La Recluta A-0. PRUEBA DE FUEGO. [Terminada].

Capítulo treinta.

No sabía bien qué era exactamente lo que me impulsó a hacerlo; La cuestión es que el acontecimiento reciente me hizo estallar. 

Me giré en redondo y me lancé contra Brenda. La tumbe de espaldas al piso, me senté a horcajadas de ella, tome a tientas el cuchillo que guardaba en la cinturilla de mi pantalón y lo puse en la garganta de Brenda.

Lo hice todo en un periodo de tiempo tan corto que  nadie alcanzó a hacer nada para detenerme. 

Brenda abrió sus ojos de par en par. Su atención iba desde el cuchillo que mantenía a una pulgada de su cuello a mis ojos. 

-Te conozco. --Le espete. --No lo recuerdo pero sé que te conozco. A Jorge y a ti. 

Brenda frunció el ceño,  su semblante no había más que desconcierto. 

-____, no sé de qué hablas. 

Aunque lo decía con una firmeza exasperante, no le creí. 

Por el rabillo del ojo vi que alguien venía a separarme de ella, así que me di prisa. La idea no era que se sincerara o confesara, porque no lo haría, pero quería que entendiera que no me tragaba su historia y que descubriría que se traían entre manos. 

-Escucha esto y espero que no lo olvides; Mis recuerdos están volviendo. Cada vez se sienten más cerca y en cada momento relaciono mejor las cosas. Cuídate las espaldas. Si nos fallas, si en todo esto tienes algo que ver, te mataré. 

Un par de manos me tomaron de la cintura y me jalaron hacia atrás. Era Minho. Mientras Jorge ayudaba a Brenda a incorporarse, lanzándome miradas asesinas y desafiantes, Minho me tomó del brazo y me alejó del resto. Los Habitantes intercambiaban miradas de curiosidad y desconcierto; Newt, a lo lejos, me hizo un gesto en señal de que él entendía. 

Cuando estuvimos lo bastante lejos de los demás, Minho se detuvo. Me solté de él y retrocedí unos pasos. Minho se cruzó de brazos me observo, impasible. 

-Habla. 

-¿Disculpa? 

-Hace días te comportas de una manera extraña. Haces que acojamos a un Crank. Sabías que esos...Berg eran cosa de CRUEL. Atacas a Brenda. No sé que garlopas está pasando y quiero saberlo. 

-¿Estas desconfiando de mí?

Ahí estaba. Para colmo, el Gran Minho se atrevía a desconfiar de mí. 

Intenté no parecer tan afectada, pero sus duras palabras me golpearon con fuerza. Sentía un ardor que subía desde mi cuello hasta mis mejillas y presentía que en cualquier momento iba a ponerme a gritar o llorar de impotencia.

Algo de todo eso se debió reflejar en mi semblante, porque la postura de Minho se tensó y casi pude percibir algo como el arrepentimiento en sus ojos, pero deseche ese pensamiento. Minho era un idiota y si después de todo no confiaba en mí, allá él. 

-¿De qué serviría que te contara algo?--Le pregunté, cargando cada sílaba con el desdén que sentía. --No te creerás nada de lo que te diga. 

-No he dicho que no me fio de ti. 

-¿A no? ¿Que és ese tono de acusación, sino? ¿Sabes? no me interesa. Te contaré lo que sé y lo que sospecho y si después de eso decides que aún no confías en mí ya no es mi problema. 

Minho abrió la boca para decir algo, pero lo callé con un gesto de impaciencia. 

-Dices que me comportó de una manera extraña. Tienes razón. Recordé algo. El otro día, cuando ustedes fueron a buscarme. En mi recuerdo, me infiltre en una sala de control de CRUEL. Debía de tener unos trece o catorce años, no lo sé. El punto es que me metí en su sistema y...descubrí El Laberinto. Luego de eso fui con Newt y se lo conté. Sí, Minho, Newt. Él también era algo más pequeño. Le conté lo que vi y te mencione a ti. Dije que leí los nombres de los desaparecidos, desaparecidos que al parecer fueron a dar al Laberinto y entre ellos estabas tú. Adivina qué; nos conocíamos. Desde mucho antes, desde niños. 

-Lo inventas. --Murmuró Minho. No me moleste en enfadarme, porque sabía que en el fondo me creía. Separó sus brazos y se pasó una mano por el pelo sucio, como distraído. --Shuck. ¿Quieres decir que...? Newt también...¿Nos conocíamos? 

-Y eso no es todo. --Dije. 

Minho volvió a enfocar su vista en mí. 

-Me reprochas que los haya obligado a acoger a Luke pero gracias a él tengo una teoría. Él me contó unas cuantas cosas y creo que logre relacionarlas. Él me dijo que CRUEL reclutaba gente inmune. Gente que no se infecta con La Llamarada. Las buscaba porque ellos son la posible solución a la Cura. Reclutaba niños. Los educaban y les harían pruebas. 

Casi podía oír los engranajes del cerebro de Minho trabajando a toda velocidad. Sus ojos brillaron.

-Te refieres a Pruebas como el Laberinto, pruebas como cruzar un Desierto en busca de un refugio...

-Exacto. 

-Piensas que nosotros...

-Somos esos niños. --Completé. --Encaja, Minho. Tengo recuerdos de mí cuando niña en las instalaciones de CRUEL. Me hacían luchar. Creo que me entrenaron para eso, por eso se me da bien pelear. También tengo recuerdos de Newt cuando niño. Y en mi último recuerdo te mencione a ti. Creo que CRUEL nos reclutó a todos nosotros cuando no éramos más que niños. Nos educaron según lo que ellos creían conveniente y cuando diseñaron las pruebas, nos lanzaron a ellas. Mirate el tatuaje, Minho. Nos señalan como Reclutas. 

-Pero la Rata dijo que en el refugio estaba la Cura para La Llamarada y dijo que nosotros la llevamos. 

-Ellos no tienen la Cura, Minho. ¿De verdad crees que nos harían pasar por esto si ya la tuvieran? creo que nosotros no tenemos La Llamarada. Llegar hasta ahí es solo otra prueba de la cual podrían crear una. 

-¿Cómo encajan Brenda y Jorge en esto? 

-Estoy segura de que los conozco, solo no lo recuerdo. Tengo una sensación muy parecida a la que sentía por Newt cuando lo conocí y resultó que sí lo conocía. De Brenda y Jorge no tengo recuerdos, pero sé que deben estar ahí. Creo que son de CRUEL. Cuando me raptaron los Cranks oí decir a Barkley que Brenda y Jorge eran recién llegados. Creo que CRUEL los puso ahí para que nos guiarán a través de la ciudad y así asegurar a qué llegaríamos, por lo menos los más aptos, al refugio. También preguntaste por cómo sabía lo del Berg. Bueno, en realidad no lo sé. Pero cuando lo vi recordé el nombre y luego tan solo lo asocie con CRUEl. La verdad no lo entiendo. 

Esperé. Minho miraba hacia donde estaban los demás, cavilando. 

-Eso es imposible que lo hayas inventando. --Dijo por fin. --Maldición. Todo esto me volverá loco. ¿Que garlopas se supone que debemos hacer? 

-Pensé en huir. --Dije. --Pero después de todo eso solo es una teoría. 

-Muy buena, por cierto. 

-Gracias. Además, tampoco sobreviviriamos demasiado por nuestra cuenta. Creo que debemos hacer lo que nos dijeron. Ir al refugio. Cuando todo esto de la Prueba Del Desierto haya terminado podremos decidir qué hacer.

-¿Crees que deberíamos contarles todo esto a los demás?

-No. No hasta estar seguros. 

-¿Qué hay de Brenda y Jorge?

Fruncí los labios. 

-Yo me encargo de eso. Por el momento solo los vigilaré de cerca. 

Minho asintió. Lanzó un suspiro exagerado y volvimos nuestros pasos hasta los demás. 

-Por cierto, ¿Qué pasaría si toda tu teoría resultara ser cierta? ¿Qué pasaría con el Crank que llevamos encima? 

Guarde silencio. La verdad ni siquiera yo lo sabía.