Amores y secretos de la guerra (Nico di angelo y tu)

9.-Las reglas de oro

Pov tu

Supe que estaba enterada de todo cuando uno de los guardias vino a buscarme diciendo que requería de mi presencia en la sala del trono. Suspiré calmando mis emociones y me dirigí hacía allí. Si algo me ayudaba era que Venus me había puesto al tanto de que esto pasaría, así no estaría sorprendida de verlos y eso serian puntos a mi favor.

Una vez frente a las puertas, me dije a mi misma que cuanto más rápido esto fuese sería mejor, entré con un estruendo y entrelacé mis manos detrás de mi espalda caminando hasta estar al lado de Janine. No miré a ninguno de ellos cuando los presentó, fingí tener la atención puesta en mi soberana. Quien pareció sorprendida al ver mis ojos, mas sonrió con satisfacción.

- No dejas de sorprenderme ni por un segundo, ______ - sonrió mirando hacía mis amigos - que modales son esos, tenemos visitas. Tan si quiera finge que te importan. Ve a saludar - me empujó levemente, sabía que estaba jugando

A regañadientes giré mi vista hacía ellos, cada uno me veía sorprendidos en su propia forma. Pero caminé hasta ponerme al lado de Percy, quien tenía la boca ligeramente abierta. Entendía su estado de shock.

- Cierra la boca, te entraran moscas - hablé mirando hacia otro lado y seguí caminando hasta estar entre él y Jasón

- ¿Qué te parecen, _______? - Janine siguió - ¿crees que nos sean de utilidad?

Por supuesto que sabía que lo serian, para esta hora debía de haberles sacado una gran cantidad de información. Mas decidí hacerme la idiota y los examiné como si no les conociera.

- Ambos chicos serian buenos para tus tropas - me alejé zigzagueando entre Annabeth y Hazel, quienes me veían con miedo debido a mi apariencia - me temo que aquí solo veo cerebros, pero eso no te importa, ¿cierto? - miré hacía Janine y seguí hasta estar al lado de Leo - un hijo de Hefesto, bueno con las manos y el fuego, pero tus armas y mecanismos son mucho más avanzados que los suyos, yo diría que le regresaras por donde vino - seguía avanzando, no podía decir nada bueno de ninguno si quería hundir las expectativas y salvarlos de quedarse. Volví a detenerme al estar frente a Nico, los dioses saben cuánto me costaba hacer esto - un hijo de Hades, podría serte útil como los otros dos. Sin embago, seamos realistas, me tienes a mí - sonreí con altanería - soy más competente que todos ellos juntos. La siguiente es una hija de afrodita así que detenme antes de que me sienta ofendida, me has traído lo peor de lo peor.

Retrocedí sin dejar mi postura y volví a su lado sin importarme el haber dañado sus sentimientos.

- Tengo que admitirlo, eres muy buena fingiendo - caminó a mi alrededor - sin embargo, ahora no puedo estar segura - se detuvo frente a mí - tus ojos me dicen otra cosa. Supongo que tendré que comprobarlo. - suspiró con lastima - una vez más me veo en la necesidad de ponerte a prueba

Me encogí de hombros consiguiendo que sonriera y volteo a ver a mis amigos.

- Nos has mentido, ¡¿Por qué?! - Percy fue el primero en reaccionar - ha estado aquí todo este tiempo

- Te estas equivocando, Percy. - pasó su brazo por mis hombros, guiándonos hasta estar en medio y frente a todos - te he dicho la verdad en todo momento. Nadie se queda aquí en contra de su voluntad. - se posicionó detrás de mí - ______ prácticamente me rogó para quedarse y me temo que no pude negarme- puso sus manos sobre mis hombros

- No me creo nada de lo que dices - le vio enojado - ¿Qué fue lo que le hiciste? - exigió

- Simplemente la arreglé del terrible estado en el que se encontraba - dijo con tranquilidad - verás, ¿Qué es lo divertido de tener una máquina asesina, si en realidad no puede matar?