Capítulo 77

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Entro en casa de mi abuela y voy a su habitación.

La doy las buenas noches a mi querida abuela y voy a mi habitación.

Me pongo la alarma y me acuesto.

(.....)

PIPIPIPI

Mi alarma suena. Extiendo el brazo y la apago.

Me levanto lenta y perezosamente.

Me pongo la falda, la camisa y la americana junto a los tacones.

Voy al baño de mi habitación. Me lavo la cara, me hecho crema y me maquillo sutílmente. ¿Rojo en los labios? Por qué no. Es el color favorito de Daniel. Ai Daniel, Daniel.

Me pongo el pintalabios y me echo colonia.

Salgo del baño y bajo a la cocina. Mi abuela está cocinando.

-Yo: Abu, ¿Qué haces a estás horas despierta?

-Abuela: Pues hacer la comida cariño, que no tenía sueño.

-Yo: Vale abu. Me voy a trabajar.

-Abuela: ¿No desayunas cielo?

-Yo: Desayuno en la cafetería de allí abu.

-Abuela: Vale cariño.

La doy un beso y salgo a coger un taxi. Lo cojo y llego. Las 8:29. Muy puntual. En mi trabajo me gusta ser así.

Entro al edificio y la nueva secretaria me saluda.

-Buenos días Srta. Roncero. -Dice sonriendo-

-Yo: Tuteame anda.

Suelta una carcajada.

-Yo: Bueno voy a hacer los informes de hoy. Hasta luego.

-Hasta luego, Patri.

Camino por el largo pasillo y llego a mi despacho.

Enciendo el portatil y comienzo a redactar las cuentas semanales. La comparación semanal con las demás empresas y el estado económico de esta.

Las 10:30. Salgo de mi despacho y me dirijo a la cafetería. En esta se encuentra Daniel hablando animadamente con dos mujeres. Ah bueno también hay tres hombres, pero yo solo me fijo en esas dos putas que rodean a mi novio.

Daniel me ve, me examina de arriba a abajo y vuelve la vista hacia las mujeres. Su labio inferior se cuela entre sus dientes.

Es por mi, pero no quiere que me de cuenta. Se creerá que soy subnormal o algo.

Luego, en una pequeña mesa está la chica de antes, la nueva secretaria. Sola.

Sin pensarlo ni un segundo me acerco a ella.

-Yo: ¿Te importa? -Dije señalando la silla?

-No, por supuesto que no. Sientate. -Dijo amable-

Me siento.

-Yo: ¿Cómo te llamas?

-Me llamo Carmen.

-Yo: Bonito nombre.

-Carmen: A mi me encanta el tuyo.

-Yo: Muchas gracias.

-Carmen: ¿Café?

-Yo: Si, ¿y tu?

-Carmen: Descafeinado. Voy a pedir.

-Yo: No -Dije levantándome rápidamente- Yo pido.

Me encanta fastidiar a Daniel.

Los ojos de esos tres hombres se clavan en mi. La de Daniel no iba a ser menos.

-¿Qué desea?

-Yo: Café con leche y descafeinado porfavor.

-Ahora mismo.

Me pone los cafés sobre la barra.

-Yo: Cóbreme porfavor.

-Su cuenta ya ha sido pagada por el señor Oviedo.

-Yo: No me da la gana. Devuelvale su puto dinero y cóbrese de aquí. -Dejo un billete de diez euros sobre la barra-

Cojo los cafés y los llevo a la mesa.

-Carmen: Oye, ¿Cómo te mira Daniel no?

-Yo: Los cuatro hombres me miraban. Son así.... hombres.

-Carmen: No, él te miraba diferente.

Cinco coments y sigo beibes

Los Gemelos en mi hotel (Hot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora