Amores y secretos de la guerra (Nico di angelo y tu)

33.- El primer encuentro romano

Mare nostrum – 9:00am 26 de diciembre de 1945

Pov tu

Hace media hora habíamos zarpado de la isla de Barba negra, cada uno en sus respectivos barcos. Mi tripulación seguía ocultándose en las cubiertas inferiores, había enviado a Androgeo a revisar lo que esos piratas decían.

Yo me encontraba en mi camarote, amarrando mi cabello en un moño cuando sentí que tocaron la puerta

Tu: Entra

Androgeo: Mi señora, tengo buenas noticias – dijo traspasando la puerta

Tu: Como has conseguido tocar? – dije viéndolo

Androgeo: En realidad lance un copa hacía aquí, ya sabe, no quería traspasar su privacidad – dijo inclinándose

Tu: Vas aprendiendo – dije divertida – bien, cuáles son esas noticias – dije viéndome en el espejo

Androgeo: El capitán de ese barco les ha hablado a sus hombres sobre el trato que hicieron, muchos se han emocionado, otros no están tan confiados pero le seguirán de todos modos. No he visto intención de traicionarla, sin embargo, muchos dudan de sus habilidades debido a…no es por ofenderla, pero su edad para ellos no es apropiada.

Tu: Sí, sé que eso no ayuda a mi credibilidad pero ya habrá tiempo de demostrarles que para tan corta edad, lucho mejor que cualquiera de ellos. Si busque su ayuda, es solo porque necesitare muchas manos para acabar con varias ciudades, pero tan pronto cumpla los 16 ya no me harán falta.

Androgeo: La profecía, sí, aun no sé qué es lo que planea pero supongo que nunca haría algo que afectara a los griegos, verdad?

Tu: Claro que no, simplemente he dramatizado con ello para espantar a mi padre. No me importa dicha profecía, lo que más quisiera es evitarla, quizá por aquí pueda encontrar una manera, no lo crees? - Dije viéndolo

Androgeo: Absolutamente, estaré atento a lo que mis fuentes fantasmales me dicen

Tu: Perfecto, es hora de hacerles una visita a nuestros nuevos amigos

Salí de mi camarote subiendo mi capucha y subí a cubierta, pero me lleve una sorpresa al encontrar a un barco más en el mar. Este se veía mucho más formal que el de barba negra, agudicé mi vista y pude notar oficiales uniformados en ese barco, romanos.

Corrí hacía un costado del barco mientras observaba como Barba negra daba órdenes a su tripulación, analicé la situación, el barco por ahora solo se fijaba en ellos, tenían armas hechas de oro imperial lo que me llevaba a pensar que sus almacenes debían de estar mucho más repletos. Sonreí, este sería el primer paso para la venganza.

Androgeo: Romanos, marinos romanos- dijo materializándose a mi lado

Tu: Pero que haces, te van a ver

Androgeo: No pude evitar querer mirar, que es lo que haremos?, quieren el barco

Tu: No, primero quieren el barco del viejo, quizá después vengan a por nosotros pero no les daré el gusto con ninguno.

Androgeo: Que hará?

Tu: Solo observa, es aquí donde empieza mi plan

Tome una de las sogas del mástil y lo corte haciendo que me impulsara hacía arriba, me detuve detrás de las velas mayores y camine por los palos que las sostenían. El barco de barba negra ya había empezado a lanzar cañones, la distancia entre ambos no era mucha pero quería pasar desapercibida así que su viaje sombra, una vez dentro del barco, con todos moviéndose de un lado a otro sin notar mi presencia, camine hacía donde estaba el viejo.