Capítulo veinticuatro.

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Supe que no se trataba de un simple sueño al instante. Veía todo de un modo omnisciente, ya conocía esa sensación. Sin duda estaba en un especie de recuerdo. 

Estaba en una habitación espaciosa solo iluminada por las pantallas de los ordenadores de ultima tecnología dispuestos por el lugar. Encorvada sobre un computador y con sus dedos tecleando frenéticamente, me encontraba yo o por lo menos una versión más joven de mi.  De mi ultimo recuerdo parecían haber pasado años. En esta ocasión, en ella ya no quedaban rastros de su niñez. 

No sabía que era lo que estaba buscando, pero por su postura y su nerviosismo, lo que estaba haciendo no estaba permitido. 

Me fije en la pantalla de su ordenador. En ella había aparecido un fondo negro y en él, unas grandes letras color blanco; INSERTE CONTRASEÑA DE SEGURIDAD. 

-Contraseña de seguridad. --Mascullo ella. En su voz había un matiz de burla. 

Saco del bolsillo de su pantalón blanco una hoja de papel. No alcancé a ver lo que decía, pero ella frunció el ceño, volvió a guardárselo y a dirigirse a la pantalla. 

-A que nunca imaginaron que un recluta  hackearia su estúpido sistema. 

Sea lo que sea que ella estaba tecleando, no era la contraseña de seguridad. La pantalla cambió, infinitas palabras pasaban a velocidad impresionante, descontroladas. 

Hasta que desaparecieron

El fondo volvió a cambiar. 

En letras negras y sombrías, anunciaba; 

''EXPERIMENTO FASE 1: EL LABERINTO'' 

El recuerdo cambió repentinamente. 

De pronto, ya no me encontraba en la habitación de los computadores, si no en otra muy diferente. Era un cuarto pequeño, con una litera, una cómoda y  una diminuta ventana con barrotes oculta detrás de unas oscuras cortinas. En la habitación no estaba sola. Mi yo alterno estaba sentada en la cama frente a un chico que, sin lugar a dudas, era Newt. Su cabello rubio estaba casi rapado. Estaba más alto y un poco más fornido. 

Newt agitó a mi yo alterno por los hombros, porque esta no dejaba de farfullar cosas incomprensibles. 

Comprendí que se trataba de un recuerdo procedente del que acababa de salir, puesto que llevaba la misma ropa, con las mismas arrugas y el cabello tomado en la misma coleta. 

Por fin, ella o yo, termino por calmarse o hizo el intento. Cerro los ojos, tomo una bocanada de aire y fijo sus ojos en los de Newt, que la miraban ansiosos. 

-Lo hice, Newt. 

-¿Lo hiciste? ¿Hiciste qué? 

-Lo que llevamos planeando hace meses, idiota. 

La expresión de Newt, una mezcla de sorpresa y enfado, disipó todo rastro de confusión. 

-¿Estas loca? Habíamos acordado no hacer nada. Eres consiente de todo lo que pudo salir mal. ¿Por qué no me pediste ayuda? entre los dos...

-Entre los dos las cosas hubiesen sido mucho más complicadas. --Lo interrumpió. --Fue rápido y creo que no deje rastros. Olvidaron cerrar mi puerta con llave, no podía perder esa oportunidad. ¿Recuerdas la tarjeta de seguridad que robe? con esa accedí a la Sala de control. Newt, después de la desaparición de Minho no iba a quedarme de brazos cruzados. 

La Recluta A-0. PRUEBA DE FUEGO. [Terminada].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora