la que tienes relaciones, es una mordida. Cuando compras una manzana, ¿Qué prefieres? ¿Una mordida o una entera?

-Una entera

-Si tienes relaciones sexuales desde ahora, cuando llegues a tu matrimonio, ¿cómo llegaras? ¿Entero o mordido?

Se hizo el silencio. Me sentí un poco inferior en este momento. Si yo fuera literalmente esa manzana, con todo el sexo que he tenido, ahora sería solo agujeros.

-Mordido–Dije con sinceridad–

-Además, somos jóvenes, ahora nos enamoramos y nos desenamoramos con facilidad, ¿Por qué no reservar esa parte de nosotros, tan especial, para alguien con quien de verdad queramos pasar el resto de nuestras vidas? ¿Crees que la persona que en realidad queramos y que sea "el amor de nuestra vida" deba conformarse con sobras?

Bofetada verbal. Sin saberlo, ella estaba hablándome a mí, directamente, a lo que yo hacía.

Supuse que ella era virgen. Y me pareció admirable.

Me quede pensando en cómo ella no encajaba en esta época.

-¡Hey! ¿Te pasa algo Gustavo? –Dijo Amanda chasqueando los dedos delante de mí–

Eh, Nada, nada de nada nada.

-Claro–Dijo sonriendo y mirándome con extrañeza–

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Llegamos al campamento, había un ambiente tropical, estábamos muy cerca de la playa y también había piscina con toboganes que se veían geniales, había motos acuáticas, lanchas y rapel.

Madre, creo que tienes un poco de razón en este momento...

-Gustavo, nuestra habitación es la numero 19–Dijo Amanda con tranquilidad–

Caminamos y resulta que no eran habitaciones como tal, sino cabañas, eran todas de madera.

Amanda abrió la puerta y vimos un cementerio de árboles, casi todo estaba echo de madera, excepto las cosas que no podían hacerse de madera.

¿Y si me enamoro de una Cristiana?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora