Amores y secretos de la guerra (Nico di angelo y tu)

15.- Negociaciones

Pov tú

- Así que vienes a terminar lo que empezamos - sonreí buscando mi daga, pero al no encontrarla me di cuenta que me habían desarmado dejando solo con ropa de dormir

- ¿Qué hiciste con mis armas? - miré a Percy enfadada

- No fui yo, fueron los guardias de Janine - respondió levantándose de la cama - De hecho, ellos te habrían puesto en una celda de no ser porque insistí en que despertaras primero - se cruzó de brazos - no hay de que

- No tengo nada que agradecerte - me levanté hasta estar frente a él - tú me mentiste

Alcé mi mano y le tiré una cachetada, de alguno u otra forma debía ser castigado.

- ¡_____! - Annabeth llegó a su lado, pero él le alejó volteando a verme

- No puedes negar que no lo sabías - le reté

- Tienes razón, lo sospechaba antes que tú. Pero eran solo rumores - admitió haciendo mi sangre hervir más - no lo confirmé hasta esta mañana, ¿cómo se supone que iba a decírtelo antes? - me miró enojado

- Pudiste decirme lo que pensabas, cualquier cosa te habría salvado de traicionarme - le miré enojada - me decepcionas, hermano. Creí que estarías de mi lado antes que el suyo

- Nunca pretendí herirte - dijo arrepentido - esto se salió de control y Janine lo escuchó y...

- Y no me importa saber más - alcé una mano para callarlo - he tenido suficiente de esto - me giré para ver a Di Ángelo - en cuanto a ti - le señale - quizá no tenga un arma, pero eso nunca me ha detenido, ¿cierto? - quise tomar venganza con mis manos, pero de pronto mis energías se apagaron

Me tambalee un poco y Percy me atrapó antes de que tocara el suelo. Solo entonces sentí el aura de Rebecca y Damián.

- Parece que no harás nada que su majestad no quiera - Damián sonrió con diversión - nos alegra verte despierta, será más fácil llevarte a las mazmorras ahora

- ¿De qué estás hablando? - fruncí el ceño - No hay razón para que yo vaya ahí

- Eso no es lo que la reina piensa - Rebecca chasqueó los dedos y unos guardias entraron a llevarme

- Acaba de despertar, no pueden llevársela así como así - sentí los brazos de Percy tensarse a mi alrededor, pero lo mejor era seguir las ordenes

- Pueden hacerlo, Percy - Annabeth les vio desconfiada - lo mejor será escucharles

- Tiene razón - me alejé de Percy y los guardias se acercaron a tomarme de los brazos -me conozco el camino de memoria - les miré con advertencia a lo que ellos se detuvieron dubitativos

- No puede lastimar ni una mosca, ¿a qué están esperando? - Rebecca les exigió

- Será mejor que cuides tu boca, Rebecca - me acerqué a ella - estás tratando con una persona completamente diferente ahora. Yo no ofrezco amenazas vacías.

Podía sentir como mi mirada le intimidaba, por fin había recuperado ese poder y sonreí complacida.

- Sujétenla ya - Damián habló por su hermana

- ¡No me toquen! - exclamé encarando a los guardias logrando que se detuvieran de nuevo - me sé el camino, iré porque quiero y no como una maldita prisionera