82.- El castigo oculto

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Un par de horas después, luego de haberme duchado, salí de casa rumbo a la fogata que ya deberían de estar armando. Cuando llegué al centro de la ciudad pude ver como la reunión a la que Nico había ido acababa de terminar, dejando a todos salir del principia, cerca de ahí estaba el prototipo de fogata que algunos hijos de Minerva armaban con ayuda de los de Apolo.

Visualicé a Percy junto a Annabeth al tiempo en que Nico me vio a mí y, ignorándole por completo, me dirigí hacía mi hermano.

- No luce tan mal, casi y podría decir que se asemeja al que tenemos en el campamento Mestizo - comenté parándome a su lado

- Y eso es lo más amable que has podido decir - sonrió al verme - creo que vamos mejorando

Rodé los ojos y observé como Annabeth terminaba de darle unas indicaciones a un hijo de Apolo

- ______, que bueno que llegas, esto está casi listo - sonrió emocionada, aunque con un par de cabellos sueltos por el trajín del día

- Si, justo le decía a Percy que esta bonito - asentí - las personas no deben tardar en llegar

- Sí, hay que poner algunos ajustes, pero gran parte ya está completado - abrió un pequeño pergamino de lo que supuse eran los planos

En verdad me sorprendía su capacidad de creación.

La fogata era enorme y en forma de pirámide con fuego ardiendo al medio dentro de un platillo de... ¿pueden adivinarlo?

Exacto, oro imperial.

Obviando como me sentía respecto a eso, Percy y yo caminamos alrededor de la gran fogata buscando un sitio en el que sentarnos. Todos los alrededores estaban llenos de cojines para quienes llegaran.

- ¿Lista para sorprender a todos con tu nuevo trabajo? - Percy sonrió cuando nos sentamos en medio de la fogata

- No pensarás que estoy emocionada por eso, ¿cierto? - arqueé una ceja

- Eeh...si, digo no... - seguí mirándole fijamente - es decir, ¿tal vez?

- Ay, Percy. Gracia a los dioses que no te subiste a mi barco solo - suspiré - Odio el trabajo en la biblioteca, el problema es que no hay nada más que pueda hacer aquí - me encogí de hombros - es aburrido no hacer nada

- Oh, pero ¿por qué no lo dijiste antes?, yo mismo te habría ayudado a buscar algo más

- No lo sé, supongo que todos han estado ocupados con todas estas remodelaciones

- Buscaremos algo que se adapte a ti, te lo aseguro - sonrió dándome confianza, pero el momento se acabó cuando Nico apareció junto a Hazel y Thomas

- Ah, no me dijiste que esto era una pijamada, Percy - comenté mirando la túnica negra de Nico, sabía que la odiaba. - En todo caso, creo que te equivocaste de pijama, cariño. Si mal no recuerdo la tuya tiene calaveritas encima

- ¡______! - exclamó avergonzado a lo que los demás rieron

- Calaveritas - rio mi hermano - puedo imaginarlo

- Apuesto lo que quieras a que tus pijamas son de pececitos - contraatacó mi novio, aunque no eso no hizo menos hilarante el asunto

- ¡Hey! - se quejó Percy - No me metas en tus problemas con mi hermana

- ¿Por qué será que ustedes siempre andan peleando? - intervino Hazel mirándome

- No estoy molesta - me encogí de hombros a lo que Thomas rio

Amores y secretos de la guerra (Nico di angelo y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora