4.- La misteriosa semidiosa

1K 124 5
                                    

Pov Tú

Debo decir que esta vez Venus demoró en irse, casi y creía que podría acercarme y tener una charla civilizada con ella como lo pensé en un inicio.Pero se puso alerta pasada la media noche. Charles siguió labrando su camino entorno a ella, a lo cual me permití reír cuando ella le dejó sin dar explicaciones.

Rápidamente me puse en marcha, corría con la suerte de que no utilizaba la transportación, cosa que también me parecía un misterio. Con algo más de esfuerzo esta noche contestaría a todas mis preguntas.

Apresuré el pasó en cuanto le vi usar el ascensor, aquí le llevaba ventaja con el viaje sombra por lo que aproveché en quitarme los zapatos y cambiarme de ropa. Llegué a tiempo al final de la torre para verle salir del ascensor a toda velocidad. Reparó en mi presencia, lo que dio aún más la alerta y comenzó a correr. Fruncí el ceño por su elección de escape, pero no lo pensé mucho ya que me lo dejaba más fácil.

Debido a la cantidad de gente en las calles me transporte hacía el techo de los edificios alrededor, de esta forma podría tener una mejor vista de a dónde iba. He de admitir que era más difícil correr por encima de la ciudad ahora que estaba modernizada. Las distancias al salarte de edificio en edificio eran inmensas que me veía obligada a usar viaje sombra, pero eso no me detenía. También me recordaba a los viejos tiempos, claro que en ese tiempo perseguía romanos en busca de venganza, pero tenía la misma destreza que cuando era una niña.

Con un solo parpadeo ya le había perdido de vista, maldije internamente y casi detuve mi paso, pero un brillo captó mi atención arriba de un edificio más adelante de mí. Había usado su transportación, extrañamente no la llevó tan lejos como esperaba, mas no podía arriesgarme así que hice un viaje sombra para acercarme más. Aparecí en su mismo edificio, un tipo de invernadero, y me desconcerté cuando no la vi por ningún lado, no podía haber desaparecido sin que la viese por lo que intenté mirar a mi alrededor, pero no encontraba señal alguna.

Su vestido era una buena forma de reconocerla, podía cambiar su apariencia, pero su ropa seguiría siendo la misma. Desafortunadamente no veía el brillo de su vestimenta por ningún lado. Entonces decidí usar mis sentidos, si no había desaparecido, significaba que estaba cerca.

Traté de captar su aura por encima de todos y me llevé una sorpresa al sentir su presencia dentro del invernadero. Me dirigí con cuidado hacía allí, el lugar estaba a oscuras y las plantas hacían difícil ver el camino, pero su aura fue la que me guio al final del pequeño invernadero y me llevé una sorpresa al verla escondida detrás de unas bolsas de abono.

- Debo admitir que ha sido fácil - hablé consiguiendo que me mirara - pero no presiento nada bueno de esto

- Mejor que me atrapes tú a que lo haga ella - pareció casi aliviada de verme

Fruncí el ceño a su comentario y antes de que pudiera formular pregunta alguna, un aura me indicó que no éramos las única aquí. Venus pareció notarlo también y su expresión denotaba un miedo que no creía posible en un dios.

- Tal parece ser que he encontrado a mi diosa fugitiva - la voz se acercó más hacía nosotras, dando paso a la forma de una chica - lástima que trae consigo una acompañante. Parece que irás con nosotras también.

- ¿Quién eres? - me puse a la defensiva

Era tan alta como yo, pero llevaba un vestido largo con mangas largas que me recordaba a los de mi época. Alrededor de su cintura estaba su cinturón con varios tipos de dagas y uno vacío que pertenecía al de su espada. Su cabello era negro y lacio, pero no podía ver bien su rostro debido a la falta de luz.

Amores y secretos de la guerra (Nico di angelo y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora