Amores y secretos de la guerra (Nico di angelo y tu)

11.- El secreto de Nico

Pov tú

Miré a la noche a través de la ventana de la habitación de Venus, parecía que se había vuelto el único lugar en el que podía respirar en paz. Si antes me parecía aburrido y monótono la vida en el campamento Júpiter, ahora la anhelaba más que nada. Que equivocada había estado al juzgar ese lugar sin poner mucho de mi parte para que llegara a gustarme.

- No luces muy bien - la voz de Venus me interrumpió - y no lo digo por tus ojos. Parece que te hubieran clavado un puñal en el estómago.

- Podría decir que así fue - suspiré sin apartarme de mi lugar - o quizá fui yo quien apuñalo a todos.

- Es interesante cuanto puede atormentarte el tener solo un poco de consciencia. - siguió - pero no tienes que preocuparte. Estoy segura que ellos entienden lo que pasa

- No - sacudí la cabeza - tú no lo entiendes. Tu no viste como me miraban. Les he decepcionado al igual que a mi tripulación - apreté el marco de la ventana con mis manos - parece ser un círculo vicioso el que arrastro. Todos los que me aman, solo viven para arrepentirse de hacerlo.

- Tienes que darles algo de tiempo - trató de animarme - nadie esperaba encontrarte así, le sorprendería a cualquiera.

- Sé lo que deben estar pensando, que debí aguantar más, que quizá yo realmente quería esto - casi sonreí ante lo absurda que era la idea

- Pero esa no es la verdad - le vi fruncir el ceño cuando voltee a verla - estas luchando a pesar de que sabes que sería más fácil cederle el control a la bendición de Hades. Conseguiste mantener al monstruo encerrado dentro de ti, y ahora tienes que asegurarte de que permanezca encerrado. Tienes muchas más razones que antes para hacerlo.

Lo sabía, estaba muy al tanto de que mi situación era frágil en estos momentos, pero luchaba en contra de mis instintos y era un gran apoyo el amor que sentía hacía mi hermano y Nico tanto como la razón que me había traído aquí en primer lugar. Pero era difícil, algunas veces podía sentirme olvidando todo eso, más ahora que ellos estaban aquí sería de gran ayuda.

- No romperé mi promesa - le miré - eso puedo asegurártelo. Tú y el resto saldrán de aquí, aún si eso significa que yo debo de quedarme en su lugar.

- Realmente espero que no tenga que llegar a tanto - suspiró recostándose en la cabecera de su litera

- Me voy, no quiero levantar más sospechas si me ven aquí - dije caminando hacía la puerta - mañana será un día muy pesado

- _____.... - me llamó haciendo que volteara a verle

No me miraba a la cara, parecía estar pensando lo que quería decir

- Solo...recuerda que tu destino no siempre está completamente regido por una profecía. Depende mucho de ti también

Fruncí el ceño confundida, pero el aura de Nico me distrajo de seguir hablando. Mis poderes habían vuelto y sentía que estaba cerca de aquí, me estaba buscando y no podía permitir que hiciera ninguna tontería al encontrarme aquí.

Le envié una última mirada a Venus y salí sin decir nada.

Me transporté en viaje sombra hasta donde sentía que Nico se encontraba, fue a una torre lejos de donde estaba la habitación de Venus, le vi doblar en una de las esquinas y le seguí en silencio ocultando mi aura. Damián y Rebecca, los guerreros más cercanos a Janine, ya les habían mostrado sus habitaciones, pero estaba claro que quería una explicación de mi parte.