Capítulo 93

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-Nena... -Dice acercándose apresurádamente a mi-

No le contesto y vuelvo a bajar la mirada.

Se coloca frente a mi y hace el intento de abrazarme.

-¡DÉJAME EN PAZ!

-¡QUÉ COJONES TE PASA!

-¡QUÉ COJONES TE PASA A TÍ! ¡QUÉ TAL LA RUBIA DEL BAR! ¿MUY GUAPA NO? POR NO DECIR LO BUENA QUE ESTÁ.

Me mira enfadado, se levanta rápidamente y sale de la habitación pegando un portazo.

Pero a este que le ha dado. Ni si quiera tiene cojones a decirme nada. Solo a salir dando un portazo.

Llamo a Carmen.

*Pi... pi... pi...*

-Carmen: ¿Si?

-Yo: Carmen, soy Patri.

-Carmen: Hola bonita.

-Yo: ¿Puedes quedar?

-Carmen: Claro.

-Yo: Genial pues ahora mismo si puede ser. Es importante.

-Carmen: Por supuesto. Ven a mi casa ¿Vale?

-Yo: Vale, hasta ahora.

Me pongo unos vaqueros, una camisa, una chaqueta y unos botines.

Me peino, me echo colonia y bajo las escaleras.

Voy hacia la puerta.

-¿Dónde vas? -Pregunta más relajado y arrepentido-

Me giro y lo miro. Tiene los ojos rojos e hinchados.

Me doy la vuelta y salgo de casa.

Cojo el coche que me regaló Daniel... Ai Daniel.

Conduzco hasta la casa de mi amiga Carmen y aparco frente a su puerta. Llamo al timbre y me abre.

Rápidamente la abrazo y sollozo en su hombro.

-Tía ¿Qué te pasa? Anda entra.

Entramos y vamos al salón. Nos sentamos en el sillón y veo como me mira para que comience a contar.

Suspiro.

-Tía he visto a Daniel con otra.

Abre los ojos como platos. Pero recapacita rápidamente.

-¿Si me cuentas la historia entera que tal? -Vacila-

-Haber pues esta mañana me levanto y no está. Me llama y me dice que ha ido antes hoy porque los próximos días que estaremos en Londres. Totál que me apetecía ir a correr y he ido corriendo hasta un bar para tomar una Cocacola. Voy a pasar al bar cuando por la cristalera veo a Daniel riéndose con una, dándose las manos y... -No puedo continuar porque comienzo a llorar-

Carmen me abraza.

-Tía eres tonta... de verdad. -Dice-

La miro sin comprender.

-No tiene por qué ser nada especial tía. Puede ser su prima... amiga de la infancia. Tía ¿No crees que por lo menos se hubiera ido a otro sitio? Porque vamos ponerte los cuernos a cuarenta y cinco minutos de vuestra casa...

-Pff

-¿Pasó algo más?

-Pues volví a casa corriendo y me puse a llorar en la habitación. Daniel comenzó a llamarme mil veces y obviamente le colgaba. Como hasta que no lo cogiera no iba a parar, apagué el móvil. Y a los diez minutos apareció. Me vio llorando y se acercó a mi. Le aparté. Me dijo que que cojones me pasaba y le dije que que tal con la rubia. Se cabreó, salió de la habitación y pegó un portazo.

Carmen se queda pensativa.

-Esque tía, lo que más me ha jodido esque en vez de echarle cojones y decirmelo coje y sale pegándo un portazo. -Continúo-

-Pues tía yo creo que es alguna amiga o algo y al haberte puesto así de celosa pues cuando se lo has dicho se ha enfadado por ser tan celosa.

-Viéndolo así.... -Bueno entonces es un puto orgulloso y no ha tenido cojones a decirme que era su amiga o lo que sea.

-Mejor pensar que es un orgulloso a que te ha puesto los cuernos ¿No?

-Si...

-De todas maneras deberías hablar con él. Hazle cambiar ese orgullo.

Asiento.

-Oye tía... ¿Por qué estás tan segura de que me no me ha engañado?

-Porque un enamorado es incapáz de engañar. Y Daniel está más que enamorado de tí. Se le vé como te mira, como te toca, como te trata...

Sonrío débilmente haciéndome a la idea que tiene razón.

Me llaman. Miro la pantalla y miro a Carmen.

-Daniel -Susurramos a la vez-

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Capi largo, os lo merecíais beibes que ultimamente son un poco cortos.

Joe no me comentaiiis

Los Gemelos en mi hotel (Hot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora