Capítulo 19: Todos merecemos una segunda oportunidad

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Amanda

-¿Quién es Daniel? –Preguntó–

Escupí el sorbo de jugo en su cara.

-Oh, lo siento, yo...–Estaba completamente apenada ahora–

¿Quién era Daniel?... Buena pregunta.

Daniel... Él era la razón por la cual yo tenía miedo a enamorarme de nuevo. Pero obviamente no iba a decirle eso a tavo, así que opte por decirle lo que paso con él.

-Él... ammm, él fue mi novio hace tiempo –Dije desviando mi mirada de la suya–

-¡Oh! Así que un ex. –Dijo mirándome fijamente–

-En realidad es más complicado que eso. –Dije en voz baja–

-¿Quisieras descomplicarlo para mí? –Dijo, dibujándome una media sonrisa, por sus ocurrencias–

Cerré mis ojos por un momento muy pequeño. De alguna manera sentía que estaba bien decírselo a tavo, así que continué.

-¿Te acuerdas que te dije que tenía una hermana? –Dije tanteando el terreno–

-Sí, lo recuerdo–Dijo él–

-Como te imaginaras, no es mi hermana de sangre... ehhh ella es hija de los señores Sheer. Bueno, el punto es que somos de la misma edad. Y hace tiempo, yo conocí a Daniel en la iglesia, nos empezamos a hacer amigos, él consiguió mi número y nos escribíamos todos los días. Él me pidió ser su novia, y aunque yo sabía que eso no era lo correcto aun, acepte ser su novia. –Hice una pausa para recobrar el aliento–

Él asintió, parecía muy interesado en mi historia.

-Eh, bueno mi hermana, también conocio a Daniel, ya que ella antes iba a la iglesia. Un día llegue a mi casa y ella estaba besuqueándose con él en nuestra habitación. Resulta que ella también era su novia y mientras él andaba conmigo, también andaba con ella. –Dije con mis ojos un poco cristalizados–

Tavo puso su mano sobre la mía, y la apretó suavemente.

-Continúa–Dijo sonriéndome–

-Le reclame... yo... llore mucho. Ni siquiera me afecto tanto que él me hiciera eso... me afecto, me afecto más.... –Solté un sollozo– lo que me afecto más fue... que ella desconfiara de mí. Ella dijo que era una zorra y que no me creía y se salió de la iglesia, solo para irse con él. Se fue de la casa, y... ya no me dirige la palabra.

A este punto ya algunas lágrimas habían escapado de mis ojos.

-Ella, no sabe lo maravillosa que eres... y el gran error que cometió–Dijo secando mis lágrimas–

Gustavo

No lo entendía. Definitivamente no entendía, como Mandi podía ser tan positiva, aun cuando le pasaban tantas cosas. Yo quería eso que ella tenía, quería esa felicidad, esa facilidad para perdonar... y aun peor, yo la quería a ELLA.

La quería a ella, pero no estaba seguro de poder merecerla.

Quería besarla ahora mismo, pero sabía que este no era el momento.

-Tavo... debemos ir arriba, quizás ya hay noticias sobre Santi–Dijo levantándose y sacándome de mis pensamientos–

-Ok–Dije­–

No puedo negar que me molestaba un poco que ella estuviese tan pendiente de Santiago, pero entendía que era importante para ella.

-Y... ¿Tavo? –Dijo ella de repente–

¿Y si me enamoro de una Cristiana?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora