Talking To The Moon (Kellic)

Capítulo 3

"Dar un paso distinto al que solías dar, tal vez sea sinónimo de cambio, no sé cual sea el resultado, pero sin duda anhelo que sea el mejor"

La débil tenue de luz se coló por la ventana hacia el interior de mi habitación, deduje que aún era temprano. Me levante inmediatamente, y en efecto, así era, daban apenas las seis de la mañana con cuarto de hora. Abrí la ventana y un aire completamente fresco y matutino atravesó por mis fosas nasales, haciendo que exhalara de manera relajada y con un pensamiento distinto y desconocido para mí.

La mañana se veía bastante fresca y se me atravesó por la cabeza una idea bastante descabellada, bueno para mí lo era, nunca en un futuro cercano no se me habría ocurrido tal cosa, pero estaba intentando ser otro ¿cierto? Así que debería adoptar un estilo de vida distinto al anterior y todo lo hacía a consecuencia de la plática de anoche con mi mamá.

Sin pensarlo más, me cepille los dientes y posteriormente me puse ropa bastante cómoda para correr por el vecindario, si "correr" no sé de donde se me vino esa idea loca y repentina de tratar de hacer ejercicio físico, yo anteriormente odiaba los deportes, bueno el anterior Kellin los odiaba. Bueno de todas maneras tampoco es que ahora deje de odiarlo y apuesto que el anterior "Yo" golpearía al nuevo "Yo" por obligarme a hacer entrenamiento físico.

Bueno de todas manera necesitaba ocupar mi mente en cosas saludables y actividades interesantes, como la música, arte, deportes, etc.,  mi anterior estilo de vida, bueno hasta ayer, creo que no era del todo positiva, prefería aislarme del mundo y no socializar mucho a excepción de salir solo con mis amigos, más de eso, era bastante deprimente en mi forma de pensar, ahora veía las cosas de otra manera y no pararía hasta ser distinto al anterior.

Haría de mi persona algo mejor.

Tal vez, solo tal vez...

Me puse los auriculares y empecé a dar los primeros pasos apresurados, minutos después me encontraba haciendo eso que llaman un leve "entrenamiento físico" y no parecía desagradarme del todo, me sentía bien conmigo mismo. Incluso había olvidado por completo esa satisfacción de hacer algo para ti mismo y que te agrade o te haga sentir completamente bien.

El vecindario y las varias cuadras por las que recorrí eran bastante bonitos a la vista de todos, algo tranquila y estética que lo caracterizaba.

Mientras traía mi mente distraída, de repente me sentí ¿atacado? Y esos eran unos ¿perros? Si definitivamente, eran unos perros, dos para ser mas especifico, caí torpemente sobre mi trasero que al parecer amortiguo mi caída.

- ¿Pero qué demonios?

Estaba en el suelo y confundido, los perros no intentaban lastimarme o querer atacarme, eran bastante grandes uno era un pastor alemán y el otro no supe diferenciar exactamente su raza pero eran grandes y con suficiente fuerza para dejarme en el suelo, al parecer solo estaban intentando ¿jugar? Traían correas.

- ¡Hey! Lo siento, son muy traviesos ¿te lastimaron? -pregunto una voz desconocida y extendió su mano derecha hacia mí, para ayudarme a levantar ya que seguía en el suelo, no le di mucha importancia y me levante por mí mismo, sacudiendo parte de mi ropa.

Me volví a encontrar con esos ojos castaños de la anterior noche, sí definitivamente era el mismo que casi me atropella con su automóvil, ahora por la claridad del día podía escanear claramente sus facciones, sus ojos y pelo castaño, su sonrisa amigable y algo cautivante. 

- ¿Espera, te conozco de algún lado? Tu rostro se me hace familiar -, pregunto y me observo por leves segundos - ¡Claro! ¡Eres tú! El de la otra noche ¿cierto?