Amores y secretos de la guerra (Nico di angelo y tu)

26.-El perdón y el castigo

Aviso: Como saben, esta novela tiene algo hot en la trama es por esto que este capítulo contendrá un poco más de lo que normalmente se ve, o al menos es así como lo veo. Por eso mismo les aviso antes de que empiecen a leer en caso alguien quiera saltearselo ;)

Pov tu

- Estoy demasiado cómoda como para salir - me quejé desde mi posición en el mueble - ve a comprar tu solo

- Tienes que ir conmigo - insistió poniéndose el abrigo encima - nunca sé cuál es la diferencia entre ciertos productos y Annabeth me mataría si traigo los equivocados

Gruñí levemente, pero me levanté del mueble y comencé a colocarme mi abrigo ya que el vestido no era de mucha ayuda

- Tienes suerte de que quiera pasar tiempo contigo - dije caminando hacia la puerta

- Te aseguro que me lo agradecerás - sonrió abriéndome la puerta

Bajamos al centro de la ciudad camino a las tiendas ya que al parecer mi hermano y su novia estaban a punto de decorar la casa para las fiestas. Los ciudadanos aún no empezaban a decorar nada por lo que suponía que estaban esperando a que hiciese más frio por aquí.

- Percy, a no ser que hicieran el campamento más grande - ladee la cabeza - me parece que ese no es el camino

- Yo creo que es el camino correcto - dijo sin voltear a verme

- Hmm, no me parece, nos estamos alejando de la ciudad en vez de ir a ella

- Es parte de la ciudad - dijo alzando el brazo - mira, ¿Qué no ves las luces?

Alcé la cabeza y, tal como dijo, había luces a lo lejos, pero no creía que fueran de tiendas o casas. Si no me equivocaba, estábamos yendo al jardín de Baco.

- Definitivamente no estamos de camino a la ciudad - dije comenzando a detenerme - te has equivocado, iremos al jardín de Baco si seguimos por ahí

- Oh, pero entonces significa que es el primer lugar de la ciudad que están decorando - me miró animado - vamos, démosle un vistazo - retrocediendo para tirar de mi brazo al ver que me detuve

- No lo sé...quiero volver a casa rápido, Percy - hice una mueca - hace frio

- Vamos, desde cuando tú tienes frío - rodó los ojos - no nos tomará mucho tiempo

Resoplé resignada y dejé que tirará de mi hasta la pequeña caseta de color blanco con tejas rojas arriba, donde habían bancas en las que te podían sentar a admirar las estatuas y las flores. La caseta era la que estaba decorada con luces amarillas y solo entonces sentí que en realidad no éramos los únicos ahí. Nico estaba en el centro de la caseta claramente esperando por nosotros

- Eres más astuto de lo que pareces - voltee a ver a mi hermano cruzándome de brazos - te pidió que me trajeras

- Solo escucha lo que tenga que decir, ¿de acuerdo? - pidió - no tienes que perdonarle ahora. Volveré dentro de un rato

Y con eso, se fue por donde vino dejándome con Nico aún sin moverse de su posición.

- Usar a mi hermano no va a funcionarte esta vez - le miré enfadada - mucho menos haberme traído a este sitio - caminé hasta estar al centro de la caseta

- Decoré este sitio para ti - dijo tomándome por sorpresa - por supuesto que tuve algo de ayuda por parte de Jasón y Leo - se acercó hasta estar frente a mí