Capítulo 47

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Escuche unos sonidos provenientes de algo, no pude reconocerlo de inmediato, tenía un fuerte dolor de cabeza y gran parte del cuerpo adolorido, hice un gran esfuerzo por abrir mis parpados pero una luz extremadamente fuerte impedían que pueda abrirlos del todo, dificultosamente y con gran pesadez mis parpados se abrieron dejándome ver que me hallaba en una habitación de paredes blancas.

—Cariño... —dijo una voz cerca de mí, dirigí mi vista hacia un lado. Mamá estaba ahí, con su uniforme de trabajo, su cabello recogido y desordenado, sin rastros de maquillaje en su rostro y los ojos claramente enrojecidos como si hubiera estado llorando en las últimas horas —Despertaste, lo hiciste —dijo con media sonrisa, acariciando mis mejillas.

Estaba en la habitación de un hospital, de eso no había duda, tenía la cabeza con vendas, mis manos se hallaban conectados con varias agujas a través de unos aparatos, lo que me impedía moverlos del todo y unas sábanas de tono azul cielo cubrían parte de mi cuerpo.

— ¿Qué me paso? —cuestione desconcertado, mi voz se oyó débil y rasposa.

—Un automóvil te atropello y... —ella se quedó callada y expulso el aire de sus pulmones con pesadez —. Lo importante es... que ahora te encuentras bien —respondió cambiando el tono de su voz. Como si de unas diapositivas se tratasen mi mente me recordó rápidamente lo que había ocurrido. Yo peleando con Vic, yo tratando de cruzar la calle, un automóvil con dirección hacia mí y con gran velocidad hizo impacto sobre mi cuerpo. Es lo último que recuerdo.

—Creo... creo que ya lo recuerdo —dije cerrando bruscamente mis ojos debido a un dolor agudo en la parte frontal de mi cabeza.

— ¿Qué ocurre? —pregunto ella sobresaltada.

—Me duele todo el cuerpo, siento que mi cabeza va a estallar... yo, yo... no me siento bien —respondí tratando de asimilar el dolor físico.

—Es normal que sientas eso —respondió ella revisando mi pulso —. Llamare al médico, vuelvo en un segundo —salió de la habitación, apreté mis dientes mientras gemía de dolor, esto era insoportable. Minutos después un hombre entro con mamá y una enfermera, este me sonrió al entrar.

—Hola Kellin, soy el Dr. Coleman  —se presento amablemente y yo asentí —. Despertaste eh... nos tenías preocupados, revisaremos como estas —. Llevo el endoscopio que llevaba con él y lo puso cerca de mi corazón —. Tus signos vitales están dentro de lo normal, voy a ordenar que te cambien la medicación y que en horas de la tarde te lleven a otra habitación.

—¿Dónde estoy ahora? —pregunte confundido.

—En cuidados intensivos —respondió. Según mis conocimientos estar en cuidados intensivos era porque alguien se hallaba grave.

—Ahhh

—Bien, estarás en observación por tres días ¿De acuerdo?

—Está bien

—Te daré una medicación para tu cabeza y unos sedantes para que descanses unas horas.

Después que el Dr. Coleman le ordenara a la enfermera que me diera tal medicación y unas referencias a mi madre, él salió de la habitación con la enfermera dejándome nuevamente solo con mi ella.

—Cariño... estaré pendiente de ti, pero por ahora necesitas descansar —dijo acariciando mi cabello.

— ¿Estuve grave? —pregunte cautelosamente.

—Si... eso me asusto, me asusto la idea de tan solo perderte, yo... sé que no he sido lo mejor para ti, que no me llevare un premio por ser la madre del año. Pero... te amo. Tendremos esta conversación cuando estés mejor. Por ahora necesito que te mejores, que te recuperes y tendremos mucho tiempo para hablar de esto y otras cosas más. Últimamente  has estado pasando tan malos momentos, que no te mereces todo esto, necesitas sonreír y ser feliz. Necesitas estar bien.

Talking To The Moon (Kellic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora