Capítulo veintiuno.

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Sí la chica a la que yo había tomado como intercambio con Jorge no hubiese interceptado a Minho, este probablemente se hubiese arrojado contra él. Pude haberlo intentado yo, pero la chica tenía su cuchillo peligrosamente cerca del cuello de Minho y me miraba directo a los ojos, dándome a entender que al mínimo movimiento le rebanaría el cuello.

-Este es el plan. --Continuó Jorge. --Brenda y yo vamos a acompañar a estos parásitos al deposito para que coman algo. Luego nos reuniremos todos en La Torre, digamos en una hora a partir de este momento.

-¿Por qué solo tú y Brenda?--Preguntó un hombre. --¿Que pasa si te atacan? Son once contra dos.

-Barkley, muchas gracias por la lección de matemáticas. La próxima vez que no recuerde cuantos dedos tengo en los pies voy a recurrir a ti para que me ayudes a contar. Por el momento cierra tu bocota y conduce a todos a La Torre. Sí algunos de estos cretinos intenta algo, Brenda cortara al señor Minho en pedazos mientras yo me encargo de los otros. Están tan débiles que apenas pueden mantenerse en pie.

-La chica pelea mucho mejor que la mayoría de nosotros. --Insistió Barkley, lanzándome una mirada. --Opino que la chica debería quedarse con nosotros.

Un escalofrió me recorrió la espalda. Un Crank que parecía de mi edad me dedico una enfermiza sonrisa.

-¿Insinúas que esa mocosa es más fuerte que yo, Barkley?--Jorge lo miraba con sus ojos feroces entre cerrados. --¿Crees que ella podría vencerme, es eso? Hermanito, dime que no quieres decir eso.

Barkley, aunque fuerte y, a simple vista, mayor que Jorge, parecía nervioso.

-Bueno. --Dijo por fin, después de un largo intercambio de miradas con Jorge. --Pero si te asaltan y atacan sabremos arreglárnosla muy bien solos.

-Gracias por esas amables palabras, hermano. Ahora desaparezcan o tendremos doble diversión en La Torre.

Barkley lanzó una carcajada, pero carente de diversión. El Crank se perdió por la puerta que tiempo atrás habían atravesado Thomas y Jorge. Agitó la mano para que lo siguieran, y después hasta el ultimo Crank, exceptuando a Jorge y la chica que mantenía a Minho bajo su cuchillo, se habían ido.

Hubo un momento de silencio. Jorge miraba la puerta por la que habían desaparecido Barkley y los demás, como asegurándose de que no iban a volver.

La chica, Brenda, retiró el cuchillo del cuello de Minho y dio un paso hacía atrás.

-Realmente te hubiese matado, ¿sabes?--Le advirtió, con voz áspera. --Atacas a Jorge una vez más y te corto una artería.

Minho elevó los ojos al cielo.

-Que cuchillo tan filoso tienes, cada vez me gustas más.

Newt y Sartén lanzaron gruñidos al mismo tiempo.

-¿Es que jamás se toma enserió nada?--Inquirí en voz alta.

-Vamos, basta de charlas. --Intercedió Jorge. --Tenemos que ir al deposito a darles algo de comida. Parecen zombies famélicos.

-Debes estar de broma. --Replique.

-¿Están tan chiflados que creen que vamos a ir y nos sentaremos alegremente a comer con ustedes para después dejar que nos mutilen?--Añadió Minho.

-Por una vez, cállense la boca. --Nos espeto Thomas. Había algo en sus ojos que no cuadraba, era como si tratase de decirnos algo.

-¿Tommy?--Inquirió Newt, con desconcierto.

Thomas nos miro de manera extraña. Había algo raro en como se comportaba.

-Como sea. --Dijo Minho. --Vamos.

La Recluta A-0. PRUEBA DE FUEGO. [Terminada].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora