Amores y secretos de la guerra (Nico di angelo y tu)

69.- Antiguo recelo

Ambos se detuvieron al verse, creando el momento de tensión que Percy y yo esperábamos. Al final fue Thomas el que intentó sonreír y cederle el paso a Nico para que entrara primero, quien al principio dudo, pero terminó aceptando.

Solté algo de aire contenido, lo bueno de esto era que, aunque ambos sintieran algo por mí, era de formas distintas y Thomas lo sabía, por eso no había peligro de que ambos tuvieran una pelea que sabrían seria infantil.

Sin embargo, consideré la idea de que lo mejor sería que permaneciera al lado de Percy por el resto de la cena, así que me trasladé ahí consiguiendo que ambos tuvieran que sentarse uno al lado del otro frente a nosotros. A Nico no le agradaba mucho la idea de tenerme lejos luego de todo lo que había pasado, pero tenía que ser justa, Thomas no iba a llevar muy bien todo esto si no le daba tiempo a asimilarlo, y de paso, también lo asimilaba yo misma.

- Androgeo estaba algo enfadado, pero ha dicho que ya vendría con la cena – informó Thomas luego de un rato

- Que te dije – miré a Percy – generan una especie de sensibilidad al convivir con los vivos

No paso mucho hasta que el fantasma apareciera y, cuando me vio un tanto receloso, yo solo me encogí de hombros. Sabía que no podía reprocharme nada puesto que era su jefa, así que resopló y salió del comedor.

- Te odia - Percy sonrió rompiendo el silencio que se había formado, ya que Nico y Thomas no parecían muy animados de querer hablar

- Me ama, soy la única persona que le ha dado una oportunidad luego de estar muchos años muerto en el inframundo.

- ¿Cómo lo obtuviste? – me miró curioso

- Lo invoqué, pude haber elegido a cualquiera, pero lo elegí a él. Así que no se puede permitir estar enfadado por mucho tiempo, sigo siendo su jefa.

- Aun así, tiene una vena vengativa, ¿crees que aún te obedecerá cuando sepa que ya has decidido cambiar? – preguntó llamando la atención de los hijos de Hades, era una buena pregunta

- Que no pueda usar mis poderes...libremente, no significa que pueda desobedecerme, aún conservo mi fuerza. – respondí eligiendo con cuidado las palabras

- Me lo imaginaba - sonrió pareciendo satisfecho con mi respuesta

Después de eso la habitación volvió a quedar en silencio, el resto del almuerzo transcurrió así hasta que Thomas terminó después de Percy y habló

- Creo que iré a buscar algunos libros al despacho de barba negra, quizá pueda encontrar algo sobre Fortuna – me miró

- Es verdad, aún tenemos que discutir lo que haremos al llegar – asintió Percy – te puedo ayudar si quieres – se ofreció

- Me vendría bien – sonrió Thomas

- Pues entonces vamos, no tenemos mucho tiempo

Les observé irse envueltos en una charla sobre lo que podrían necesitar para ayudarme, me alegraba que al menos las cosas entre ellos siguieran igual. Aunque odiaba la idea de que me acabaran de dejar a solas con Nico

- ¿Por qué tan lejos? – me miró antes de hacer viaje sombra ocupando el lugar de Percy – me dejaste solo esta mañana

- Prácticamente ya era tarde. Además, te veías muy tranquilo durmiendo, no quería molestar

- No hubiera sido ninguna molestia – sonrió

Asentí dándole a entender que lo tendría en cuenta la próxima vez a lo que él solo se inclinó hacia mí y cerré los ojos asustada por instinto al pensar que me besaría en los labios, pero me besó en la frente y le escuche reír levemente al separarse.