Capítulo 40

329 25 38
                                    


— ¿Por qué lo hacías? —pregunte con cierto temor por su posible respuesta. 

—Mmm es algo difícil de explicarlo —Vic hizo una mueca de incomodidad, sus manos jugaban nerviosamente.

—No es necesario que lo digas... 

—No, no, no, estoy bien, solo que es la primera vez que hablo de esto con alguien, es algo extraño. Solo eso —extendió algunas de sus pulseras de su muñeca para que su piel quedara al descubierto y entonces me lo mostro; eran finos cortes que se extendían de forma vertical, varios cortes que ya habían cicatrizado, tal vez debido al tiempo, pero aún se notaban las marcas dejadas en su piel. Yo no me imaginaba ni remotamente que Vic solía autolesionarse años atrás.

— ¡Por Dios! Vic... —pase con las yemas de mis dedos cada milímetro de su piel lastimada, esa confesión por su parte me había sorprendido y trataba de entender del por qué lo hacía.

—Veras, puede resultar tonto incluso estúpido. Es simplemente que había adquirido autolesionarme solo para enfocar mi dolor en ello, posiblemente no lo entiendas, tampoco pretendo que lo hagas. Es estúpido aún me pregunto del por qué lo hacía. Pero en ese entonces solo había hallado esa manera para liberar mi dolor en ello, solía tener días de depresión sin razón alguna. Entonces solo cortaba mis muñecas, con el paso del tiempo lo hacía mucho más seguido y quieres que los cortes sean mucho más profundos, que el dolor sea más fuerte. Es estúpido lo sé —su voz estaba serena y su mirada limpia.

— ¿Hace cuánto que ya no lo haces? —temía por su respuesta, no quería pensar que aún seguía lastimándose de esa manera, como él lo dijo creo es una manera estúpida de liberar y enfocar el dolor en ello.

—Hace más de dos años, a medida que fue llevando mis clases de la universidad, entendí muchas cosas, del cómo había funcionado mi mente, que aquello no era sano y que estaba a tiempo de parar con eso, antes de que me lleve a consecuencias aún graves, el objetivo no es precisamente cortar tus venas, ni mucho menos son intentos de suicidio, nada de eso, solo son cortes, tenía miedo de que alguna vez hiciera un corte profundo, encontrar una vena y ya sabes... tal vez morir, no quería eso. Pero pude parar, lo pude hacer, y ahora debo decir que estoy mejor.

—Tienes que estarlo, por ti, por mí... por nosotros ¿De acuerdo?

—Lo se... lo estoy, en verdad. Solo quise contártelo, gracias por escucharme —sus brazos me envolvieron, mi cabeza estaba descansando en su pecho, mientras yo estaba sentado en su regazo. La azotea de su casa tenía una vista demasiado linda del firmamento nocturno.

—Siempre estaré para ti.

— ¿Ves la luna? —Vic pregunto y yo asentí.

—Jamás deja de brillar, aun cuando su forma cambie siempre se conserva así de hermosa y brillante para el mundo. Tú eres así, pase lo que pase tienes un brillo especial y eso jamás tiene que cambiar, que las circunstancias cambien, que la vida cambie, que tu vida lo haga pero no lo hagas tú, conserva siempre eso contigo. Ese brillo en ti, es tu esencia, no lo olvides. Nunca dejes de brillar.

(....)

Aún me había quedado pensando en todo lo que me había dicho Vic esa noche en la azotea de su casa, él era tan sincero conmigo y se había abierto a mí de una manera que según Vic no es característico en él. Me hacía sentir una completa basura, yo mientras aun siga escondiéndole cosas con respecto a mis actitudes adoptadas a lo largo de las últimas semanas y esas cosas, confiaba en él son dudarlo ni una milésima de segundo, pero tenía una leve miedo de decepcionarse de mí, de saber que tal vez había cambiado ante mi anterior comportamiento, no lo sé, simplemente estaba sintiéndome por debajo de lo normal.

Talking To The Moon (Kellic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora