She's... Different?

Treinta y cuatro.

Bree.

--Bien, ¿de qué va todo esto Bree? --preguntó Sara cuando caminábamos entre los pasillos del supermercado--. ¿Qué quieres?

--¿Qué te hace pensar que quiero algo? --pregunté a la defensiva--. Me ofendes mamá.

Sara rodó los ojos.

--Hija --murmuró sarcásticamente--. Te conozco malditamente bien. ¿Qué quieres?

Sonreí, ella tenía razón. Tal vez demasiado bien para mi gusto.

--Bueno...

--¿Sara? --preguntó una voz a mis espaldas, interrumpiéndome.

Joder. ¿Por qué ahora?

--¿Sara Fields? --preguntó la voz otra vez. Pero ahora sí llamo mi atención. Fields era su apellido de soltera, así que cuando se casó con John adoptó el apellido Evans, al igual que yo.

--Evans --respondí de inmediato. Alguien tenía que defender a John ¿no? Es un buen hombre y le aprecio mucho, como si fuera mi padre de sangre y no el que me crió.

--Oh, entonces debo estar confundiéndote, mis disculpas.

Sara levanto la mirada y abrió la boca en forma de sorpresa.
--¿Liam Hayes? --preguntó, y el hombre sonrió.

Me gire rápidamente y algo en él me pareció familiar.

--Sí --respondió y Sara se abalanzó contra él y lo envolvió en un abrazo. El tal Liam tardó en reaccionar, pero al cabo de pocos segundo después le devolvió el abrazo.

--No puedo creerlo --respondió Sara, separándose de él--. ¡Han pasado años!

--Sí, es casi un milagro haberte encontrado aquí --dijo con una sonrisa.

--Tenemos tanto de que hablar, tienes que venir a cenar hoy con nosotros.

Me aclaré la garganta haciendo que los dos desviaran sus miradas hacia mi.

--Oh sí --murmuró Sara--. Ella es Bree, mi hija. Y él es Liam, mi mejor amigo en la preparatoria.

--Bree... Que muchachita tan... encantadora --respondió con una sonrisa y el sarcasmo en su voz--. Me parece haber escuchado antes de ti.

Sonreí, aunque su tono me molestó, me agrado que se defendiera.

--Igualmente Liam. --respondí y sentí la necesidad de salir de ahí--. Iré por unas galletas, Sara, te espero en la caja en 8 minutos.

Me ignoró y se enfrascó en una conversación con Liam.
Bufé.

Camine hacia el pasillo de las galletas y me entretuve buscando cuáles comprar.

--Las de chocolate son mejores --murmuró una voz femenina a mis espaldas.

Asentí y continúe mi debate interno.

--Por cierto, soy Chelsea.
Volví a asentir mientras la miraba. Era una chica de cabellos castaños y penetrantes ojos verdes. Tenía rasgos finos y una piel muy blanca.
Seguro que no era más otra chica plástica y bonita.

--¿Y tú eres? --preguntó amablemente--. Espera, ¿Bree Evans? Joder que sí eres.

Sonreí un poco.
--Sí --dije--. ¿De dónde me conoces?
Pregunte, dudando.

--¿¡La única mujer que juega en el equipo de los leones marinos y no quieres que te conozca!? Debes estar de broma.

Sonreí.
--Gracias a ti mi escuela perdió la oportunidad de pasar a las semifinales. Pero te diré un secreto, yo te apoyo a ti.