20.- Una oportunidad

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Pov tu

Solo estuve frente a ella unos minutos, al levantarme volví  a poner mi capucha y camine hacía donde había dejado a las chicas y volvimos a casa lo más rápido que pude, lastimosamente tuvimos que pasar cerca de algunos lares, nadie vio mi rostro pero por sus expresiones supe que habían notado mi rastro, todo mi rastro aun debía emanar muerte. Solo escuche la palabra graecus y camine mucho más rápido entre ellos. Una vez cerca de casa estaba por entrar cuando escuche la voz de Percy.

Al voltear le vi corriendo hacía donde yo junto con Jasón y…Nico, a este último no lo había visto desde ayer y justo ahora recordaba que le había besado, estaba tan preocupada por mis cosas que no me detuve a meditar mucho más lo que había sucedido entre nosotros. Él debía de estar esperando alguna respuesta pero…no tenía ninguna.

Percy: Dioses, que bueno verte – dijo abrazándome – estás mejor

Tu: Sí, eso creo – dije sonriendo – solo salí a tomar algo de aire

Percy: Porque mientes – dijo separándose – estuviste en el altar de Tyche

Intente ocultar mi sorpresa y solo sonreí

Tu: Oh, tu, viste eso. Bueno, también fui por allí, estamos a pocos días de su gran celebración, quería honrarla un poco

Percy: Recuerdo que mientras estabas desmayada le pedías disculpas, porque?

Tu: De verdad? – Dije restándole importancia –  mientras visitaba en el olimpo rompí alguno de sus artilugios de la suerte, no lo sé, era muy distraída en ese entonces

Percy: No parecía que fuera por algo así, en verdad parecías asustada por que no te perdonara

Tu: Los niños son niños, nos asustamos por cualquier cosa, sabía tanto sobre dioses fulminando mortales que solía asustarme por ello.

Jasón: Eso tiene sentido. Además, es normal que muchos honren a Fortuna en días antes de su celebración, ella define la suerte que habrá en el campamento durante todo el año

Tu: Lo sé, es importante para los romanos

Percy: Bien, supongo que era eso. Ya que estamos aquí, ¿quieres salir a caminar?

Tu: Ya he recorrido el campamento un poco, Rafael no tarda en volver y he quedado en hablar con él sobre algunas renovaciones que quiero hacer aquí – mentí

Nico. Vámonos Percy, tengo que buscar a Hazel – dijo sin si quiera mirarme

Tu: Nico tiene razón, tienen cosas más importantes que hacer

Sabía que él debía de estar enojado conmigo, pero no podía hablarle aun, no hasta que supiera que clase de respuesta darle. Tendría que esperar un poco más. Conseguí que se fueran y cuando entre en casa me encerré en mi habitación, entre mis maletas busque la que tenía un compartimiento oculto. Ahí guardaba todo lo que no usaba desde la segunda guerra mundial, la capa, mis armas y una de las fotos que terminaron quemándose el día en que decidí volver a New York. En ella estaba mi tripulación y yo, recuerdo que la tomamos en uno de los momentos más enriquecedores.

No había visto todo esto desde que volví, simplemente no estaba lista para afrontarlo pero ya era hora de que vaya haciéndolo, tenía que vivir con mi pasado y no querer huir de él. Volví a guardar todo y me dirigí hacía mi tocador, tome la pulsera que Thomas me había dado y me la puse, no la llevaba conmigo desde que murió pero ya lo había decidido, no solo viviría como un recuerdo en mi mente nunca más, aceptaría que había existido y que había sido la persona a quien más había amado en todo mi vida.

Decidí tomar una siesta en lo que Rafael regresaba, pero no duro mucho, al cabo de media hora lo sentí entrar en mi habitación.

Rafael: Es hora de almorzar, no planeo que piensen que no te doy de comer

Amores y secretos de la guerra (Nico di angelo y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora