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37.

Capítulo 37

No había ido directamente a mi habitación, sabía que Zayn podría haber ido fácilmente y encontrarme ahí. En su lugar, me refugie en la soledad de las escaleras de seguridad, sabía que nadie entraría aquí, nadie me encontraría aquí y con nadie me refería a él.

Este día me había acabado por completo, estaba agotada, todo lo que quería era regresar a la habitación y dormir por horas. Pero no podía hacerlo, temía que Zayn siguiera por ahí. Decidí encender mi celular y llamar a Jamie para preguntarle si había sabido algo de él.

Al encender, llamadas perdidas y mensajes atacaron rápidamente mi pantalla. Tenía 7 llamadas perdidas, 4 de Zayn y 3 de Jamie. Suspire y fui a los mensajes. Abrí los de Jamie ignorando completamente los de él.

De: Jamie H.

"Alexis, ¿Dónde demonios estas? Zayn acaba de estar aquí, estaba buscándote se veía mal y preocupado."

De: Jamie H.

"Al, dime donde estas, él estuvo de nuevo aquí, quiere saber que estas bien."

De: Jamie H.

"No me hagas esto, Alexis, estoy preocupada por ti."

De: Jamie H.

"PODRIAS POR LO MENOS MANDARME UN MSJ DE VUELTA DICIENDOME QUE ESTAS BIEN, MIERDAAAA."

De: Jamie H.

"Zayn se ha ido, me hizo prometer que le avisaría que estas bien cuando te viera, MAS TE VALE QUE REGRESES YAAA, ESTOY MOLESTA CONTIGO."

Me sentí mal, Jamie debe de estar muy preocupada y esto no le hacía bien ni a ella ni al bebé. Me puse de pie y me dirigí lo más rápido que pude de vuelta a la habitación.

En cuanto llegue y abrí la puerta, Jamie ya estaba frente a mí. Tenía los brazos cruzados y parecía molesta, pero su semblante cambio en cuanto vio mi cara. Si, había ocasionado esa reacción en varios de los huéspedes en el camino a aquí. Se acercó a mí y me abrazo. Solté un sollozo y unas cuantas lágrimas, no me permití más.

—Lo siento tanto Jamie, no quería hacerte pasar por nada de esto. — me disculpe separándome de ella y limpiando mis lágrimas. — Yo, solo no quería verlo, no podía verlo.

—¿Qué paso? — pregunto con su ceño ligeramente fruncido, estaba preocupada. Me llevo al sillón y nos sentamos ahí.

Sacudí mi cabeza y me eche un poco de aire en la cara con mis manos. La mire nuevamente y me miraba expectante. Le conté detalladamente lo que había pasado en nuestro rápido encuentro. Había sido tan breve pero el impacto en mi corazón fue enorme.

— Tenerlo tan cerca de nuevo... se sintió tan bien, Jamie, lo quiero demasiado y simplemente lo nuestro no puede ser, todo por qu...— me corte. No debía decirlo, no era algo que me correspondía decir.

—¿Todo por qué? — pregunto ella.

—Nada, olvídalo.

—No, ¿Qué ibas a decir? — insistió.

—Jamie, de verdad ya no quiero hablar de esto. — trate de convencerla de que desistiera.

—De acuerdo, no insistiré más. — me consoló pasando una mano por mi espalda. — Le avisare que estas bien, ¿de acuerdo?