¿Y si me enamoro de una Cristiana?

Capítulo 3: Una noche loca

Llegue a la esquina que había acordado con Ester, y allí estaba ella esperándome con los brazos cruzados.

Llevaba puesto un abrigo larguísimo y eso me sorprendió, se montó en la camioneta y cerró la puerta con un fuerte y sonoro portazo. En otra ocasión me hubiese molestado, pero en esta, decidí... solo dejarlo pasar.

Ella se volteo y espere ver una cara de pocos amigos, como la que tenía hace 5 segundos, sin embargo, una sonrisilla se asomaba en su boca, tratando de ser reprimida. Me pregunte el porqué de su reacción, y cuando iba a preguntárselo, ella se aclaró la garganta, trato de parecer lo más seria posible y comenzó a hablar.

-¡A qué viene todo esto! –Dijo con expresión dramática–

-¡Llegas tarde! ¡¿Y crees que por ponerte eso me voy a alegrar?! –Dijo con fingida indignación–

No entendí que me quería decir, pero como apuntaba con su dedo a mi pecho, baje la mirada y allí estaba la razón...

Comencé a reír sin poder para, estaba tan apurado al vestirme, que tome una camiseta de ella que decía: "Soy sexy, azotame". Me veía REALMENTE ridículo con esto puesto...

Con razón me costó ponérmelo...

Ella chasqueo los dedos delante de mis ojos, y allí recobre la compostura. Le esplique lo sucedido, le dije que lo sentía y puse mi mejor cara de perrito regañado, hasta que me perdono.

Llegamos a la casa y ella se quitó su abrigo, quedando en un simple brassier y una falda ajustada, sin perder el tiempo, me beso apasionadamente en el cuello, subimos las escaleras besándonos y tropezando.

Llegamos a mi habitación sin aire, por nuestra sesión de besos, mi mano comenzó a bajar por su espalda hasta dar con el broche de su brassier y lo solté, ella ya me había despojado de mi camisa y bajaba hacia mi pantalón.

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Desperté con el sonido de golpes en mi puerta, Ester estaba a mi lado, una sábana cubría su desnudez; me levante y me puse unos calzoncillos y unos shorts, los ruidos de mi puerta seguían, la abrí y allí estaba mi madre.

-Te dije que me esperaras despierto cariño–Dijo–

-¿Qué hora es? –Pregunte–

-Son las 11. Baja cielo, tengo algo que hablar contigo–Dijo relajada–

Me sorprendió su actitud, estaba calmada, y eso era bueno, tal vez lo que tenía que decirme no era tan importante después de todo.

Mi madre ya había bajado y estaba esperándome en el comedor (Ya que la sala estaba vuelta un desastre). Me senté, ella tomo un respiro y comenzó a hablar:

-¿Tienes hambre? O ¿Ya cenaste? –Dijo–

No me gusta que le den vueltas a las cosas, y mi madre lo sabía, sin embargo era justo lo que ella estaba haciendo.

-Habla Mamá, sabes que odio que le des vueltas a las cosas–Dije con seriedad–

-Okay–Dijo ella a la defensiva–

-Cielo... sé que planeas disfrutar estas vacaciones al máximo, y que quieres salir de vacaciones al máximo, y que quieres salir con tus amigos y tu novia Ester, y lo entiendo...–Dijo pausadamente– Pero te voy a pedir que me entiendas a mí una vez por favor–Dijo cambiando su voz a una un poco más autoritaria–

Yo solo la miraba fijamente

-Hay un... ligero... cambio de planes.... –Dijo mirándome–

No me gusto como sonó eso, en ningún sentido... yo sabía que los "ligeros" cambios de planes de mamá eran todo, menos "ligeros". Sin embargo solo asentí.

-Estos últimos dias... emmm me han ascendido en el trabajo, sin embargo, para terminarme de ganar ese cargo... ammm este, he tenido una condición–Dijo con un poco de nerviosismo al final de su voz–

-¿Qué condición? –Pregunte de un no muy buen humor–

-Tengo que... trabajar todas las vacaciones fuera del país... así que... como eres menor de edad... eh, yo no puedo dejarte solo... por, por eso... he pagado un campamento en Hawái para ti–Dijo con un poco de nerviosismo y añoranza en su voz–

Estaba sorprendido...

MUY sorprendido.

¡¿Qué demonios le paso a mi madre por la cabeza para hacer eso?!

-¡Que tu... ¿Qué?! –Dije con ira– ¡Qué diantres! Mamá ¡¿Cuántos años crees que tengo?! ¡¿Cinco?! –Dije sin ocultar la molestia en mi voz–

-Cariño... será divertido... decía que era para chicos de tu edad...–Dijo tratando de calmarme–

-¡No! ¡De ninguna manera! No voy a ir a ninguna parte. ¡Me voy a quedar aquí te guste o no! –Enojo puro destilaba de mi voz– Además... ¿A qué viene todo esto? Todos los dias estoy aquí ¡Solo! ¡Vivo prácticamente solo! Desde que papá murió ya casi no te veo... ¡¿Y dices que no se cuidarme solo?! ¿Desde cuando eres una madre tan responsable? –Dije con rabia y sin medir mis palabras–

Al mirar el rostro de mi madre, solo vi dolor reflejado, una lágrima rodo por su mejilla y ella la seco rápidamente.

-Pensé que quizás por una vez, me podrías entender, y podrías pensar en alguien más que no fuera en ti. Pero veo que no–Su voz se quebraba al decir cada palabra–

Inmediatamente ella cambio su expresión a una de dureza.

-Alista tus cosas, mañana te vas de campamento, te guste o no–Dijo sin mirarme, y con voz áspera–

Se fue hacia su habitación dejándome solo, enojado y sintiéndome como una basura por hacerla llorar.

Fui a mi habitación y comencé a empacar todo lo que pude pensar que sirviera para ese dichoso campamento...

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Holi! En multimedia Ester (Si agarro xd)