Speak Now | zm

6.

Capítulo 6

         Bloquee de nuevo mi teléfono y me quede observando los envases de shampoo, me estiré hasta tomar uno y lo abrí para tomar un poco, error, todo el contenido se vino sobre mis piernas, maldije internamente para después empezar a reír como loca por lo torpe que me sentía, Eleanor me iba a matar, me estiré por una toalla y me limpié lo mejor que pude.

         Estaba segura de que ya era hora de ponerme de pie y salir de aquí para reunirme con las demás, pero la idea de quedarme aquí, en el fresco piso me parecía tan tentadora que preferí no gastar las pocas energías que me quedaban, recargué mi cabeza en la pared y tomé una nueva botella.

          Salté enderezándome torpemente al reaccionar, no sé cuánto tiempo estuve aquí, ni me di cuenta del momento en el que me quede dormida en el piso del baño, los fuertes golpes provenientes del lado contrario de la puerta son los que me habían despertado. Arrugué la nariz.

           —¡Alexis! ¡Abre la puerta!— escuché los gritos de alguien, y a pesar de todo pude reconocer la voz trabada de Eleanor. Miré a mi alrededor y empecé a ponerme de pie, ¡joder! Solté un gritito seguido de una carcajada cuando caí nuevamente debido al shampoo que había derramado. —¿Qué fue eso? Oh, por Dios ¡Te caíste!

           Escuché su enfadosa risa y más voces afuera. La ignoré, concentrándome para intentar levantarme una vez más, esta vez me sujete del lavamanos y cuidando no pisar el mismo lugar, conseguí ponerme de pie con éxito. Al instante me arrepentí, todo había empezado a girar y las cosas comenzaban a ponerse borrosas. Joder, iba a vomitar. Rápidamente levante la tapa del inodoro, me arrodille y solté todo lo que tenía para dar. Al terminar, enjuague mi boca con agua y tomé mi cepillo de dientes para lavármelos, odiaba el sabor que dejaba el vomito. Me mire al espejo cuando termine, esperando a sentirme un poco más estable antes de abrir la puerta. Solté un suspiró y tome la perilla, quitando el seguro y girándola. 

          —¿Qué diab...¿Qué estás haciendo aquí?— pregunté de manera trabada frunciendo el ceño.

          —Hola a ti también.— canturreó mientras sonreía de lado. —¿Te encuentras bien?

          —Nunca he estado mejor.— sonreí recargándome en el marco de la puerta. Solté una maldición cuando las cosas empezaban a girar de nuevo, mi visión se vio borrosa y traté de enfocar abriendo más mis ojos. Llevé una de mis manos a mi cabeza en el instante que sentía que perdía el equilibrio, con mi mano libre busque el marco contrario para sujetarme pero fallé.

          —¡Wow, cuidado!— Los brazos de Zayn me salvaron de una buena caída y un buen golpe. —No estoy tan seguro sobre eso. Ven, vamos.— me levantó y empezó a caminar conmigo en brazos, podía escuchar las voces de las chicas y la escandalosa carcajada de Gemma.

          —Joder, ¿está bien?— preguntó una voz, que distinguí como la de Louis.

          —Sí, solo un poco mareada. La llevaré a su habitación.— Zayn siguió caminando conmigo en brazos hasta que llegó a la puerta que daba a mi habitación de momento y la abrió, se agachó y me dejó sobre la cama. Inmediatamente al sentir la suavidad de la cama empecé a acurrucarme. Zayn se sentó en la orilla y me miró mientras peinaba el cabello de mi frente hacia atrás. —¿Acostumbras beber así?

          Fruncí el ceño, para después sonreír.

          —Algo así. Me gusta sentirme feliz, vampi, así que esta es una buena manera.— sabía que mi voz no estaba sonando muy clara, pero no había nada que yo pudiera hacer. Me miró y se empezó a reír.