She's... Different?

Capítulo diez.

--Eso fue... Interesante --murmura Carter a mi lado, mientras mastica el ultimo pedazo de su pizza.

Rio mientras le golpeo el hombro.

--Se lo merecía.
Respondo con simpleza.

--¿Siempre son así de salvajes?

--A veces más, a veces menos.

--¿Por qué te llevas así con él? Digo un día te vi con vestido --se detiene unos segundos en los que lo miro molesta--, pero después armaste una pelea, digo, ¿qué clase de chica eres?

--¿Una salvaje? --respondo provocando su risa--. Y lo del vestido y la pelea es simple, todos los jueves mi madre me obliga a usar ropa femenina ¿qué horror no? Y la pelea, bueno pues, Kiara es una zorra que odio.

--Interesante.
Responde riendo, me uno a él.

Varios minutos después y preguntas sin sentido de Carter -sobre mí y las otras chicas- llegamos a una pizzería del centro comercial.

--Espero que tengas hambre porque yo sí.
Él asiente mientras entramos al local con las mejores pizzas del mundo.

Después de ordenar, Carter y yo nos dirigimos hacia una mesa con vista al centro comercial.

--¿Me decías que creciste con Austin, Daemon, Ryan y Kellan?

--Sí, son algo así como mis hermanos --respondo mirando hacia las demás mesas--, supongo que por eso soy así. Crecí, viviendo con hombres, fue algo difícil para mamá y para mí después de la partida de... Nadie, pero lo logre.

--¿De quién? --responde Carter intrigado.

--¿Por qué te estoy contando mi vida Hayes? Te acabo de conocer.

--Probablemente porque presencie como casi mueres tacleada por Austin, como intentaste matarlo, y porque fuimos al parque de diversiones.
La sonrisa que pone me dan ganas de reír mientras asiento con la cabeza.

--¡Su pizza! --casi grita una de las meseras a nuestro lado--, soy Kate, y si necesitan algo más estaré complacida de hacerme cargo. Lo que sea.

Murmura esto último hacia Carter, suelto una carcajada y la tal Kate me mira molesta.

--Sí, muchas gracias --responde Carter sin verla--. Es todo.
Vuelve a decir cuando se da cuenta que la tal Kate no se va.

--Sabes Kate, con eso de que aún no te has ido ¿podrías traerme una coca-cola? --pregunto burlona--. Espero que te complazca traerme eso.
Continuo con una gran sonrisa.

--A mi también --responde Carter--, por favor.

Kate se va de nuestra mesa haciendo un puchero y seguramente maldiciendo.

--¿Acostumbrado he?
Pregunto riendo, a lo que Carter responde con su ceño fruncido.

--Sí --responde serio--, todas son iguales.
Frunzo el ceño mientras me cruzo de brazos. Claro que no.

--¿Disculpa? --la molestia en mi voz es clara--. Pero que alguna noviecilla tuya te haya partido el corazón no significa que todas seamos así.

--¿Me dirás que no se acercó a mi con solo ver mi cara? --responde seco--, es obvio que solo les interesa el exterior --responde tomando una rebanada de pizza--. A todas.
Solo les importa como se ven, se bañan en maquillaje para parecer algo que no son y no hablemos de como les encanta la atención y el dinero.

Abro mi boca para -seguramente- armar la tercera guerra mundial cuando la tal Kate llega con nuestros refrescos, haciéndome callar.

--Aquí tienen, disfruten de su comida.