Capítulo 81

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Narra Daniel

Veo como se quita la americana. La cojo y la cuelgo en el perchero del salón.

Me vuelvo a sentar. Pero esta vez más cerca de ella.

Bebe un sorbo de vino y me mira. Oh, de verdad no sabéis como la follaría ahora mismo. Es exquisita. Pero esperaré un poco.
Se levanta. Se saca la camisa blanca de por dentro de su falda. Desabrocha la falda y cae al suelo. Quedándo tapada por su camisa blanca que la llega hasta poco más que su precioso trasero.

Se vuelve a sentar.

-Patri: Lo siento, tenía mucho calor. -Dice mirándome angelical-

¿Cómo que lo siente? ¿Acaso no tenemos confianza? Pues no la he visto menos desnuda ya ni nada.
Bueno Daniel, querrá ser educada.

-Yo: ¿Qué tal con Calum?

Me mira confusa.

-Patri: ¿Cómo que qué tal con Calum?

-Yo: Cuando te hice la entevista, me dijiste que trabajaste para las empresas Heaslip cuyo dueño es Calum, Calum Heaslip.

Coje la copa y bebe de nuevo. Le encanta el vino, casi tanto como ella a mi.

-Patri: Bien, es un buen chico. Si lo hacía bien, me subía el sueldo. -Dice sonriendo pícara-

Espero que no sea lo que estoy pensando.

-Yo: ¿Y qué es lo que debías hacer bien?

-Patri: Cosas que no es lo que precisamente se debe hacer en una oficina.

Vaya. Si es lo que yo pensaba. Parece que mi amigo Calum ha podido disfrutar sexualmente con mi chica. Eso no me gusta.

Frunzo el ceño, me mira y se ríe. No se qué la hace tanta gracia.

-Yo: ¿Se la chupabas?

Me mira con expresión horrorizada.

-Patri: ¡¿Qué dices Daniel?!

-Yo: Entonces... ¿solo te la metía?

Digo intentando comprender.

Me mira confusa. Luego relaja la expresión y suelta una carcajada.
No la entiendo. Quizás el vino la esté haciendo demasiado efecto.

-Patri: Daniel, ¿Qué has entendido tú por "Cosas que no se deben hacer en una oficina"

-Yo: Pues que tú y él...

-Patri: Cantábamos Daniel, cantábamos. -Me interrumpe soltando una carcajada- Yo me ponía a tocar la guitarra mientras él cantaba. ¡Eres un malpensado! -Dice divertida-

La miro y suelto una carcajada.

Voy a cojer la botella pero agarra mi muñeca.

-Patri: Ya no quiero más. Que me está entrando mucho calor.

-Yo: Yo tengo un remedio para eso. -Digo sonriendo pícaro-

Tiro de su camisa y la arrimo más todavía a mi. La cojo como una princesa y la llevo a la última habitación. A 'la habitación'.

La tumbo en la cama y la ato las manos al cabezero. No dice nada. No protesta. No se queja. Solo me mira excitada.

Voy hacia un cajón de la estantería y saco un pañuelo.

Se lo pongo en los ojos.

-Ahora vuelvo -Susurro-

Bajo a la cocina y cojo la botella de vino y un cuenco con hielos.

Subo y entro de nuevo en la habitación.

Se está mordiendo el labio. Está excitada. Mucho.

Dejo el cuenco y la botella en la mesa de al lado de la cama. Me subo en la cama y me pongo encima de ella pero sin dejar caer mi peso sobre ella.

Da un respingo del susto. La beso el cuello y se retuerce.

-Estate Quieta.

Suspira.

-¿Tienes sed? -La digo esperando una respuesta positiva por su parte-

-No -Dice y suelta una carcajada-

-Eres mala...

Cojo la copa de vino y bebo un sorbo pero sin tragar.

Me acerco a su boca. Rozo sus labios. Pasa su lengua por estos y sonrie. Levanta la cabeza buscando mis labios. Pero no me ve, y no los encuentra. Sonrío.

-Ahora si, ¿no?

-Si -Dice sonriendo-

-Pues ahora no te doy. Porque has sido mala. -Susurro en su cuello-

-Porfavor... -Suplica haciendo un puchero-

-Me lo pensaré.

Comienzo a desabotonar su camisa. Pero no se la quito puesto que tiene las manos atadas, simplemente la aparto de la zona delantera.

Beso un poco el valle de sus pechos y sonríe. Oh, esque es mi debilidad. Cojo la copa y bebo un largo sorbo. Me acerco a su boca y rozo nuestros labios.

Muerde mi labio y el vino pasa de mi boca a la suya. Traga e introduce su lengua en mi boca.

Oh no nena. Hoy llevo yo el mando.

Me separo dándoselo a entender y vuelve a sonreir.

Desabrocho su sujetador y se lo quito.

Paso mi lengua por su pecho derecho. Sus pezones endurecen al instante. La sangre de todo mi cuerpo baja a mi miembro.

Cojo un hielo y lo pongo entre mis dientes.

Lo acerco a su cuello y lo paso por la zona. Su piel se eriza. Luego lo bajo con la boca hacia su pecho derecho, rodeo su pezón y me voy al otro. Hago lo mismo y comienzo a bajar.

Bajo el hielo por todo su vientre y llego hasta su tanga negro de Calvin Klein . Lo bajo por sus largas piernas y lo tiro a un lado.

Vuelvo a poner el hielo entre mis dientes y sigo bajando. Llego a su intimidad y se retuerce.

Paro. Aparto el hielo y me acerco a su boca.

-Demasiado frío por hoy. Pasemos al calor.

Bajo con mi lengua por su vientre y llego de nuevo a su intimidad. Comienzo a trazar círculos con mi pulgar sobre su clítoris.

Gime bien fuerte. Lo deseabas eh, nena.

Introduzco dos dedos en su interior mientras muevo el pulgar.

No tarda mucho en correrse. La suelto las manos. La cojo de las caderas y la penetro bien duro.

Clava sus uñas en mi espalda y gime. Otra vez, y otra vez.

-Oh, Daniel.

-Vamos nena, córrete.

Vuelvo a penetrarla dos veces más y explota alrededor de mi. Lo que hace que yo no pueda resistirme tampoco.

Cinco coments beibes

Los Gemelos en mi hotel (Hot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora