Amanda
Una HERMOSA casa del árbol estaba frente a mí, más grande que las que había visto, y más imponente.
-¿Me perdonas? –Preguntó él con ternura–
¡Oh rayos! ¿Cómo podía molestarme si él era tan lindo conmigo?
-Mmm puede ser–Dije con picardía–
Él intensifico su cara de corderito.
-Bieeeen, te perdono–Dije sonriendo–
-¿Subimos?
-Naaah ¿Para qué? Solo caminamos hasta aquí para no subir. Mejor quedémonos aquí abajo, mirando nuestras caras–Dije con evidente sarcasmo–
-Oh bueno, si tú lo dices, entonces nos quedaremos aquí abajo–Bromeó–
-Bobo–Dije dándole un golpe cariñoso en el brazo– Vamos arriba.
-¡Hey! No me golpees, es doloroso–Dijo jugando–
Rodé mis ojos y le saque la lengua. Muy maduro... lo sé.
Subimos las escaleras en espiral y llegamos arriba.
Morí.
El techo era de vidrio, se veía el cielo azul y como caían las gotas de lluvia.
Había una mesa para dos, y sobre ella había panes, tostadas, panquecas, jugos, cereales, frutas...
-El desayuno está servido–Dijo con una sonrisa–
Me guío a la mesa y arrimo mi silla. Luego comenzó a servir cosas en mi plato.
-Wow, wow–Dije alzando mis manos– ya es suficiente. Voy a comerme como la mitad de esto. ¿Quieres engordarme, acaso?
Él rio sonoramente.
-¡Cielos! ¿Cómo es que siempre descubres mis planes malévolos?; mi nuevo plan era engordarte, matarte y luego comerte. Pera bah, ya lo adivinaste, así pierde la gracia.
-¡Eres un asqueroso! ¡Eso es canibalismo!
Él alzo las cejas sugestivamente.
Luego se sirvió también en su plato y se sentó. Después de bendecir los alimentos empezamos a comer.
Él miraba hacia mi dirección constantemente, había una intensidad en su mirada que nunca había visto; y él no se preocupaba por ocultarla. Esa intensidad me intrigaba en sobremanera.
Terminamos de comer y las palabras salieron solas de mi boca:
-Tavo–Lo llamé–
Luego me abofeteé mentalmente.
-¿Si?
-¿Por qué me miras así?
Deja de ser una estúpida Amanda....
-Así ¿Cómo? –Parecía confundido–
-Como... como si.... Como si yo...
-¿Cómo si tu...?
-Como si yo fuese lo más lindo para mirar.
-Porque eres lo más lindo para mirar.
Sentí el aire escapar de mis pulmones, y mi ritmo cardiaco se incrementó peligrosamente. ¿Cómo él podía afectarme de esa manera con simples palabras?
-Amanda–Llamó–
-¿Uhm?
-Creo que habrás notado para que te traje aquí...
-¿Para matarme? –Trate de bromear, pero estaba tan nerviosa que tenía tanta gracia como una babosa muerta–
Sonrió, y era una de esas sonrisas que me decía que lo siguiente me dejaría sin aliento.
-Me gustas.
Olvide como respirar, olvide como pensar y olvide como moverme.
-Sí, lo que escuchaste–él siguió– me gustas mucho, y en serio. Y es inútil que siga guardando mis sentimientos por más tiempo–Sonrió débilmente– Me gusta tu risa, me encanta el olor de tu cabello, y estoy tan seguro de que me gustas, como lo estoy de que respiro. ¿Sabes? Me gustas de esta manera en la que cuando estamos juntos, siento que no soy, ni eres, sino que somos uno.
Él se levantó y se puso de pie frente a mí. Yo no podía pensar, no tenía control de mi cuerpo. Tavo tomo mi mano y prosiguió:
-En pocas palabras: Estoy simplemente, irremediablemente e irrevocablemente enamorado de ti, Amanda Sheer.
Mi corazón se detuvo y luego volvió a la vida, amenazando con salir de mi pecho. Quería contestar que yo también sentía lo mismo, pero no podía hablar.
¡Gracias cuerpo! ¡Excelente momento para portarte estúpidamente!
Y entonces vi, lo que nunca había visto en tavo...
Él estaba nervioso.
Siempre que lo había visto irradiaba seguridad, incluso en los momentos de tristeza él parecía totalmente confiado. Lo había visto llorar, reír, coquetear, dormir y despertar, pero definitivamente nunca lo había visto nervioso.
-Dios–Dijo con voz temblorosa– al menos burlate de mí, pero di algo.
Gustavo
Me le había declarado.
Le dije todo lo que sentía, bueno, todo lo que se podría expresar con palabras.
Ella no decía nada, y mi corazón galopaba salvajemente en mi pecho.
Yo nunca había estado tan nervioso por algo como lo estaba por su respuesta.
-Dios–Mi voz temblaba– al menos burlate de mí, pero di algo.
-Wow–Y eso fue todo lo que dijo–
Abrió la boca para decir algo más, pero no lo dijo.
Sentí como la frustración se metía en mi corazón, poco a poco. Yo no le gustaba, seguramente era eso, y ella era tan buena que no quería burlarse de mí, ni herir mis sentimientos.
-Eres tan buena–Mi voz tenía un tono nostálgico– ni siquiera eres capaz de rechazarme. Si no te gusto yo...
Mi frase fue interrumpida por la pequeña mano de Amanda sobre mi boca.
-Yo–Soltó una risita nerviosa–
Bajo la mirada hacia sus piernas, su sonrojo era visible desde aquí. Luego negó levemente con la cabeza y levantó su mirada con determinación.
-Si me gustas.
Todo mi ser se removió, y pude sentir mi corazón latir en mis oídos.
Solo la mire, y me enamore de nuevo.
**************************************************************************************************
OH SI.
NO TIENEN NI IDEA DE CUANTO TIEMPO LLEVO ESPERANDO PARA ESCRBIR ESTE CAP.
¡¡¡Ellos se aman!!! *Grita y da vueltas en círculo por toda la habitación*
SEAMANSEAMANSEAMANSEAMANSEAMANSEAMANSEAMANSEAMANSEAMANSEA.... Ok ya e.e
Pero esto no es todo.... Se avecinan cambios... y cosas inesperadas. *Sonríe malévolamente*
Oh mis niños, no sabrán quien los golpeo :c
–Unicornio♥
ESTÁS LEYENDO
¿Y si me enamoro de una Cristiana?
Novela JuvenilGustavo es un chico manipulador, lindo y rico que siempre obtiene lo que quiere, bueno... casi siempre. Lleva una vida desenfrenada de lujos, vicios y placeres. Sin embargo estas vacaciones no serán lo que él planeaba... ¿Y si llegase a enamorarse d...