15.

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Capítulo 15



          Zayn llevaba alrededor de 20 minutos en este departamento, estaba sentado justo donde lo aventé en el sillón y seguía sin emitir ninguna palabra coherente. Seguía mirando sus manos sobre su regazo y susurrando mi nombre, soltando un par de risas divertidas de vez en cuando. Lo había estado observando desde la cocina cuando fui por un vaso de agua para él, era tan raro verlo así, fuera de sí mismo. Me acerqué de nuevo, con el vaso en mis manos. Estaba ansiosa, necesitaba que me dijera algo, que hablará, que se explicará.

         Me senté frente a él en la mesita del centro.

         —¿Vas a decirme qué es lo que te pasó? — nada. Silencio. Acerqué mi mano hasta tocar su rodilla y fue entonces que obtuve una reacción y levantó su mirada para verme. — Zayn, de verdad me estas preocupando. Háblame.

        Se quedó mirándome un par de segundos y pestañeo varias veces, de la nada parecía que estaba reaccionando. Miró alrededor de la habitación lentamente, como cayendo en cuenta de dónde estaba.

        —No..., no pasa nada, yo..., s-solo quería pasar un buen rato.— contestó por fin con voz distorsionada por el alcohol. Me le quedé mirando y negué con la cabeza, no le creía. Me sonrió, en una especia de sonrisa coqueta para después fruncir el ceño. — Neces-ito, y-yo, ir al bañ-o.— Intentó ponerse de pie pero al hacerlo perdió el equilibrio y cayó nuevamente al sillón.

       —Ven, déjame ayudarte.— lo puse de pie nuevamente e hice que pasara su brazo por sobre mis hombros para apoyarse en mí. —No parece que fueras tan pesado.— murmuré con dificultad. Al llegar al baño Zayn se separó inmediatamente de mí y se arrodillo frente al inodoro empezando a vomitar. Joder. Me arrodillé a su lado y puse mi mano derecha sobre su espalda, sobándola e intentando que se sintiera mejor.

       Cuando no había nada más para expulsar, jalo de la palanquilla del inodoro y se sentó apoyando su espalda en el lavamanos. Me estiré para alcanzar el rollo de papel y cortar un poco para ayudarlo a limpiar su boca.

        —Hola.— murmuró con una pequeña sonrisa apenada.

        —Hola...— contesté acariciando su cabello, peinándolo hacia atrás. —¿Te sientes mejor?

        Zayn cerró los ojos, recargando su cabeza hacia atrás, apretándolos.

        —Me siento como la mierda.

        Me levanté y con su ayuda logré levantarlo también. Se enjuagó la boca con un poco de pasta y agua, se apoyó nuevamente en mí y con mucho cuidado logramos llegar a mi habitación. Quite las sabanas y acomodé las almohadas para que no quedara completamente acostado mientras él permanecía de pie junto a la puerta con los ojos cerrados. Sonreí. Imaginándome cómo se estaría sintiendo. Cuando terminé, me acerqué nuevamente y lo ayude a acostarse. Y a pesar de los muchos tropezones y perdidas de equilibrio se logró.

         —Todo me da vueltas, Alexis.— se quejó cerrando fuertemente los ojos. Sonreí negando con la cabeza.

        —No es para menos, esta vez te excediste.— Me senté junto a él y acaricié su mejilla. Él seguía con sus ojos cerrados. —¿Qué pasó para que hayas tomado así Zayn? No me vengas con eso de que "querías pasar un buen rato".

        Soltó una pequeña risa y luego apretó sus labios. Abrió sus ojos, al hacerlo estos se llenaron de una pequeña capa de lágrimas haciendo que inmediatamente los volviera a cerrar. Esperé, dándole tiempo de que hablara cuando se sintiera listo para hacerlo.

       Se aclaró la garganta.

       —Yo..., tengo muchas cosas en la cabeza, demasiado est-rés y no sé qué hacer para librarme de ello. Ha salido una noticia en internet, me..., me catalogan como problemático... y otras estupideces que no deberían importarme. — sus palabras salían arrastradas de su voz por el alcohol. — Sigo peleando con Perrie, he perdido la cuenta de las veces que peleamos esta semana, las cosas han dejado de sentirse bien. Ella pide demasiadas cosas de mi, y siento que ni ella ni yo estamos poniendo de nuestra parte..., solo peleamos porque las cosas no resultan como esperamos o porque solo queremos una excusa para discutir..., y — agachó la mirada. — tengo demasiado estrés en todo, mi relación, mi familia, la banda, los managers, la prensa, los fotógrafos no dejan de seguirme y... sé que lo hacen porque saben que soy una asco para esto, al que peor se le da esto y él que en cualquier momento perderá la paciencia y terminará haciendo una idiotez contra alguno...

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