—Eres especial.
Había respondido de manera tranquila y serena mientras le daba otro sorbo a su café y desviando su mirada puesta en mi.
—Define "Especial"
El optó por volver a realizar esa conexión de miradas entre ambos se lo notaba realmente tranquilo.
—Confórmate con esa respuesta. —susurro en respuesta y con una sonrisa sutil de lado.
—Como sea. —hable de forma desinteresada estaba demasiado exhausto como para seguir con eso.
Pero eso de:
«Eres Especial»
Hacía eco en mi cabeza y rebotaban esas palabras en mi cabeza como una pelota molestosa una y otra vez.
¿Qué significaba eso?
No sabía el grado de significado que podían traer consigo esas simples palabras, tenía la curiosidad que por naturaleza el ser humano las tiene, pero no seguí con mis preguntas que al parecer él tampoco estaba dispuesto a responder de manera específica o simple, y yo no quería darle a entender que ese hecho en mi interior en realidad me importaba, que me importaba saber el grado y alcance que tenían esas tan simples o poderosas palabras, aún no lo sé.
—Te ves demasiado cansado, será mejor que te lleve de regreso a tu casa. —hablo rápidamente sacándome de mis debates mentales que mantenía ese instante, yo solo asentí con la cabeza y deje de lado mi Cappuccino aún no terminado para sacar mi billetera y pagar parte de la cuenta.
—No, espera no hagas eso, yo te invite, lo justo es que yo pague.
—Pero... —antes que termine de responder el ya se había levantado y dirigido a pagar la cuenta, yo solo quede enmudecido ante tal acción por parte de Vic.
— ¿Nos vamos? —volvió a interrumpir mis nulos pensamientos existentes en ese momento y yo solo asentí y le seguí con dirección hacia al aparcamiento donde había dejado estacionado su auto.
Al salir del lugar sentí como la suave brisa y fresca golpeaba de forma leve parte de mi rostro, era sin duda alguna, una de esas noches frescas y cálidas que comencé a considerar y reconocer como las noches características de San Diego y con ello la luz natural de una luna llena iluminaba con grandes destellos en todo su esplendor la ciudad opacando de manera considerable las luces artificiales existentes del alumbrado público de la ciudad.
De regreso a casa, Vic y yo hablamos de cosas aleatorias y sin importancia alguna, cosas como: Un poco más de nuestras familias o el hecho de que elogio mi camiseta que llevaba puesta y con ello tuvimos material de conversación por varios minutos acerca de que teníamos casi los mismos gustos y preferencias musicales o como la posibilidad que había de que cuando llegase las vacaciones de verano tal vez me llevaría a nadar en una playa a las afueras de la ciudad y que tendría que conocer si o si.
—Así que ¿clases en línea? —hablo como respuesta a la información detallada que le había dado en cuanto a que ninguna secundaria había accedido o permitido mi ingreso en una de ellas.
—Aja... —respondí como respuesta a su pregunta, acompañado de un bostezo que a esas alturas se me hacía imposible contener.
—Puedes descansar si quieres, yo te despierto en cuanto estemos cerca — hablo y yo negué con la cabeza —, no voy a secuestrarte para luego vender tus órganos en el mercado negro, si es eso lo que te preocupa — y yo solo reí ante su comentario —. Vamos anda, te ves muy cansado.
Y solo fue cuestión de segundos antes que mis parpados se cierren por completo y mi cuerpo se sumerja ante un cálido sueño que había estado reprimiendo desde hace varias horas atrás.
—Hey... Kells, Kells... —escuche de forma lejana y ajena una voz seguido de un movimiento frenético que sentía en mi cuerpo —. Kells, despierta dormilón.
— ¡Qué! Q-que ¿qué fue? — y de manera abrupta me desperté golpeándome parte de mi cabeza contra algo metálico —¡Auch! — me queje ante el golpe que me había dado.
— ¡Huy! Eso debió doler... ¿Kells, estás bien? —pregunto Vic, había olvidado por completo que me quedé dormido, y de inmediato reconocí que me encontraba aun en su automóvil y Vic estaba de lado del copiloto donde yo estaba y con la puerta abierta.
— Acabo de golpearme la maldita cabeza y preguntas que si: "estoy bien" no seas idiota Vic —respondí llevándome de forma automática las manos hacia donde había recibido el golpe.
—Si... eh, lo siento. Déjame ver.
—No, no te preocupes, estaré bien. —hable dispuesto a bajar de ahí.
—Sí, bueno quiero que por si acaso tengas esto —respondió y saco su billetera para darme una tarjeta lo acepté de forma dudosa y alcance a leer.
— ¿Victor Fuentes? —pregunte confundido.
—Sí, bueno me dijiste que estabas pasando clases en línea, y bueno no sé... tal vez no te importe mi opinión pero tal vez debas pasar más tiempo haciendo vida social que aquí en tu casa encerrando teniendo esas clases, es la tarjeta personal de mi papá, ya te dije que es director de una secundaria y sí, yo llevo el mismo nombre que él, por si te lo preguntabas, pero bueno ese no es el caso. Tal vez tus papás puedan hablar con él y puedan hacer algo al respecto, ahí están todos sus datos y lo que necesites. Solo si te animas.
—Eres muy amable, gracias de todos modos, pero solo es cuestión de un par de meses para que acabe el año escolar así que..., no es necesario, de igual manera te lo agradezco.
—Bien, entonces nos vemos en otra ocasión cuando no tengas sueño y ponte algo de hielo en el golpe... cuídate.
—Ok, nos vemos adiós —y camine con dirección hacia la puerta principal de mi casa y guarde en los bolsillos traseros de mi pantalón la tarjeta que me había dado Vic y antes de que diera más pasos me detuve y giré mi vista hacia atrás, me sorprendí al encontrar que Vic aún seguía manteniendo su mirada hacia la dirección que estaba caminando y el rápidamente dio pasos apresurados hacia la puerta del piloto al encontrarse con mi mirada.
— ¡Ah y Vic!—llame su atención y se detuvo, solo fue cuestión de dar unos pasos más antes de llegar hacia él para decirle —. El cappuccino estuvo delicioso y él que me lo invito está empezando a caerme bien, pero es un secreto no se lo digas. —dije las últimas palabras más como un susurro y ante aquel comentario vi como en el rostro de Vic se formaba una sonrisa, una sonrisa que no había visto ni conocido en él, e inmediatamente me giré con rapidez y me dirigí a mi casa, y otra sonrisa se dibujaba en mi rostro.
¿El porqué? Aún no lo sabía, pero lo único que sabía con exactitud era de que Vic Fuentes estaba empezando a agradarme y de una muy buena manera.
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Talking To The Moon (Kellic)
FanfictionKellin Quinn se muda a una nueva ciudad y conoce a Vic Fuentes, ambos desarrollaran una amistad hasta convertirse en un romance absoluto. Kellin tendrá que lidiar con la mala relación que lleva con su madre al mismo tiempo que va descubriendo sus se...