Veintiocho.

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Bree.

Desperté sudando y jadeando. Oh, y un pequeño y ligerísimo detalle encima de mí. Austin.

Quién ni siquiera hizo el intento de moverse al escucharme tan afligida.

--¡Austin! --susurré picándole las costillas--. Muévete grandísimo hijo de tú madre.
Por respeto a su madre es que no lo ofendía, claro.

--Austin --gemí adolorida al no sentir mis piernas más.

--Cállate. --murmuró con voz ronca de recién despertado, pero quedándose encima de mí-- Vas a despertar a Carter y a Daemon.

--Eres un estúpido, si yo me pusiera encima de ti esto sería más fácil.
Austin sonrío socarrón mientras negaba con la cabeza y se mantenía en su lugar.

Carter.

Hacia ya bastante tiempo que me había despertado, y escuchaba a Bree y a Austin hacer dios sabe qué.

Pero seguro no era algo que yo quisiera ver.
Y eso me molestaba.
Demasiado.

Me engañaba si me decía que era solo por el hecho de que no se pudieron buscar un maldito cuarto para ellos solos.

Podía escuchar perfectamente los gemidos de Bree desde mi posición. Y los jadeos tampoco eran agradables.

Mi furia aumentaba con cada segundo que pasaba.

Sabía que era en vano tratar de convencerme de que ella era diferente a las demás. Lo sabía.
Sólo hace a penas ayer ella estaba a centímetros de mi cara en lo que parecía un ridículo intento de ligue, y ahora esta debajo de Austin pidiendo estar encima.

Me alegra saber que no caí un su juego.
Me levante enojado desde donde estaba y entre al baño que estaba en el cuarto de Bree sin voltear siquiera a ver la cama.
Cerré la puerta de un portazo y respiré hondo tratando de calmarme.

Hijo de puta. Maldito Austin.
Maldita Bree. Malditos todos.

No iba a seguir con su juego de "me engañaron y desconfío en los hombres"
Ya no.

Salí del baño y encontré a Bree aún debajo de Austin. Juro que vi todo rojo.

--¡Carter! --grito en cuanto me vio--. Por favor ayúdame. Ya no siento mis piernas --dijo gimiendo.

La mire durante un buen rato.

--¡Ayúdame idiota! --gritó al borde de la histeria--. Llevo más de media hora aquí abajo y ya no siento mi cuerpo. Además no puedo respirar.

La miré curioso.
--¿Has estado así todo este tiempo? --pregunté riendo, esperando que fuera cierto.
Por alguna extraña razón quería que así fuera. Quería seguir creyendo en ella.
Quería que ella fuera diferente.

--Sí, estúpido.

Reí tontamente por mis pensamientos pasados. Mientras me acercaba a ella para ayudarla.
Empuje a Austin y este rodó hacia un lado sin despertarse. Bree suspiro de alivio y sonrío.

--¿Qué creías que estaba haciendo? --preguntó Bree, curiosa.

--Nada --respondí de inmediato sintiéndome un completo idiota.

--Bien, apúrate antes de que venga Sara a gritarnos.

--¿Por qué?

--La escuela, idiota --dije con una sonrisa, mientras alargaba la a.

Él rió.

--Bien.

[...]

--Adiós chicos --murmuró Sara desde el carro mientras nos dejaba en la escuela.

--Mamá Sara siempre tan buena --murmuró Daemon diciéndole adiós con una sonrisa.

--Muévete idiota, vamos tarde.
Dijo Bree agarrando a Daemon por la oreja y arrastrándolo con ella hacia la escuela mientras él hacia caras de sufrimiento.

[...]

Bree.
--Esto es un completo fastidio --murmuré medio adormilada.

Carter asintió mientras se dedicaba a hacer dibujos absurdos en su libreta.

Cerré los ojos y casi pude ver la pesadilla que había tenido horas atrás. Me estremecí y abrí los ojos rápidamente. Carter me miro burlón.

--No digas nada, idiota.
Él sonrió aún más.

Fije mi vista en el maestro que explicaba no sé qué acerca de los alcoholes y éteres o algo así. Definitivamente la química tampoco era mi fuerte.

Mis ojos se cerraron y sentí como mi cabeza caía sobre el hombro de Carter. Éste rió, o al menos eso creí por las vibraciones en su hombro.

Esta vez me encontraba en clases, Carter y yo estábamos en los últimos asientos absortos en nuestro mundo.
Me gustaba acariciar su rostro cuando no me estaba viendo. Y más que nada ver su sonrisa de satisfacción al saber que yo lo tocaba.

--Te quiero --murmuró en mi oído, dejando un beso en mi mejilla.
Me quedé paralizada, cualquier burbuja en la que fuera que estuviésemos se había roto.

Todo el salón nos miraba atentos. Nadie disimulaba.
Reí nerviosa.
--Bree --escuché como me llamaba Carter. Esperando alguna contestación.

--Yo...

--¡Bree! --grito sacudiéndome. Su voz deformándose.

--¡Señorita Evans! --escuché la histérica voz del señor Adams.

--¿Qué? --respondí, tratando de ignorar el hecho de que todos me observaban curiosos.

Al parecer me había quedado dormida, ups.

--Si es capaz de contestarme esta pregunta, no la mandaré con el director.

Asentí, sabiendo que mejor debía buscar una excusa para convencer al director de no mandarme a suspensión.

--¿Qué identifica a los alcoholes?
Me quedé callada.

--El OH --me susurró Carter.
Asentí suavemente, luciendo como si realmente lo estuviera pensando.

--¿El OH?

El señor Adams asintió, y continuó con su clase.

Demasiado cerca.

Le susurré a Carter un suave gracias y este asintió.

No sé que esta mal conmigo, pero necesito sacarme a Carter de la mente. No había razones para pensar tanto en él, no es normal en mí.
Suspiré fingiendo de vez en cuando que escuchaba al señor Adams, solo para evitar otra pregunta.

Me estoy cansando de esto. Dejaré a Carter de lado y volveré a mi antiguo yo, esa que no le importa nada. Ni sueña con un mundo paralelo.

Jamás podría vivir sin mis amigos, ni siquiera sin Daemon y sus bromas pesadas y su falso amorío.

Lo de Carter solo era puro capricho que seguro él mismo me estaba contagiando.

Vaya mierda.

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Saludines👋🏿

Un poco aburrido, I know, buuuut es solo por el momento, seguro que Bree no gastara demasiado de su tiempo en ello.

¡Nos leemos el próximo fin de semana!
O antes. *guiño sospechoso* Todo depende de mi imaginación.

p.s. ¿Me regalan su voto? Realmente ayuda a mi problema de poca imaginación😜❤️ x.

She's... Different?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora