Amanda
-¿Qué le pasa a Santiago? –Volví a preguntar, estaba entrando en pánico–
-Él...–Dijo tavo, sin aliento, al parecer había venido corriendo hacia acá–
-¿ÉL QUÉ? –Dije con lágrimas en mis ojos–
-Esta...–Dijo aún con voz agitada–
Corrí hacia él, lo tome por los hombros y grite:
-¡¿ESTÁ QUÉ?! –Mi voz salió quebrada–
Él se enderezo. Respiro agitadamente, hasta calmar su respiración. Me estaba matando, tenía los nervios de punta, estaba sudando frio, sentía mi respiración en mis oídos.
-¡Calmate! –Dijo abriendo los ojos–
Las lágrimas se estaban volviendo inaguantables, y tenía un nudo en mi garganta.
-¿Qué paso con Santi? –Dije casi sollozando–
-Él... está despertando–Dijo acunando mi cara entre sus manos–
-¡¿Dónde está?!–Dije exaltada–
-400–Dijo sonriéndome–
Salí corriendo y tome el elevador. Mi corazón martillaba dentro de mi pecho, las lágrimas saltaron fuera de mis ojos, pero eran de felicidad.
390...395...397...400. Entre de repente y allí estaba.
Su cabeza estaba vendada y tenía una bata de hospital. Sonrió al verme entrar, era una de sus sonrisas espontaneas y torcidas. Me acerque sin decir una palabra, de mi garganta no salía nada. Lágrimas de felicidad cubrían mis mejillas.
Estaba al lado de su camilla, él tomo un mechón de mi cabello y comenzó a enrollarlo en su dedo. Luego de unos segundos lo dejo en su lugar.
-Salir a desayunar con ustedes va a matarme. –Dijo sonriéndome–
Un sonido como de risas con sollozos salió de mi garganta. Estaba llorando y sonriendo al mismo tiempo. Me abalancé con cuidado a él y lo abrace.
-Por tu culpa casi se acaban mis lágrimas Pullman–Dije jugando–
Él solo sonrió.
-Ni siquiera sirvo para protegerte–Dijo amargamente–
-¿Qué dices? ¡Pusiste tu vida en riesgo solo para protegerme! ¡Eso solo lo hace un verdadero amigo! –Dije enfadándome un poco por su reacción–
.Claro... un amigo–repitió– Nunca vas a verme con otros ojos... ¿Verdad? –Dijo sonriendo tristemente–
-Ahhh yo...–Nisiquiera podía culminar mi frase–
-¿No tengo nisiquiera una oportunidad? –Dijo mirándome con un brillo de esperanza en sus ojos–
-Yo no lo sé –Respondí sinceramente–
-Bueno, no has dicho que no, así que...–Él no había terminado de hablar cuando, entro Tavo–
Tavo se puso detrás de mí, y poso sus manos en mis hombros, dándoles un suave apretón.
-Es por él ¿verdad? –Dijo Santi mirándome y luego mirando a Tavo–
Ese incomodo momento cuando tu mejor amigo te pregunta si no tiene oportunidad contigo, por el chico que está detrás de ti...
-Ahhh yo...
Y Salí corriendo. Como la persona tan normal que soy... ¡Salí corriendo!
¡Eres una genia Amanda! ¡Qué genial forma de salir de los momentos incomodos! Ahora... ¿qué harás cuando los veas?
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¿Y si me enamoro de una Cristiana?
Teen FictionGustavo es un chico manipulador, lindo y rico que siempre obtiene lo que quiere, bueno... casi siempre. Lleva una vida desenfrenada de lujos, vicios y placeres. Sin embargo estas vacaciones no serán lo que él planeaba... ¿Y si llegase a enamorarse d...