Los Gemelos en mi hotel (Hot)

Capítulo 44

Después de la agradable visita al despacho de Daniel, voy a mi despacho y comienzo a hacer el balance que me había mandado. Vaya, pues si que han incrementado los ingresos. Madre mia este hombre tiene para alimentar a medio contintente.

En apenas una hora termino el informe y me dirijo al despacho de Daniel.

Me subo la falda como él me indico antes de entrar a su despacho y entro.

Rápidamente bajo mi falda y la ira se apodera de mi.

Una chica encima de Daniel besándole.

Daniel se separa rápidamente y viene hacia mi.

-Daniel: Patri... -Susurró-

-Yo: No te acerques.

-Daniel: Sara fuera. -Dijo refiriéndose a la chica-

-Sara: Pero cariño...

-Daniel: No me llames cariño y vete.

-Sara: Daniel....

-Daniel: ¡¡QUE TE LARGES!! -Gritó enfadado-

La chica se fue.

Creo que se por donde van los tiros. Será la ex obsesionada y despechada que no ha asumido la ruptura. Así que tengo que tranquilizar.

En cuanto se fue, Daniel pegó un fuerte puñetazo en la pared y comenzó a llorar.

Yo corrí hacia él.

Le abracé. Él me correspondió el abrazo muy fuerte. Está inseguro.

-Yo: Tranquilo -Susurré- Todo está bien ya ¿Vale?

Nos separamos y me miró a los ojos. Y me figuró una pregunta que me descuadró.

-Daniel: ¿Me quieres? -Dijo con lágrimas sobre sus ojos-

Me descuadró, pero me pareció tan mono. Está tan inseguro cono un bebé lejos de su madre. Así que como lo necesita, le responderé la verdad.

Asentí lentamente sonriendo. Se acercó a mi, acarició mi mejilla derecha y a continuación la besó.
Se sentó en un gran sillón situado a la derecha de su escritorio.

-Daniel: Es mi ex. -Dijo poniendo las manos sobre sus piernas indicando que me sentara-

Me acerqué y me senté sobre él de lado para poder mirarle.

-Daniel: Sus padres eran muy ricos. La empresa de su padre calló en banca rota. La conocí y me enamoré perdidamente. Llevábamos ya 3 meses y decidí presentarsela a mis padres. La llevé a casa de mi madre y comimos allí. Yo me fui a comprar cosas para la cena junto con mi madre. Mi padre, se quedó dormido en el sillón. Al día siguiente a mi madre le había desaparecido el collar de oro y diamantes que yo la había regalado para su 50 cumpleaños.
Gracias al gran equipo de seguridad que tenían mis padres pudimos descubrir que fue ella.

Yo puse un gesto de asombro. Me había quedado helada.

-Daniel: Pero no termina ahí.

Le miré para que continuara. Y así hizo.

-Daniel: La perdoné. -Mi cara era un poema- Haber, ya te he dicho que estaba muy enamorado de ella. -Asentí- Bueno pues la perdoné. Pero el colmo fue cuando me dijo que estaba embarazada, empezamos a hacer planes de futuro. Hasta que me di cuenta de que ella insistía mucho en que yo no fuera al ginecólogo con ella. Y entonces descubrí, que aparte de que el hijo no era mío, obviamente me había puesto los cuernos.

Bajó la mirada. Que en estos momentos se encontraba perdida. Le cogí la cara y le besé la mejilla. Me miró a los ojos y le sonreí.

-Yo: Mira, lo del collar puedo llegar a entenderlo, porque si lo necesita y eso pues mira. Pero que se lo robe a su puta madre.

Dani sonrió.

Joder, que cosa más bonita.

- Lo que no logro entender es lo de acostarse con otro tio teniéndote a ti. De verdad que no me entra en la cabeza. Porque en otra cosa nosé pero follando, se podría decir que muy malo no eres. ¿Sabes no?

Él asintió sonriendo.

-Daniel: Bueno el caso es que después de tanto tiempo se ha presentado aqui en mi despacho. Se ha acercado a mi y me ha besado. Esque de verdad yo no siento nada por ella, y por supuesto ya no estoy enamorado de ella. Pero todavía tiene un poder raro sobre mi. Será el primer amor ¿no?

-Yo: Si..  no te preocupes. Tienes que intentar controlarte. Pensar en todo lo que te ha hecho. Y así no podrá tener ese efecto que tu dices.

-Daniel: Ayúdame -Susurró-

-Yo: ¿Perdón? -Dije sonriendo-

-Daniel: Que me ayudes. Quiero que ese efectó lo tengas tú.

-Yo: Yo no quiero ese efecto Daniel. Quiero que me beses cuando quieras, no que solo con mirarme pueda producir en tí ganas de besarme. Tienes que tener seguridad Daniel. Que cuando quieras besarme me beses, no que cuando me veas TENGAS que besarme. ¿Me entiendes no?

Daniel sonrió.

-Daniel: Me encantas.

Capítulo extra largo, no os quejeis beibees