71.- Desenterrando un tesoro

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Pov tu

Desperté con una leve luz a través de la cortina de la ventanilla de mi camarote. Gemí al recordar que día era. Hoy entregaba lo que tanto me había costado conseguir, era como si estuviera colaborando con la recuperación de Roma y eso me ponía de muy mal humor.

Me levanté de mi cama y alisté sin hacer mucho ruido, mi hermano y el resto ya deberían de estar desayunando. Sin embargo, decidí saltearme el desayuno y fui a cubierta. No tenía ánimos de hablar con ellos tan temprano.

Mas subir a cubierta no mejoró mi estado de ánimo, frente a mi tenía nuestra última parada antes de dirigirnos a New York. Las islas canarias estaban diferentes a como las recordaba

- Creí que te gustaría ver que llegamos aquí en tiempo record – habló barba negra desde su posición en el barco

- Por primera vez estoy enfada porque lo hayas hecho – le vi mal a lo que él se congeló en su sitio – descuida, no voy a matar a nadie por eso – resoplé bajando hacía las islas por la escalera que habían desplegado

Miré hacía la civilización, había crecido en turismo y remodelación, eso se lo concedía. 'Pero no tenía tiempo para ello, estaba aquí por una cosa y me iría luego de conseguirla. Y eso se encontraba en el bosque lejos de la civilización.

- Empieza a abrir esas bodegas, viejo. Ha llegado la hora de llevarme conmigo mi parte del trato – voltee a verle desde la arena, abrió la boca un tanto sorprendido, pero se recompuso y dio las ordenes a sus hombres

Sabía que sospechaba las razones por las que anoche le obligué a cambiar de rumbo hacía aquí, pero sabía que no esperaba oír que toda mi parte del oro imperial seguía aquí, completamente intacta.

Sopesé la idea de ir yo sola en su busca, pero la presencia de mi hermano y el resto me detuvo. Sabía que quisiera o no, no me dejarían ir sola. Ya sea porque estaban curiosos de ver en donde lo escondía o porque no confiaran que fuese a traerlo todo. Y debo admitir que esa última opción me tentaba demasiado.

- ¿Es que siempre desayunan así de rápido? – les hablé desde abajo

- Yo sigo hambriento, pero tu ausencia nos alarmó a todos – respondió mi hermano

- Oh, no es para tanto. Mi enojo no es con ninguno de ustedes dos – le señalé junto a Thomas - o el resto de la tripulación

- Nico solo está tratando de ayudar – Percy trató de apoyarle

- Estoy consciente de ello y ya lo hemos discutido, como pueden ver – señalé la ciudad – las islas canarias, tal como lo pidió. Ahora, si me disculpan tengo un tesoro que desenterrar y me tomará mucha fuerza de voluntad y tiempo hacerlo – les vi mal

- Aun estas en etapa de negación, pero está bien. Nos lo agradecerás al final – Percy comenzó a bajar del barco – y creo que no hace falta mencionar que queremos ir contigo

- Acabas de hacerlo – rodee los ojos – y no creo que sea buena idea

- Solo estamos siendo amables, ya sabes que Nico rastrearía....

- Antes de que termines esa oración, quizá debas de recordar lo que pasó hace dos días. – dije haciendo referencia al momento en el que cubrí mi aura de Nico antes de aparecer con Androgeo

Abrió la boca queriendo replicar, pero sus inteligentes comentarios se habían agotado. Nico negó con la cabeza mientras Thomas los veía confundido y sonreí triunfante

Amores y secretos de la guerra (Nico di angelo y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora