63.

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Capítulo 63


Zayn cerró la puerta una vez estuve dentro del auto, lo observe mientras lo rodeaba para subir a mi lado, la enorme sonrisa no desaparecía de su rostro y para qué negarlo, tampoco desaparecía la mía. Se abrocho el cinturón de seguridad y encendió el auto.

—¿A dónde vamos? — pregunte emocionada mientras abrochaba mi cinturón de seguridad. Nos habíamos despedido de Kit, Eleanor y de los demás, todos los chicos parecían estar contentos con el hecho de que Zayn y Perrie hayan decidido no casarse, y de vernos juntos.

—Tendremos nuestra primera cita. — respondió con una sonrisa.

—¿Qué? Dijiste que no haríamos nada público al menos por un tiempo. — recordé. Él me guiño un ojo antes de responder.

—Eso es correcto, así que no habrá nadie más. Solo tú y yo. — respondió. Fruncí el ceño y él rió. — Es una sorpresa.

—¿Una sorpresa? — mi sonrisa se extendió.

—Sí, una sorpresa. — estiro su mano izquierda hasta posicionarla en mi rodilla y le dio un ligero apretón, puse mi mano sobre la suya. Si bien, la verdad no era una fan de las sorpresas, estaba completamente segura que esta iba a gustarme.

Zayn condujo alrededor de media hora hasta que por fin empezó a bajar la velocidad. Lo mire y él tenía una sonrisa emocionada. ¡Basta, que hermoso! Mire alrededor y un enorme prado me lleno la vista, se veía realmente hermoso.

Siguió conduciendo hasta que a lo lejos empecé a divisar un enorme árbol, las hojas de este caían como una cascada a solo unos metros del suelo, debajo de este había una gran piedra rodeada de pasto verde y florecillas. Detuvo el auto y bajó, yo hice lo mismo, nos encontramos en medio y caminamos tomados de la mano hasta aquella piedra, por mi parte tratando de ser cuidadosa por los tacones que aun traía.

Debajo del árbol se veía hermoso, mágico, parecía el hogar de las hadas. Zayn me miraba, esperando porque dijera algo. Decidí molestarlo.

—Así que, ¿es tu lugar de conquista? — pregunte divertida. —¿No trajiste bastantes chicas aquí ya?

Él rio y decidió seguirme el juego también.

—No voy a negarte que era un don juan, y si, traje a varias chicas aquí... — bromeo, yo levante mis cejas y reí. — Pero sabes que no eres una más, sin mencionar que en ese entonces era un niño, me fui de aquí a muy temprana edad.

—Es hermoso aquí, Zayn. — dije sincera. — Gracias.

—No tienes que agradecer nada. — Se sentó en el pasto recargando su espalda en el árbol y palmeo el espacio entre sus piernas para que me sentara también, así que lo hice, recargando mi espalda en su pecho. Dios, amaba tenerlo tan cerca. Sus brazos a mí alrededor mientras observábamos el paisaje y la suave brisa de la tarde nos golpeaba en la cara era perfecto. No hacía falta palabras, sentirnos cerca era todo lo que necesitábamos.

Era gracioso, pensar en cómo había empezado este día, y tenía que admitir que me ha parecido tremendamente largo, pareciera que fue hace días cuando estuve vomitando en el aeropuerto, corriendo por los pasillos del hotel y peleando con el idiota que nos chocó, y todo eso paso hoy.

Sin duda todo el estrés había valido la pena, porque a pesar de eso ahora estaba donde debía estar, en los brazos de Zayn.

Pensé en mi madre, y en las ganas que tenia de contarle que todo había salido bien, y que estábamos juntos, felices, y dispuestos a formar un futuro, juntos. Recordé que no le había dicho a Zayn las buenas nuevas.

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