57.- Te deseo, me deseas

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Pov tu

Había pasado el tiempo viajando a través de las sombras supervisando a los hombres del otro barco mientras barba negra y sus hombres armaban el campamento. Al caer la media noche ya sabía lo que mañana al anochecer haría, ningún hombre en de ese barco era semidiós, eso me facilitaba las cosas.

Las bodegas tenían dinero, el suficiente para que barba negra estuviera satisfecho. Dando por terminada mi expedición, subí a lo más alta de la isla en busca de m tripulación. Tristemente estaban celebrando ya, tendría que informarles de mis descubrimientos al amanecer, lo único que podía esperar de ellos ahora era olor a licor emanando de sus bocas.

Barba negra: No estoy borracho aun – habló mientras se acercaba a mí – ya sé que detestas unírtenos, pero quizá quieras llevar tu propia fiesta – dijo aventándome una botella

La atrapé en el aire y negué con la cabeza

Barba negra: ¿Qué?, ya tienes edad para beber – se excuso

Tu: ¿Dónde está mi tienda de acampar? – dije sin prestarle atención

Barba negra: Alejado de mis hombres, tal como lo pediste.

Tu: Bien, nos vemos al amanecer

Camine camino a mi tienda e ingresé en ella, estaba lo suficientemente lejos de su ruido, pero lo suficientemente cerca para poder observarlos desde algún árbol. La tienda estaba equipada con lo básico, una litera para pasar la noche y una mesa donde dejar las cosas.

Me quité mi capa y tomé la botella que me dio barba negra para salir de la tienda y subirme en un árbol. Desde aquí podría vigilar que nadie se acercara a molestarme y, de paso, probar algo de lo que tanto les gustaba beber

La vida entre piratas era algunas veces como una hermandad, pero había de todo, personas de confianza y traidores. Y algo que nunca debe faltar en sus fiestas, licor y mujeres. Aunque en este caso se contentaban con licor.

Descubrí que era ron lo que había dentro, tosí un par de veces y espere a que se me pasara la primera impresión. Digamos que el alcohol fue un buen relajante luego de un rato, así que seguí bebiendo de poco en poco. Vivir entre piratas no era lo mejor, pero me gustaba poder hacer las cosas sin reglas encima, tal como ellos vivían.

Nico: No sabía que fueses tan partidaria de la bebida, aunque no me sorprende, te vi borracha varias veces

Me tensé de tan solo oírle y todos mis sentidos volvieron a encenderse. Esto tenía que ser una broma, ¿es que Percy no podía vigilar nada por un momento?

Tu: ¿Qué diantres haces aquí? - baje la vista hacía el suelo

Nico: Creí que podía ayudarte en algo, pero ya vi que se han tomado la noche libre. Pudiste decir que harían una fiesta, estoy seguro que Percy desearía verlo, y ni qué decir de Thomas, sobre todo ver esta faceta tan descarada de ti – sonrió con diversión – seguro que le da algo al verte tomar – asintió divertido

Tu: Por favor, le daría lo mismo que a ti. Dime, cuán difícil te es aguantarte el no venir y quitarme la botella para luego echarme encima un discurso sobre qué tan malo es beber – sonreí con burla

Curvo los labios hacían arriba y se encogió de hombros

Nico: Llevo mucho tiempo conociéndote para saber que no me interesa

Rodé los ojos, y a los pocos segundos ya lo tenía a mi lado. Me quitó la botella, pero no precisamente para evitar que bebiera, sino para tomar de ella y luego devolvérmela.

Tu: ¿Y esa fue tu acción rebelde del día? Estoy impresionada – alcé las cejas sarcástica

Nico: No esta tan mal, pero he probado mejores – se encogió de hombros

Amores y secretos de la guerra (Nico di angelo y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora