72.- La pequeña lección

1.7K 205 20
                                    

Pov tu

- Por Poseidón, esto es más de lo que imaginaba – exclamó mi hermano con la boca un tanto abierta

- Sorprendente, ¿verdad? – sonreí viéndoles satisfecha – hay más oro del que podrías soñar - admiré el resplandor de todo lo que poseía

- Llevar todo esto al barco nos tomará horas – afirmó Thomas – aun cuando todos ayudemos

- ¿Todos? Eso me suena a manada – hablé haciendo que me miraran – ustedes son los interesados en llevárselo, me costó traerlo a mí, así que ustedes se encargaran de devolverlo al barco – dije buscando un sitio seguro donde poner la antorcha

- Estas disfrutando de esto – Nico me miró

- Oh, no tienes idea - suspiré sentándome tranquilamente junto a la antorcha

- Vamos, está claro que no nos servirá de ayuda por ahora – le dijo a Percy

Sonreí recostándome en la pared rocosa y observándoles decidir entre sí como es que llevarían todo eso al barco. He de admitir que me aburrí escuchándoles discutirlo sin llegar a ningún lugar. Fue entonces cuando Percy tuvo uno de sus momentos menos brillantes y volteó a verme

- ¿Cómo es que tu conseguiste trasladarlo todo hasta aquí? – frunció el ceño confundido

Alcé ambas cejas viéndole divertida. ¿Qué de bueno tendría que se lo dijera?

- No pudiste haber hecho peor pregunta, sesos de alga – Nico le riñó mientras lo traiga del cuello de la camiseta de vuelta a donde estaban.

Sonreí reprimiendo una risa y luego de un rato al fin les vi comenzar a hacer algo. Nico desapareció mientras que Percy y Thomas comenzaban a tomar parte del oro y lo reunían en pequeñas montañas. Habían monedas y artículos hechos de oro imperial, incluso un par de diamantes. Pronto Nico volvió con lo que parecía un baúl y metió todo lo que pudo dentro.

Negué con la cabeza en desaprobación sin que me vieran, antes de que el día acabar Nico terminaría drenado por tantos viajes sombra. Sin embargo, no haría nada hasta que pensara que ya fuese suficiente lección. Y así fue, el sol comenzaba a meterse y aún había demasiado oro imperial por el suelo.

Percy y Thomas estaban exhaustos por estar agachados apilando en pequeñas cantidades para que Nico pudiera llevarlas en viaje sombra y este último estaba peor debido al abuso de viajes. Cada vez esperaba más antes de retomar el viaje y estaba segura que terminaría desmayándose pronto. Fue entonces cuando Thomas tuve otra idea, él y Nico invocaron guerreros esqueleto con órdenes de tomar todo el oro imperial posible y llevarlo al barco.

Lastimosamente, no fue demasiado lo que podían llevar y tardaban mucho en ir y regresar. Así que Thomas cambió lugares con Nico y él comenzó a hacer los viajes sombras. El remordimiento apareció luego de un rato, cuando Nico volvió a tomar el cargo de los viajes y podía notar que faltaba poco para que se quedara inconsciente.

Me levanté tomándome mi tiempo y tomé a Nico del brazo antes de que volviera a irse. Le hice a un lado y cerré el baúl fuertemente antes de que Percy terminara de llenarlo.

- Me voy a hacer viaja y creo que ustedes nunca van a acabar –resoplé – pienso que es un desperdicio de mi última vida

- ¿Vas a ayudar o solo vas a interrumpirnos? – Thomas se cruzó de brazos, realmente parecía frustrado por el asunto

- Se cuan molestos deben de estar, pero tenía que cobrarme de algún modo lo que me han hecho hacer. – me encogí de hombros – Me haré cargo yo a partir de aquí.

Amores y secretos de la guerra (Nico di angelo y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora