She's... Different?

Treinta y siete.

Carter.

En todo el partido no me había concentrado.
No podía.

Creo que Austin había hecho algunos pases increíbles, o eso fue lo que pensé al ver las expresiones que Bree hacía.
Austin había conseguido la victoria que Bree tanto quería, bla bla.

Estaba furioso.

Y... No entendía por qué.

Ella corrió hacia él e hicieron esa especie de "saludo" que los había visto hacer cuando entrenaban juntos, sí, cuando Bree terminó con la cara y piernas arañadas.

Chelsea --una chica bonita, pero falsa como todas--, los había halagado sobre lo bonitos que eran juntos. Austin sonreía de manera idiota, Bree se veía confundida. ¡No!

Ella no debería lucir así. Ella no debería siquiera pensarlo.

--Carter, ¿podemos hablar? --preguntó Kellan, sacándome de mis pensamientos.
Asentí y lo seguí a las gradas, dejando a todos atrás.

--¿Qué pasa Kellan? --pregunté después de varios minutos de silencio.

--Es solo que... Te he estado viendo.

--¿A sí? --pregunté sin ganas--. ¿Debería preocuparme?

--No --respondió Kellan con una sonrisa--. O tal vez, pero no por mí.

Mi cara debió haber expresado toda mi confusión, porque Kellan se adelantó a explicarme mucho antes de que preguntara.

--A lo que me refiero es, ¿cómo te sientes cuando estás con Bree?

Mi expresión no cambió mucho después de eso.

--¿Bien? Un poco insultado, pero bien --respondí con humor.

--¿Y cuándo no estás con ella? --preguntó, rodando los ojos.

--Oye, no entiendo de qué va todo esto Kellan.

Kellan suspiró, como si acabara de comprobar algo que ya suponía.

--Te gusta Bree.

--¿Qué? --respondí de inmediato--. Claro que no.

--Sí, y estás celoso.
Me reí de manera falsa, como si eso negara todo.

--¿Celoso? ¿Yo?
Kellan suspiró de manera audible.

--Sí, tú, grandísimo idiota --respondió--. Te molestas cada vez que vez a Bree con Austin. Y debiste haber visto tu cara cuando Chelsea dijo sobre ellos como pareja --dijo riendo--. Casi te levantas de tu asiento y estrangulas a la pobre.

Reí molesto.
--Mentira.

--Piénsalo --dijo. Y en ese momento llegó Bree, riendo y con una sonrisa de victoria que no hacía nada más que hacerme sentir peor.

--¡Vamos a celebrar chicos! --dijo con una amplia sonrisa.

--Claro, vamos.
Dijo Kellan, y yo los seguí.

[...]

--¡Por Austin! --gritó Bree, levantando su vaso a forma de brindis.