Capítulo 11

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Desperté por los golpes abruptos que se oían, de manera inmediata reconocí que provenían de la puerta de mi habitación y me quejé por ese molestoso ruido.

— ¡A quién demonios se le ocurre despertarme en SÁBADO!

Segundos después solo oí pasos entrando en mi habitación y otro resplandor de luz invadió por toda la habitación, abrí pesadamente mis ojos y los talle en el proceso de acostumbrarme a la luz natural que invadía sin permiso en el interior.

—Vamos Kellin, ya son más de las 10 de la mañana. —habló mi madre dejando abiertas las cortinas y sacando parte de mi ropa sucia que tenía dispersadas por todo el suelo.

—Mamá aun no he dormido lo suficiente. —me quejé.

—El día está lindo cielo, tal vez tú y tus hermanos puedan salir a dar un paseo o lo que sea, levántate de ahí, necesito poner a lavar todo esto y eso incluye también tus sábanas.

—Cuando estás en plan de insoportable ni quien te aguante. —hablé y salí de ahí ignorando los comentarios posteriores de mamá, necesitaba una ducha de agua fría para despertar a mi cuerpo y mente.

— ¡Kellin! ¡Kellin! —escuche nuevamente sus gritos después de varios minutos y ahora tocaba de manera incesante la puerta del baño.

— ¡Qué! ¿Ahora no puedo darme una maldita ducha?—hable furioso tras abrir la puerta que casi estuvo a punto de ser derrumbada por sus golpes violentos.

— ¿Se puede saber que significa esto? — me interrogo de manera espontánea, desvié mi vista hacia esa diminuta caja blanca que mantenía ella, mostrándome, casi plantándomelo en plena cara, lo reconocí de inmediato.

« ¡Ups! Creo que estoy en problemas» Pensé.

—No sé. —me limite a decir tratando de imitar una reacción confundida.

—Ah..., no sabes, Kellin esto estaba bajo la cabecera de tu cama, ¿lo estas tomando? ¿Por qué? Estos medicamentos son míos ¿Qué estás haciendo Kellin? ¿Por qué los tomaste sin mi permiso? Esto es peligroso si las ingieres sin indicación previa. — hablo ella levantando el tono de su voz y al mismo tiempo horrorizada como si en verdad hubiera hecho algo malo.

— ¡Basta! Son muchas preguntas, y estas exagerando las cosas, ni siquiera las tomé, fíjate no falta ni una sola píldora, no dramatices y si, las cogí de tu cuarto, no podía dormir bien y pensé que...

— ¡Pensar que! Kellin tú no las puedes consumir, si tenías problemas de sueño tranquilamente me hubieras dicho.

—Aja... y tu si las puedes tomar ¿cierto? Aparte no las tomé, ¿conforme? ahora por favor necesito privacidad.

—No quiero volver a saber que tomaste cosas sin mi permiso, ah y otra cosa... encontré esto en tu ropa sucia ¿Qué es esto?

— ¡Mamá! No puedes andar esculcando mis cosas y menos mi ropa, también necesito respeto por mi espacio personal. — y le quite de las manos esa tarjeta que Vic me había dado anoche.

—No me vas a decir, que es lo que tengo y no que hacer ¿De quién es esa tarjeta?

—No es nada, es solo que Vic me dio esa tarjeta, su papá es director de una secundaria y me dijo que tal vez podrían aceptarme ahí pero...

—Perfecto entonces hablaré con él. — y me quitó de las manos la misma tarjeta, dejándome sorprendido por su accionar inmediato, ¿por qué había respondido eso? ¡maldición! Y mi madre salió de ahí dejándome con la palabra en la boca.

Talking To The Moon (Kellic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora