Capítulo veintinueve.

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Cuando ocurrió aún dormía, o por lo menos me encontraba en ese estado bamboleante del ensueño, a un paso de perderme en la bruma que era soñar. Primero pensé que se trataba solo del viento, luego, un zumbido intenso y atronador que rasgaba el aire y el silencio. 

Abrí los ojos en medio de la exaltación y exclamaciones provenientes de todos lados. 

Me sorprendí a mi misma al entender lo que sucedía. La palabra Berg  flotaba en mis pensamientos. 

Berg, era un Berg. ¿Que demonios hace un Berg aquí? 

El zumbido atronador de maquinaria pesada se hacía cada vez más fuerte. Entorné los ojos; a lo lejos, desde el Norte, una descomunal nave se acercaba a nosotros, con una rapidez alarmante. 

Giré en redondo buscando a los demás, todos, desde los Habitantes hasta Luke, Brenda y Jorge se encontraban mirando hacía el cielo, con similares expresiones de pánico y desconcierto. 

Un Berg. Esa palabra despertaba inquietantes zumbidos en mi memoria. De pronto, algo estalló en ella;

CRUEL. 

Los Berg le pertenecían a CRUEL. 

-¡Se trata de ellos!--Grité. El zumbido del Berg casi ahogaba mi voz por completo, pero aún así me hice oír por sobre el ruido. --¡Son de CRUEL! 

El impacto de la noticia mudo las expresiones de los demás. Los Habitantes intercambiaron miradas y voces aireadas, pidiendo explicaciones e indicaciones a Minho, pero ni siquiera este sabía que hacer a continuación. 

Una rafaga de viento paso violentamente por nuestro lado, rasgando nuestra ropa y levantando nubes de polvo. 

Lo siguiente que vimos fue el Berg aterrizando, sacudiendo el suelo a nuestros pies. 

Todo sucedió a una velocidad alucinante. 

A un costado de la nave se abrió una escotilla y de ella saltaron una docena de personas armadas y con trajes extraños; overoles holgados de color verde oscuro con letras escritas en el pecho que aun a la distancia podían leerse; CRUEL. Tenían el rostro cubierto con una especie de máscara de gas.  

El grupo se acercó corriendo a nosotros, apuntandonos con sus armas y gritando que nos arrodillemos con los brazos en alto. Intercambié una mirada con Minho, quien con una expresión de profunda impotencia me indico con un gesto que hiciera lo que nos pedían. 

Lo primero que pensé fue que todo se había acabado. Que la ridícula prueba en la que nos sometieron fallo terriblemente y que iban a deshacerse de nosotros.  

Dos personas del grupo de CRUEL soltaron sus armas y pasaron corriendo por mi lado. Observe su trayectoria, al igual que todos los demás. El par se dirigía a Thomas. Con un rápido movimiento lo levantaron del suelo y sin hacer una pausa comenzaron a correr de vuelta al Berg. Subieron por la escotilla y se perdieron en el interior de la nave. El grupo de armados que nos apuntaba también comenzó la retirada. El último de ellos levantó las armas del par de personas que se llevó a Thomas y  tiró un trozo de papel al suelo antes de alejarse corriendo. 

Observamos  la nave retomar el vuelo. En cuestión de minutos dejamos de oír el zumbido atronador y la perdimos de vista. 

Hubo un momento de silencio. Todos nos encontrábamos en las mismas posiciones, muy afectados como para  reaccionar. 

El trozo de papel se agitó con el viento. Alargué la mano y lo tome. 

Carraspee y lo leí en voz alta; 

''Volveremos con Thomas en unas horas. 
Recuerda, Corre, Sobrevive. ''



La Recluta A-0. PRUEBA DE FUEGO. [Terminada].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora