Capítulo 24

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¿Cómo podría denominar a esto? Estoy con la mente perdida en él, lo pienso constantemente y al recordarlo hace que mi estomago sienta esos aleteos descontrolados en mi, al besarlo me desconecto de mi realidad para transportarme hacia otra dimensión, ahí donde todo puede ser perfecto, su tacto hace que mi piel se estremezca solo de sentirlo más cerca de lo usual, tengo una estúpida sonrisa en mi cara haciendo que me vea como una típica colegiala enamorada.

¿Quién creería que una persona, cambiaria tanto mi vida de la noche a la mañana?

No me lo imagine ni remotamente llegar a sentir todo esto por una persona de mi mismo sexo, aunque claro eso a mí ya no me molesta ni afecta para nada, ya me costó demasiado admitir que él me atraía de una manera tan poco común, ahora está más que claro que eso empieza a hacerse más fuerte, algo asi como que en verdad me estoy enamorando.

Analizo cada situación y todo paso a la velocidad de la luz, totalmente rápido que ni siquiera lo asimile con total lucidez todo esto, cuando quise reconocer que estaba siendo atraído por una persona de mi mismo sexo, ya estaba totalmente atrapado por el café de sus ojos, por su estúpida sonrisa que parece hablar por sí sola, reflejando que todo en el mundo estaba bien y era perfecto de solo verlo sonreír aunque el mundo este destrozándose, pero no había duda que eso quería creer yo, que mi mundo era mejor estando cerca de él, que mi vida estaba siendo trazada por colores vivos y alegres.

Las pesadillas y los sueños malos que solía tener con anterioridad fueron desapareciendo, inclusive llego a creer que mis cambios de humor fueron mejorando, estar con esa persona es como si vieras el mundo a través de los ojos de esa persona, es como si a cada cosa insignificante que antes no le dabas importancia ahora si le dabas un significado o importancia.

La vida vista de este modo es más estética y sublime, tiendes a creer que la vida no es solo drama y situaciones tristes, llegas a pensar que hay motivos por el cual sentirte vivo, motivos por el cual tienes que despertarte con una sonrisa cada mañana.

Cada amanecer, cada noche que oscurece, cada día en el que el sol se pone en su máximo esplendor ahora tenía sentido, todo lo tenía...

— ¿Vas a desayunar o te vas a quedar con esa cara de idiota que tienes?

—Déjalo, seguro aun no despertó y no se dio cuenta.

—Basta dejen de molestar a su hermano —hablo mamá y se levanto de la mesa.

—Los escuche —advertí y tome una cucharada de mi cereal con leche para llevarlo a mi boca, mientras noto las miradas curiosas puestas en mí, por parte de Lauren y Edward.

— ¿Que tienes Kells? ¿Estás bien? —pregunto Lauren.

— ¿Por qué no lo estaría? —respondí, encogiéndome de hombros.

—Claro que está bien... ¿no lo notas? Todo el tiempo esta con esa cara de retrasado, apuesto que es una chica —hablo Edward.

—La cara de retrasado lo tienes tú —ataque, y me percate que mamá no oyera eso, observe a mi alrededor pero ella estaba distraída hablando por teléfono, lejos de nosotros.

— ¿Entonces por qué se te ve tan feliz?

—No se... díganme ustedes, no creen que el día esta algo lindo —hable de manera realmente estúpida, no sé de donde salió eso.

—Es un día de verano, como cualquier otro —respondió Edward.

— ¿Entonces una chica? —dijo Lauren con expresión curiosa.

—Una chica, un chico, puede ser lo que sea... —respondí sembrando la duda en mis hermanos, Edward me observo con las cejas enarcadas, haciendo referencia que no entendía eso, en tanto Lauren tardo en reaccionar.

Talking To The Moon (Kellic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora